domingo, 18 de febrero de 2024

La tauromaquia y las subvenciones.

Mejor no se puede explicar.

"Como se me ha metido el guarro en la cebá con este tuit, vamos a explicar algunas cosas. Claro que en la tauromaquia hay dinero público, otra cosa es que se pueda considerar subvención. No hay un dinero por hacer una corrida, por matar un toro. Las administraciones pueden programar toros como un ayuntamiento puede programar una verbena o aportar para que venga un concierto de Marta Sánchez y no decimos que subvenciona la música. Pueden programar fuegos artificiales y no diremos que está subvencionando la industria de la pólvora. Igual que programan teatro, igual que hay cine de verano. Una administración puede promocionar el turismo taurino como puede promocionar el de congresos y no está subvencionando los congresos. Una administración puede mantener una escuela taurina sin subvencionar la tauromaquia igual que una escuela de FP no subvenciona la ingeniería o la fontanería. Una administración puede ayudar a los ganaderos de bravo igual que en un momento dado puede ayudar a los de manso o a la hostelería. La PAC subvenciona las ganaderías extensivas y esa es la condición por la que las ganaderías bravas reciben dinero como las demás (solo faltaría). Una televisión pública puede retransmitir toros sin subvencionar los toros igual que emitiendo 'Pretty Woman' no consideramos que esté subvencionando el cine. Un ministerio puede premiar la tauromaquia igual que premia la poesía y nadie considera que la está subvencionando. Y una fundación taurina puede recibir un dinero público del Ministerio de Cultura para la difusión de la cultura taurina sin que se subvencione los toros igual que Cultura puede otorgar dinero público a un proyecto de difusión de contenidos fotográficos sin que se considere una subvención a la fotografía. Los toros son rentables en unos sitios sí y en otros, no. Como el teatro, como el ballet, como la ópera, como el fútbol, como todo. Los toros son considerados patrimonio cultural de este país y como tal deben ser protegidos a la manera de otras manifestaciones artísticas y subvencionados en las mismas condiciones, cosa que no ocurre. Existe un debate -es evidente- sobre las subvenciones a la cultura. Yo no voy a tomar posición ahí porque no es el asunto, pero da la casualidad de que los defensores de la asunción de los gastos culturales por parte de lo público son los que consideran que al toro hay que retirarle cualquier partida de dinero público que le permita hacerse un poco más rentable. Mi última y humilde propuesta es que si lo que pretendes es que se termine con la cultura que no te gusta, deberías saber que siempre hay otra gente a la que no le gusta la tuya".


Chapu Apaolaza.