En primer lugar hay que explicar que son los encargados de transmitir las órdenes del presidente durante una corrida de toros y por ello su lugar es el callejón. Ellos encabezan el paseíllo. Una vez mostrado el pañuelo blanco por parte del presidente y ordenado el inicio de la corrida, suenan clarines y timbales para indicar que los alguacilillos realicen el despeje. ¿Y qué es el despeje?
Antaño, cuando no había plazas fijas como hoy las conocemos y las corridas solían celebrarse en improvisados lugares, la gente solía concurrir el ruedo hasta el comienzo de la misma. Por ello, los alguacilillos, en el instante antes de comenzar el paseíllo se daban un breve paseo por el ruedo para que la gente lo desalojase. En corridas de toros y de rejones, la pareja de alguacilillos saldrá al ruedo y se dirigirá hacia la presidencia para cumplimentarla y una vez saludado al presidente, (detalle que se realiza en Madrid y en algunas otras plazas) cada uno irá por su lado bordeando las tablas hasta la puerta de cuadrillas para esperar a los toreros. En novilladas con y sin caballos y certámenes de promoción, en vez de bordear el anillo se dirigirán inmediatamente hacia dicha puerta. Otra de las funciones que tienen, es la de dar la llave al torilero para que pueda abrir el "portón de los sustos". Y también se encargan de dar los trofeos a los toreros.
Hay documentos que atestiguan que en época de Isabel y Fernando, ya existía la figura de los alguacilillos. En las corridas reales, era la propia guardia regia quien se ocupaba de tal menester. En otras situaciones eran los alcaldes o los alguaciles de la época quienes desalojaban el ruedo. Y durante mucho tiempo, las Fuerzas Armadas se encargaron de ello hasta que el 3 julio 1865, una real orden suprimió la presencia de soldados en las plazas de toros. En la actualidad es un mero personaje simbólico. La gente ya no circula por el ruedo antes de una corrida excepto en una plaza: Las Ventas. Todos los años, en la popular Goyesca del dos de mayo la gente puede entrar en el ruedo hasta minutos previos al paseíllo. Pero lamentablemente tal despeje ya no lo hacen los alguacilillos sino la megafonía de la plaza. Y aunque en muchos lugares, por no disponer de ella o por cualquier otro motivo, visten a la usanza campera; aún así, el ropaje que deben lucir habitualmente es a la usanza de la época del rey Felipe IV.
Galería de alguacilillos.
Galería de alguacilillos.
Hacia 1891.
Burgos, hacia 1894
Alguacilillos en Sevilla.
Parentis (Francia)
Las Ventas.
En Mont de Marsan lucen penachos con la bandera francesa.
Despeje en Badajoz.
Bogotá.
Castellón de la Plana.
En Méjico, en vez de vestir a la usanza española, hay lugares donde visten con el traje charro.
Villaseca de la Sagra (Toledo)
Cali (Colombia).
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