viernes, 29 de marzo de 2019

In memoriam.

Hoy se cumple la efeméride de un festejo que ha entrado en los anales de la historia. Hace cuatro años de la tarde en la que un vasco con raíces gallegas y que antes de ser matador de toros despuntó como pelotari, vagó por nuestra Piel de Toro con el sueño de ser torero y tras pasar por Valencia, Sanlúcar de Barrameda y asentándose posteriormente en tierras alcarreñas forjó su carrera empezando por las duras capeas pueblerinas. Aquel ventoso y lluvioso día abarrotó Madrid en un cartel sin precedentes y él solo dio lidia y muerte a seis reses de ganaderías legendarias: Palha, Partido de Resina, Victorino Martín, Cebada Gago, José Escolar y Adolfo Martín.

Un torero que a base de raza y casta entró en el corazón de la afición. Su filosofía de vida se basó en la independencia y en la libertad sin tener que depender ni de taurinos ni de grandes casas empresariales. De la mano de Néstor García luchó contra viento y marea y juntos lo consiguieron. En esa tarde de 2015 dieron un jaque al sistema y aunque no salió como todos deseábamos y artísticamente fue para olvidar, el gesto y la épica ahí quedaron. Aquel sistema contra el que Iván luchó y parte del público que aquel día llenó los tendidos le dieron caña injustamente.

Guardiolas, Cuadris, Victorinos, Adolfos, Parladés... diferentes hierros y encastes jalonan su trayectoria. Junto a David Mora toreó varios mano a mano en los que hubo batalla y rivalidad.  La gloria llegó el día de la Virgen de Fátima de 2014 y vestido de canela y oro se tiró sin muleta. Matar o morir, debió pensar Iván. Aquel trece de mayo cortó dos orejas y a hombros fue llevado por la Puerta de Madrid.
Bilbao, Valencia, Sevilla, Guadalajara, Bayona, Mont de Marsan y un sinfín de plazas fueron testigos de la verdad del espada vasco. Hasta que llegó aquel 17 de junio de 2017 y en Aire Sur L´Adour se cruzó en su camino un toro de Baltasar Ibán...
Mañana seré libre. Y así fue. Honradez, entrega y hombría, en el ruedo y en la vida.
Descansa en paz, Iván.

                   
                         


                                              (Foto: Las Ventas)



martes, 26 de marzo de 2019

¿Qué es torear?

COLUMNAS FUNDAMENTALES QUE SUSTENTAN EL TEMPLO DE LA TAUROMAQUIA.

La Verónica, El Pase Natural, el Pase de pecho y la Estocada.
Otras suertes que se practican o las que puedan inventarse, son complementarias a las citadas.
No son naturales los que se dan con la mano derecha, con estoque o sin él; son pases en redondo, por bajo, y ayudados con una o dos manos. El pase de pecho, es el complementario del Natural, por tanto se ejecutará sólo con la misma mano, la izquierda. "¡El Toreo es un ejercicio del espíritu. Se Torea cómo se es!" .
Rafael de Paula, Antonio Bienvenida, Santiago Martín "El Viti" y José Ignacio "Uceda Leal" que dan vida aquí, a las suertes, son fabulosos estilos, inmejorables, ayer, hoy y siempre.
Rafael Campos de España.

                                 No hay ninguna descripción de la foto disponible.

(Foto: el autor)

Este cartel preside la nave de entrenamiento de la escuela de Tauromaquia de Madrid, "Marcial Lalanda". El toreo fundamental es el que arriba está explicado y ya está. No hay más. Lo accesorio, es eso, accesorio, lo superfluo, aquellos lances tanto de capote y de muleta que si se dejan de realizar nadie los echará de menos. No pasan a la historia si un torero los realiza ante la cara de un toro. 
Nadie se acuerda de las lopecinas de Menganito o de las luquesinas que hizo Fulanito; en cambio en la memoria del aficionado perdurarán las verónicas con las que Morante de la Puebla hizo que 24.000 almas tras una calurosa tarde de mayo, saliesen toreando de la plaza con la chaqueta o los programas de mano; los soberbios pases de pecho de José María Manzanares con los que remata cada tanda de muletazos, o las rotundas y macizas faenas de "El Cid" en Madrid toreando como los ángeles sólo con la mano izquierda y por supuesto nadie olvida como Emilio de Justo mató dos toros el pasado octubre como hace mucho que no se ve. 
No hacen falta muchas -inas (Véase arrucinas, luquesinas, bernadinas...) para llegar al buen aficionado, es más, éste se conforma con lo clásico, lo que nunca pasará de moda: el toreo eterno. 
Vemos a matadores y novilleros hacer todo lo posible por triunfar ejecutando una gran variedad de lances que luego caen en el olvido. Echen un vistazo a faenas históricas como las de Julio Aparicio a Cañego o la de Juan Mora con un toro de Torrealta hace nueve años. Mientras que las faenas duran 40 y 50 muletazos, pongo de ejemplo la que hizo Sebastián Castella a Jabatillo, grandiosa pero larga como la Cuaresma, el cual necesitó once muletazos para iniciar la faena; Juan crujió Madrid con quince naturales !quince!, no sé si hace falta que decir que abrió la puerta grande. En la brevedad está lo difícil, el ser capaz de llegar al espectador y emocionarlo con un puñado de pases.
Por eso me ilusionan jóvenes como Ginés Marín, Tomás Campos, Juan Ortega, Pablo Aguado y el novillero Ángel Jiménez ya que enarbolando el clasicismo en su manera de torear sin alharacas ni estridencias, son una bocanada de aire puro de torería en estos tiempos de vulgaridad y mediocridad. Son ellos en los que tengo esperanza. 

lunes, 25 de marzo de 2019

Opinión de la Feria de San Isidro 2019.

El pasado viernes fueron presentados los carteles de San Isidro, feria que tendrá lugar entre el 14 de mayo y el 16 de junio. Para poner un poco en situación a mis lectores menos aficionados diré que han tenido polémica ya que desde hace tiempo se lleva pidiendo un serial que fuese íntegramente por sorteo. Con miles de opiniones a favor y en contra se hizo un experimento a sorteo puro y duro en la Feria de Otoño (suele celebrarse en Madrid en torno al primer fin de semana de octubre) y resultó un éxito: se celebraron seis festejos y en tres de ellos hubo puerta grande.
Pues bien, poner de acuerdo a tantas partes es muy difícil y declinándose la opción de sortear día por día, se decidió hacer una selección de varias ganaderías y diferentes toreros. La gran maravilla que nos deparó el sorteo resultó ser lo que cientos de aficionados deseábamos ver cumplido y para más inri los nombres salieron en las dos primeras bolas: ver a Roca Rey con la ganadería a priori menos deseada por las figuras de las que había en el bombo, la de Adolfo Martín. El resto de combinaciones fueron uniones entre hierros y toreros de diferente trayectoria.
He de decir que el sorteo tuvo lugar el 21 de febrero y tras las negativas de Julián López "El Juli", Morante de la Puebla, José María Manzanares y con un retirado Alejandro Talavante, se preveía una feria muy floja. En el otro extremo y es digna de mención, la decisión de Emilio de Justo que fue uno de los que triunfaron en Otoño y que no quiso que el azar decidiese su suerte: les dio un toque a las figuras eligiendo dos ganaderías exigentes y esperadas en Madrid como son Victorino Martín y Baltasar Ibán, estando también un tercer día anunciado con los toros de Jandilla. 
Más hete aquí que tras caer herido Ponce en su tierra días atrás, se decidió buscar un sustituto. La jugada ha sido maestra ya que "El Juli" sustituirá a Enrique y evitando pasar por el sorteo lidiará dos ganaderías predilectas por las máximas figuras: Núñez del Cuvillo y Juan Pedro Domecq. 

Mi resumen de esta feria se podría basar en las siguientes conclusiones:
- No se puede ser tan larga, hay que buscar la calidad antes que la cantidad.
- No puede acabar tan tarde. Si año tras año vemos a la gente caer como moscas en el tórrido sol de junio en el granito de Las Ventas, ésta que acaba a mediados del mes, va a ser de castigo.
- Hay muchos carteles de relleno, demasiada paja para completar días del programa. 
- Quitando a Talavante y a Ponce por motivos ya explicados, deberían venir todas las figuras tres y cuatro tardes. Estamos en una época en las que éstas pasan de puntillas por Madrid y no debe ser así. Hay que dar carteles fuertes y de máximo tronío evitando poner a toreros repetidos hasta la saciedad. 
- Los carteles toristas deben volver a ser reunidos en una misma semana como era costumbre en vez de verlos repartidos a lo largo del serial. 
- El mano a mano de rejones no tiene ningún sentido ni explicación. Con quien tiene que vérselas Hermoso de Mendoza es con Diego Ventura y no con Lea Vicens. 
- Que en Beneficencia abra cartel Diego Ventura es poco menos que mosqueante. En tal cartel de relumbrón en vez de un caballero, debía ir otro torero a la altura de tan magno día. 
- Zalduendo lleva varios años sin dar grandes resultados. Ver anunciada a esta vacada en San Isidro no ha hecho mucha gracia a los aficionados. Echo mucho de menos a hierros legendarios como Cebada Gago, Torrestrella, Dolores Aguirre, Samuel Flores, Prieto de la Cal... También hay ganas de ver a hierros que hace mucho que no lidian en Madrid y siempre apostando por la variedad de encastes: El Torero, Luis Algarra, Monteviejo, Carriquiri, Navalrosal, Valverde, Rocío de la Cámara, Hubert Yonnet etc. El campo bravo portugués está plagado de grandes ganaderías de las cuales algunas de ellas tienen un gran historial en Madrid y deben volver al ruedo capitalino: Palha, Murteira Grave, Pinto Barreiros, Veiga Teixeira, São Torcato, Vale do Sorraia... 

En el aspecto positivo comentaré que me alegra ver el homenaje al encaste Albaserrada representado en las ganaderías de Adolfo y Victorino Martín y José Escolar coincidiendo con el centenario de la primera vez que esta sangre lidió en Madrid. Baltasar Ibán (9 de junio) reúne a tres toreros de gran interés; se aplaude la vuelta de Celestino Cuadri (13 de junio) en un cartel muy redondo y los demás días donde toreen las máximas figuras (Veáse Castella, Roca Rey, Julián.. ) además de nombres nuevos como Ginés Marín, Juan Ortega, Pablo Aguado, Tomás Campos, Román o Ángel Jiménez son muy apetecibles. También celebro ver dos regresos como los de Paco Ureña y Cuadri. Para finalizar añado una breve lista de toreros que deseo ver en mi ciudad: Miguel de Pablo, "El Payo", Sergio Flores, Fermín Rivera, Juan Pablo Sánchez, Salvador Vega, Andrés Palacios, Javier Jiménez, Fernando Rey, Imanol Sánchez, Posada de Maravillas, Alberto Pozo, Alejandro Mora, Pablo Mora, Manuel Diosleguarde...

¡Que Dios reparta suerte!

jueves, 21 de marzo de 2019

Fallas Valencianas. 2º parte.

Dejé mi crónica en la gran tarde del muchacho peruano y ahora os contaré lo que ocurrió desde el sábado 16 hasta el día de San José.
Tras arrasar Andrés Roca Rey el viernes, los valencianos volvieron a la plaza para ver el día siguiente a la gran figura valenciana Enrique Ponce, que el año que viene cumple tres décadas de alternativa y hace unas semanas superaba los 5000 toros lidiados. Sigue batiendo marcas el valenciano. El otro espada era el murciano Paco Ureña que tras ser herido en Albacete y perder el ojo izquierdo, tras un intenso invierno de recuperación volvía a los ruedos. Los toros eran del hierro sevillano de Juan Pedro Domecq. Recuperándose de una lesión en la espalda, no pudo torear con ellos José María Manzanares. Lo mejor de la tarde no sólo fue la vuelta del lorquino, sino que no pareció que llevaba parado desde septiembre. Su carta de presentación fue un ajustadísimo quite por gaoneras que levantó a la gente del asiento. Con la muleta demostró que la cornada no le va a amedrentar. Volvió al hotel con una oreja en el esportón. El incombustible Ponce cortó otra oreja.

                  

El día de San Patricio la empresa cerró un cartel muy interesante pues estaba compuesto por Diego Urdiales, el francés Sebastián Castella y Cayetano Rivera con los toros extremeños de Jandilla, cuyo propietario es Borja Domecq. La corrida estuvo marcada por el constante viento.
Urdiales dejó destellos de su toreo caro, mató de una gran estocada y Cayetano por su parte no tuvo su tarde. El momento álgido surgió en el quinto. Los protagonistas fueron Sebastián y Horroroso, un gran toro negro de capa y nacido en septiembre de 2014. Bravo y repetidor, derribó al caballo en los dos embites y aunque se debería haber puesto una tercera vez, el presidente cambió el tercio. Durante la faena de muleta, la petición de indulto fue creciendo pero el presidente no la concedió. Castella lo mató de una estocada y tras cortarle las orejas salió a hombros. Un toro para no olvidar.

                            

El lunes 18 volvía Ponce para torear en un festejo en el que abría plaza el rejoneador Diego Ventura y completaba la terna Toñete. La buena presentación de los toros de la Casa Matilla fue lo más positivo en cuanto al tema ganadero. Diego Ventura cortó un trofeo en su segundo toro y Ponce que arrastraba una lesión de ligamentos en su rodilla, sufrió una cornada y al caer se dañó la pierna ya mellada. Pasó a la enfermería y se espera que tenga un parón largo de recuperación. Toñete pasó sin brillo realizando dos deslucidas labores.

                                    


El día del patrón cerró la feria un cartel compuesto por los toreros Finito de Córdoba que sustituía a Emilio de Justo (lesionado semanas atrás en Carabanchel), Román y Ginés Marín. Los toros de Fuente Ymbro fueron los elegidos para tal ocasión.
Juan Serrano "Finito de Córdoba" hizo en su primer toro unos naturales iniciales que auguraban faena grande pero luego quedó en agua de borrajas y la falta de ajuste reinó en su trasteo. En el segundo toro dejó el Fino una faena de altibajos pero firmando pasajes habituales de su repertorio: trincherazos, pases de la firma, cambios de mano... en fin, detalles de inmensa belleza. Cortó una oreja.
Román se las vio nada más y nada menos que con Damasco. Un fiero y encastado animal que humillaba y buscaba con ganas los vuelos de la muleta del torero valenciano. Un torrente de bravura. Empezó con un explosivo inicio de rodillas dando una arrucina y resultó volteado. En el tercio de banderillas de este toro Iván García brilló en dos soberbios pares. En el segundo de su lote firmó buenas tandas con la mano izquierda. De no ser por el mal uso del acero en ambos toros, habría salido a hombros.
Ginés estuvo apagado en su primer toro y en el sexto remontó con unas tandas de muletazos aplaudidas por los allí congregados, Jarrero fue un toro interesante y el joven jerezano lo mató de un gran espadazo.

                            

lunes, 18 de marzo de 2019

Fallas valencianas. 1º parte.

Está teniendo lugar estos días en Valencia (plaza de 1ª categoría y cuya feria taurina es la primera gran feria importante en la temporada), su tradicional feria de Fallas. Os voy a hablar de lo que pasó en esta ciudad levantina durante la primera semana taurina de sus fiestas.
Empezaron las Fallas el domingo 10 de marzo con una corrida de Victorino, hierro que llevaba trece años sin lidiar en el ruedo valenciano. Los toreros fueron Rafaelillo, Octavio Chacón y Varea. Lo más destacado de la tarde fue la épica de Octavio Chacón que fue premiada con una oreja y el capote de Varea. Los toros dieron un variado juego.



El siguiente cartel fue una novillada de Guadajira. Resultaron ser flojos y descastados. Ángel Téllez demostró que está más que preparado para su inminente alternativa en Gualadajara; Francisco de Manuel puso ganas y Juan Cervera que llevaba un tiempo alejado de los ruedos pasó sin pena ni gloria por la plaza de su tierra.

                         

Veinticuatro horas más tarde iniciaba la segunda novillada del ciclo, en la que Diego San Román, Borja Collado y Miguelito dieron muerte a seis utreros de El Parralejo. Tarde sangrienta en la que Diego y Borja acabaron en la enfermería. Aún así San Román firmó unos lances por gaoneras que calaron en el público y un posterior trasteo con la muleta en el que demostró ganas y valor. Borja por su parte meció el capote con gusto y firmó una buena tanda por naturales. Dos toreros a los que hay que seguir. Por percance de sus compañeros, Miguelito tuvo que matar tres novillos. Con poco rodaje dio una vuelta en su primer toro y puso ganas en varias tandas de buen trazo en los otros dos.

                          

El miércoles trenzaron el paseíllo tres jóvenes que con diferente rodaje y concepto cruzaron el ruedo para dar muerte a seis reses de Alcurrucén (divisa que volvía a Fallas tras lidiar el año pasado uno de los grandes toros del serial, de nombre Economista); Álvaro Lorenzo, Luis David Adame y Pablo Aguado. Pues éste último fue el gran triunfador de la tarde. Su toreo puro y clásico puso a toda la parroquia de acuerdo y en el tercero de la tarde cortó una oreja del toro que le tocó en suerte.



El jueves se abrió la puerta grande por primera vez, López Simón cortó dos orejas y salió a hombros. Los toros lucieron el hierro y cintas de Zalduendo, Fue un encierro bien presentado pero muy pobre de casta y raza. Antonio Ferrera dejó detalles de su oficio y El Fandi volvió a bullir en banderillas. Un gran torero que maneja el capote con suavidad y temple y aunque con la muleta no destaca, maneja la espada con acierto y seguridad. Cortó una oreja en el quinto del festejo.



Las taquillas agotaron el papel el viernes 16 gracias al tirón del cartel elegido para dicho día. El Juli y Roca Rey torearon para dar la alternativa al local Jesús Chover. La ganadería elegida para ese día fue la madrileña de Victoriano del Río cuyos toros pastan en Guadalix de la Sierra. Salió Chover con ganas e ilusión al primer toro de su carrera y lo dio todo: se puso de rodillas, se lució en un variado tercio de banderillas y de no ser por la espada ya que se le fue un poco baja, habría cortado una oreja. Sin opciones en sus toros, Julián pasó de puntillas por la Ciudad del Turia. Roca es una huracán, allá donde va, arrasa. Su quietud, su valor y su espada hace que cada tarde salga triunfador, Si el toro no embiste, embiste él. El peruano está consolidado como la gran figura del momento. Cortó dos orejas y cruzó el umbral de la puerta grande.
Aquí acaban los primeros seis festejos, otro día os contaré lo que ocurra el fin de semana y los dos últimos días de la feria valenciana.



jueves, 14 de marzo de 2019

De padres e hijos.

Ha empezado una nueva temporada. Hay ganas de toros. Padilla se fue, Talavante se habrá dado un respiro y El Cid está de despedida. Ahora la esperanza recae en la nueva hornada que acaba de llegar: Pablo Aguado, Gonzalo Caballero, Varea, Román, Ángel Sánchez, Diego Carretero... toreros hay muchos, el caso es que todos esos chicos tengan algo que yo creo que son condiciones fundamentales como son la de ser capaces de recoger el testigo recibido y la de intentar desbancar a las antiguas generaciones de matadores. De todos esos jóvenes, los que han conseguido entrar en el circuito de las figuras y estar en las ferias son Roca Rey, Álvaro Lorenzo y Ginés Marín. 
Pues los tejemanejes del empresariado están haciendo que una serie de nombres que a juicio de muchos aficionados estén por ser hijos de y no por sus logros en el ruedo. Me refiero a César Cadaval (hijo de El Moranco del mismo nombre), a Toñete (hijo de Antonio Catalán que es el director de la cadena hotelera AC) y a Guillermo Hermoso de Mendoza (hijo del rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza).
¿Quién ha decidido que los aficionados queremos ver a estos tres chavales en todos los sitios? es leer los carteles de cualquier feria y verles anunciados en ellas. Comprendo que tienen que torear, pero que nos los metan con calzador en todos los sitios, me molesta. Y ya no es que estén en todas las plazas, sino que además están quitando el puesto a otros que sí lo han merecido, que torean tela de bien y en cambio son ignorados por los empresarios: Juan Ortega, Tomás Campos, Miguel de Pablo etc pues el caso que más me alucina es el de Guillermo que junto a su padre está toreando muchísimos festejos y acaba de hacer con él una extensa campaña americana. Torearán en Sevilla y lo más probable es que también lo hagan en Madrid, Pamplona y Bilbao. Si ya de por sí el rejoneo es un mercado pequeño, el ver que Guillermo está quitando sitio a otros con más méritos con el beneplácito de su padre, es sangrante. Mención aparte, también influye y mucho, lo mal gestionado que está el escalafón de rejoneadores donde no hay un orden ni división como se puede ver en el toreo a pie.
El toro no pide ni apellidos ni documentación y pone a cada uno en su sitio, en las manos de estos torerillos está el llegar a la cima pues de oportunidades y ayuda van sobrados. 

lunes, 11 de marzo de 2019

Preguntas y respuestas.

Comienza la temporada y sabiendo que una gran mayoría de mis lectores que me siguen no son avezados aficionados, haré una batería de preguntas que he oído o me han hecho durante las dos horas y cuarto que suele durar una tarde y así aclarar posibles dudas.

¿Cuándo llegan los toros a la plaza?
- Los toros suelen llegar a la plaza dos o tres días antes del festejo para que descansen del viaje y recuperen los kilos perdidos en el mismo.
¿Cómo se deciden los nombres de los toros?
En general es costumbre poner al becerro cuando nace un nombre derivado de la madre. Por ejemplo, si la vaca se llama Victoriosa, el hijo se llamará Victorioso, Triunfador o Ganador. No así en Méjico que el nombre lo pone el ganadero a su libre albedrío cuando el día del festejo, se preparan los lotes correspondientes a los diferentes toreros. 
¿Cuánto pesa un toro?
- Según el reglamento nacional, el peso mínimo en las plazas de 1º categoría es de 460 kg. Lo habitual es que no sobrepasen los 600 kg. Y sobre pesos máximos, no hay nada especificado.
¿Es cierto que a los toros se les manipula?
- Mitos antitaurinos aseguran que a los toros se les hacen todo tipo de tropelías como limarles las pezuñas, echar ácidos en los ojos o se les cuelgan sacos para debilitarles en la espera hasta que salen al ruedo. FALSO. Exigentes controles veterinarios comprueban la buena salud de los animales al llegar a la plaza y desechan aquellos que consideran no estar aptos para ser lidiados. Sí es verdad y es algo tan antiguo como el mismo toreo es que a los toros se les afeita, es decir se lima los cuernos y se recortan. Es ilegal y muchos aficionados lo consideran un fraude ya que el toro debe estar íntegro. Es usual ver toros afeitados en diferentes plazas con el consentimiento de toreros y cuadrillas. En corridas de rejones y festivales benéficos es legal esta práctica bajo la supervisión de la autoridad.
¿Cómo se deciden los toros que les toca a cada torero?
-El formato más habitual de un festejo son tres toreros y seis toros. El día de la corrida por la mañana se hace un sorteo en el que en tres papeles se emparejan los seis animales correspondientes a cada matador. Esos 3 papelillos se meten en un sombrero y un representante de cada torero coge un papelillo. Los toros indicados en ese papelillo serán los que mate su representado por la tarde. Si es una encerrona, o sea un solo torero actúa en solitario toreando los seis animales, el orden lo estipulará él mismo.
¿Los toreros eligen los colores y bordados de sus vestidos?
-Sí, los toreros y los picadores pueden llevar sus vestidos bordados en oro, plata o azabache; la única norma es que los banderilleros sólo pueden vestir de plata o azabache. Respecto a los colores tampoco hay reglas: el amarillo, considerado de mal fario, apenas se usa; el blanco suele ser habitual en las alternativas de los toreros y el grana es el de los valientes. Los matadores considerados de arte por ejemplo Curro Romero, Rafael de Paula, Morante de la Puebla... acostumbran a vestir de azabache. También suele ser frecuente que tras una mala tarde o un percance muy grave haya diestros supersticiosos que no repitan el vestido de tan desafortunada ocasión. Durante el paseíllo al iniciar el festejo llevan una capa lujosamente bordada liada en el hombro izquierdo y que se llama capote de paseo. Cada torero lo suele llevar bordado con motivos de su gusto.
-Y Los rejoneadores?
Los rejoneadores no visten de luces como los toreros. Suelen vestir de corto, es decir la ropa que llevan los vaqueros y demás gente en las ganaderías durante las labores camperas: sombrero cordobés, chaquetilla, calzonas y zahones. En Portugal, donde el rejoneo está muy arraigado los "cavaleiros" portugueses suelen vestir a "la Federica". Es decir, con casaca de seda o terciopelo lujosamente bordada y un tricornio que era la usanza caballeresca en el XVIII.
¿ Y los capotes y muletas?
- Lo mismo, cada torero tiene los trastos de torear hechos a medida. El capote de brega es rosa por la parte que se torea al animal y por la posterior el color más usado es amarillo pudiendo ser de otros colores como el verde, morado o azul y tiene un peso que oscila entre los cuatro y seis kilos. La muleta es de color rojo y el forro interior que se usa para dar peso cuando hace viento también puede llevar los mismos colores que en los capotes. La muleta, al usarse con una sola mano es más ligera y manejable. Se coge con un palillo llamado estaquillador que suele estar labrado para afianzar los dedos. Dicho palillo va montado en la muleta formando un armazón.
Las banderillas no las llevan los banderilleros sino que se las dan en la plaza. Hay algunos toreros que acostumbran a ponerlas y a diferencia de los subalternos ellos sí las suelen llevar ya que las personalizan con los colores de su gusto. Cada plaza tiene su cuadra de caballos para los picadores. No así los rejoneadores que cada uno lleva su cuadra personal.
¿Cuánto cuesta la ropa de torear?
Los vestidos (taleguilla, (el pantalón), la chaquetilla y el chaleco) pueden llegar a costar hasta 9.000 €.
La camisa puede llegar a los 120 €.
Los corbatines, 25 €.
Las medias rosas de la espiga, 65 €.
Un par de manoletinas puede llegar a costar 180 €.
Los capotes de paseo más ricos en bordados hasta 12.000 € aproximadamente.
La castañeta, o sea la famosa coletilla postiza pueden llegar a los 100 €.
La montera puede llegar a costar 360 €.
Una caja de montera, repujada en cuero, 350 €.
Los capotes de brega en torno a los 300 €.
Las muletas 175 €.
Un estaquillador ronda los 30 €.
La ayuda, o sea la espada simulada suele ser de aluminio, madera, fibra de carbono, caña etc. Un precio que según el material puede variar entre los 30 y los 280 €.
Una espada, 950 €.
Un fundón de espadas de cuero, 325 €.
Un esportón, o sea, un cajón también de cuero donde lleva el mozo de espadas los capotes y muletas, 315 €.
La ropa de torear de un rejoneador, o sea zahones, botos, sombrero cordobés, botonadura de plata... En un reportaje Diego Ventura afirmó que puede rondar los 10.000 euros.
¿Cómo se forma un torero?
- Las escuelas de tauromaquia son de reciente creación. La primera que tuvo nombre y abrió la veda fue la que se creó en Madrid durante la década de los 70. En ellas no sólo se enseña la técnica, las diferentes suertes, la historia del toreo, educación física etc, si no que también y es una máxima en todas las escuelas taurinas es formar primero el hombre y luego el torero, es decir, que los alumnos aprendan el respeto a los mayores, la disciplina, el compañerismo y demás valores que escasean en esta sociedad. La primera como tal de la que se tiene constancia fue la que fundó en 1830 el monarca Fernando VII en Sevilla. Duró cuatro años. En general, la edad máxima permitida para ingresar en una escuela son los 18 años.
Otra vía para ser torero era ir a las duras capeas de los pueblos en la que los muchachos se lanzaban a torear los toros con el fin de que alguien se fijase en ellos y les echase una mano. Grandes figuras del toreo de los 40, 50 y 60 se curtieron en estas capeas. Y una habitual que ahora está en total extinción, es que los toreros primero se rodaban como banderilleros para coger oficio y luego se hacían matadores.
¿En que consiste el desfile que abre cada festejo?
- Se llama paseíllo y colocados en estricto orden de antigüedad según la fecha en la que tomaron la alternativa se colocan los actuantes del festejo: en primer lugar se colocan los alguacilillos que vestidos a la usanza de Felipe IV son los representantes de la autoridad a pie de callejón para interactuar con los toreros. Acto seguido se sitúan estos últimos. En el lado izquierdo el torero más veterano abre cartel y lidiará en 1º y 4º lugar, el segundo torero irá a la derecha y matará el 2º y 5º toro y en el centro el torero más nuevo y que matará el 3º y 6º toro de la tarde, detrás de los toreros irán sus cuadrillas: la siguiente fila serán los 3 banderilleros del primer espada, la siguiente del segundo y la última del tercer torero, de igual modo se colocarán en parejas los picadores; detrás de éstos irán los monosabios y cierra el cortejo el tiro de mulillas que recoge al toro una vez muerto. En Madrid es habitual ver dos tiros de mulillas recordando que hasta 1929 no existían los petos por lo que morían muchos caballos en la plaza. De esa manera había un segundo tiro de mulas para recoger los equinos muertos. Y por ello, se mantiene esa tradición en Las Ventas. De hecho, la popular expresión sol y moscas se debe a esa época, en la que cuando había caballos muertos en la arena y principalmente los días y sol y calorazo, las moscas revoloteaban sobre el animal.
¿A quién saludan los toreros cuando acaba el paseíllo?
-Al presidente, máxima autoridad en un festejo taurino y que en las plazas importantes suele ser un comisario del Cuerpo de Policía Nacional. En pueblos y localidades pequeñas suele ser el alcalde, concejal o aficionado de reconocimiento y estará acompañado de un asesor artístico y otro veterinario.
¿Cuál es la función del presidente?
-Dirigir la lidia con una serie de pañuelos de diferentes colores:
Con el blanco ordena que se inicie el festejo, que salga el toro, se cambien los diferentes tercios en los que se divide la corrida, se den los avisos al torero según el tiempo transcurrido y conceda tantos trofeos como veces lo muestre. Con el verde ordena la devolución de una res, con el rojo ordena las banderillas negras, el azul indica la vuelta al ruedo a un toro y con el naranja, el indulto del mismo.
¿Qué son las marcas que tiene un toro en su lomo?
Un toro es marcado a fuego a los meses de nacer en su lado derecho para su identificación y que explico a continuación: en la pata trasera se graba en la nalga el hierro de la ganadería a la que pertenece y encima la asociación ganadera a la que pertenece la misma. En el lomo del toro se graba el número del animal en la ganadería y en la pata delantera el guarismo, es decir, el último dígito del año ganadero ( un año ganadero inicia el 1 de julio y acaba el 30 de junio del año siguiente, por ej: un animal nacido entre julio de 2019 y junio de 2020 será herrado con el nº 0) en el que haya nacido dicho animal. El guarismo fue creado con el fin de evitar a los ganaderos colasen animales con edades que no correspondían. Finalmente se suelen hacer unas muescas en las orejas y en la plaza cuando sale al ruedo se le coloca una divisa en el morrillo, es decir unas cintas de colores que identifican a la ganadería.
¿Qué es la antigüedad de una ganadería?
- Una ganadería de lidia consigue tomar antigüedad cuando lidia 6 reses ya sean toros o novillos en la Monumental de Las Ventas de Madrid por primera vez. De esas 6 reses, al menos 5 deben morir a espada. Esa antigüedad suele servir para establecer el orden de lidia en corridas concurso de ganaderías.
Edades y nombres que recibe el toro a lo largo de su vida.
-Según los años que tenga recibirá los siguientes nombres: añojo si tiene 1, eral si tiene 2, utrero o novillo si tiene 3 y toro a partir de los 4 años. También es frecuente oír cuatreño si tiene 4 y cinqueño si tiene 5. Esta edad es la máxima que permite el reglamento para que un animal sea lidiado.
Pues bien, a partir del año de vida puede un animal ser lidiado y muerto a espada en una plaza. Y la antigüedad que explico unos puntos atrás viene dada según la primera vez que actúa un torero en cada uno de estos niveles que detallo a continuación: Primero es el debut en público (con añojos) y se viste de corto, es decir la vestimenta de los hombres de campo. Una vez debutado y tras un rodaje se pasa a matar erales. En este escalafón los toreros visten de luces y la única diferencia es que en estos festejos no hay tercio de varas. Una vez que el novillero coge oficio pasa a matar utreros y aquí los festejos ya son con picadores. Tras unos años de experiencia toma la alternativa pasando al escalafón definitivo y toreará reses de cuatro y cinco años.
¿En qué consiste la lidia de un toro?
-Nada más salir al ruedo el matador de turno lo recibe con el capote. El toro es una fuente de información según como embista, si acomete mejor por el lado derecho o izquierdo del torero, si actúa con fiereza o suavidad, si exige estar cerca de él o darle distancia, si es pronto o tardo etc que deberá interpretar el torero para aplicarle la lidia que necesite. El primer tercio es el de picar y consiste en medir su fuerza mediante unos puyazos. Tras ver el comportamiento del toro en el caballo, se pondrán un máximo de seis banderillas. Si el toro en el tercio de varas ha mostrado un comportamiento manso y ha rehusado el combate, se le aplicarán las banderillas negras para infligir deshonor al ganadero. Una vez banderilleado se cambia el tercio y será toreado con la muleta y acaba muerto a espada. Si un toro muestra flojera o incapacidad física para ser lidiado, deberá ser sustituido por otro, esta situación sólo puede darse hasta el segundo tercio, o sea el de banderillas. En ese caso, sale el llamado sobrero y la lidia se reinicia con el mismo torero que vio como el animal anterior era devuelto a los corrales y allí morirá.
¿Por qué hay dos líneas blancas en la arena?
- El reglamento indica que en la primera línea desde tablas deberá permanecer el caballo de picar y tras la segunda es donde deberá el torero dejar al toro en suerte. Suelen estar a 7 y 10 metros respectivamente. Normalmente el picador no suele pasar esa primera raya, pero si es necesario y el picador lo considera según el comportamiento del animal, PODRÁ cruzar esa raya tantos metros necesite. Antaño no existían esas líneas por lo que los picadores se iban a los medios con el toro exponiendo más peligro. Esa línea evita tal situación.
¿Y os preguntaréis: qué es una alternativa?
- Es la ceremonia en la que un novillero deja de matar utreros y pasa a matar toros. Es, ni más ni menos, la graduación en esta profesión. Dicha ceremonia consiste en que el torero más veterano cede la muerte de su primer toro al joven neófito. Tras el tercio de banderillas, éste torero le dedica unas palabras y le dará muleta y espada al joven diestro y él matará este toro. El diestro veterano hará las veces de padrino y el torero restante del cartel estará en calidad de testigo. Una vez lidiado y salga el segundo toro de la tarde, tras las banderillas el recién doctorado devolverá espada y muleta a su padrino. Así pues, la corrida queda de esta manera: el padrino mata el 2º y el 4º; el testigo toreará el 3º y el 5º, y el nuevo matador los toros que abren y cierran plaza, o sea, el 1º y el 6º. La alternativa se puede tomar en cualquier plaza de la geografía taurina.
Otra ceremonia igual de importante es la confirmación de alternativa. La mecánica del festejo es exactamente igual que la alternativa. La diferencia es que esta confirmación venía a ser la primera vez que el torero actuaba en las dos plazas más importantes del mundo, o sea, se presentaba ante estas aficiones: Las Ventas de Madrid y la Monumental de Méjico. Nuevas modas han hecho que se confirme en una plaza de cada país además de las fijadas por historia que son las ya citadas y son Bogotá, Lima y Nîmes. Si se toma la alternativa en Madrid no es necesario confirmarla en dicha plaza, pero sí es algo que habrá que hacer en Bogotá, Nîmes etc.
Los rejoneadores también toman la alternativa pero ellos no se ordenan en escalafones como los toreros de a pie. Están todos juntos en uno solo independientemente si rejoneen toros o novillos. En cambio en Portugal, el país por antonomasia en cuestión de rejoneo, sí está mucho más organizado: los "cavaleiros praticantes" están en un escalafón y torean reses acorde a su experiencia.
-De la música en los toros.
En general suele tocar una banda de música durante el paseíllo y la faena de muleta. En muchas plazas es corriente que toquen en el descanso entre toro y toro. En Sevilla se da el caso de tocar un pasodoble cuando el torero lo borda con el capote en los primeros tercios llegando a ser un buen premio al matador que escucha la música. En algunas plazas, principalmente francesas, se está poniendo de moda que en vez de los populares pasodobles, se toquen bandas sonoras de películas u otras canciones que puedan acompañar la faena del torero. ¿Y qué pasa en Madrid? Pues en la plaza de Las Ventas no suena la música desde la corrida de la Victoria de 1939. Aquel 24 de mayo compartían cartel Marcial Lalanda y Domingo Ortega. Marcial toreó su res y sonó la música, en cambio cuando Domingo toreó excepcionalmente al cuarto de esa tarde, no tocó la banda y se armó una zapatiesta por parte de los seguidores del torero toledano. Así que a partir de ese momento la banda dejó tocar durante las faenas de muleta.
¿Gana alguien? ¿Hay premios?
-No gana nadie, pero sí hay premios y castigos. De la decepción a la gloria mencionaré las diferentes respuestas que puede recibir un torero. La más sonora es la bronca, pitos y abucheos para el torero tras una pésima actuación. Después vienen los pitos que son silbidos de desaprobación por parte de los espectadores. Luego vendría el silencio, o sea una indiferencia tras una faena sin nada que alabar o protestar. Y en la cara amable, vendría la división de opiniones: silbidos y aplausos se mezclan según el parecer del público. La ovación consiste en un aplauso, en la que el torero suele salir a la arena para recibir tal respuesta. En la vuelta al ruedo, el matador suele dar una vuelta al anillo recibiendo las felicitaciones del público acompañado de sus tres banderilleros pudiendo recibir regalos de lo más variopinto por parte del público: puros, gallos, alimentos tradicionales de la tierra etc. Después vendrían los trofeos: si el público quiere premiar el buen hacer del torero, una vez que el toro haya muerto puede hacer ondear un pañuelo blanco indicando al presidente el primer trofeo para el diestro. Si hay mayoría de público pidiendo la oreja el presidente debe otorgarla. Si ha sido una gran faena y tras una oreja concedida el público puede insistir en la segunda. Esta segunda oreja es potestad del usía y en debate con sus asesores la darán si consideran que el torero la merece o no. Y lo mismo pasa con el rabo, trofeo difícil de conseguir en las plazas importantes. Así pues, un torero en una tarde podría conseguir un máximo de 4 orejas y 2 rabos. Si un torero corta dos o más orejas saldrá a hombros de los aficionados por la puerta principal de la plaza.
¿Y el toro?
-Pues igual, una vez muerto, mientras que lo arrastran las mulillas recibe pitos o aplausos según su comportamiento. Si ha sido un gran toro podría recibir la vuelta al ruedo en el arrastre al igual que el torero como premio póstumo a su bravura. Tras un comportamiento excepcional durante toda su lidia, podría recibir el indulto, de esta manera el animal no muere y recibe el premio de volver a la finca para que el resto de su vida quede como semental y allí morirá de viejo.
¿Qué son los avisos?
- Son meras advertencias que recibe el torero para saber que el tiempo se va acabando. A pesar de lo que muchos piensan el que pase el tiempo y vayan sonando avisos, no influye en la petición de oreja, siempre y cuando el matador haya realizado una faena digna de trofeo. El presidente enseña el pañuelo blanco y suena un clarín. Desde que coge la muleta hasta que mata el toro, un torero dispone de 15 minutos. El primer aviso suena a los diez minutos, el siguiente a los tres y el último a los dos minutos. Si suena el tercer aviso, el torero debe volver al callejón y el toro es devuelto a los corrales y muere apuntillado.
Si llueve, ¿qué pasa?
-Si durante un festejo empieza a llover de tal manera que se decide suspender el mismo, los espectadores no tendrán derecho a recibir el importe de su entrada, de lo contrario ocurre si aún no ha comenzado la corrida, la empresa concede unos días para recuperar el dinero. A veces la corrida continúa y bajo la tormenta se han realizado grandes faenas.
¿Qué ocurre en caso de cornada?
-Pueden darse diferentes situaciones. La más lógica es que en caso de percance de un torero y tras ser trasladado a la enfermería, los otros dos componentes del cartel se repartan los toros restantes del festejo. También se da el caso en el que tras recibir una cornada, el torero sigue en la arena hasta dar muerte al animal o incluso que tras recibir unas curas vuelva a la arena para seguir toreando. Si los tres matadores acaban en la enfermería el festejo concluye. Por inesperado que parezca, algo así ocurrió en Madrid el 20 de mayo de 2014.
¿Cuánto cobra un torero?
-Un torero cobra en función de la plaza en la que actúa y su popularidad. Este tema siempre ha sido muy oscuro de cara a los aficionados.  Por lo que he llegado a ver en artículos y rumores en los corrillos taurinos, una máxima figura puede cobrar hasta 300.000 euros en plazas como Madrid o Sevilla por una sola tarde. En capitales de provincia o localidades importantes no suele sobrepasar de 100.000 €.
¿Cuánto cuesta una corrida?
- El precio de un toro también es un tema del que no se suele saber mucho debido al secretismo de los ganaderos. Después de mucho indagar en artículos he conseguido ver que por ejemplo un encierro de una ganadería puntera en Madrid puede llegar a los 170.000 €. Una becerrada, 900 cada añojo. Una novillada sin caballos, 1.200 cada eral. Y seis utreros según la ganadería y la plaza, el precio de cada animal oscilará entre los 900 y 24.000 € aproximadamente.
En la web de la Unión de criadores de Lidia he visto esta información sobre los costos ganaderos y son los siguientes:
Forraje + concentrado de un cuatreño los últimos 12 meses: 900-1.000 €
Coste de alimentación directo para producir un toro 1.500 - 2.000 €
Coste mínimo de producción de un cuatreño 4.000 - 5.000 €
Precio del toro para cubrir gastos 4.000 - 5.000 €
Precio de un toro sacrificado en matadero 300 - 420 €
¿Y cuánto cuesta una entrada?
- En general los toros suelen ser un espectáculo caro. Los que vivimos en Madrid tenemos la inmensa fortuna de la política de precios que se aplica en la plaza de Las Ventas. Desde 2´90 euros arriba al sol en una novillada hasta los 150´90 en barrera de sombra en corrida de toros. Hay un gran abanico de precios así que si vives en los Madriles y no vas, es porque no quieres.
¿Cuáles son las plazas más grandes?
- En primer lugar la Monumental de Méjico: 41.262 asientos, después Valencia (Venezuela): 25.000 asientos y cierra la lista Madrid con un aforo de 23.797 espectadores. En cuanto al diámetro del ruedo, los más grandes son El Puerto de Santa María cuyo diámetro mide 58 metros, Madrid con 61´5 metros y Ronda con 66.
¿Cuáles son las plazas más importantes?
Por historia y trayectoria son Madrid (considerada la más importante del planeta taurino) y Sevilla. Bilbao también es una plaza que junto a las dos anteriores, considero de las más importantes de España. Allende nuestras fronteras mencionaría a Arlés, Mont de Marsan, Nîmes, Dax y Bayona en Francia. Al otro lado del oceáno Méjico DF, Guadalajara, Lima y Bogotá. La capital portuguesa es considerada la catedral del toreo a caballo.
Las plazas se clasifican administrativamente en categorías: 1º, 2º y 3º. Hay muchos que hablan de una 4º categoría. Barcelona, Bilbao, Córdoba, Madrid, Málaga, Pamplona, San Sebastián, Valencia y Zaragoza son de primera categoría. La segunda corresponden al resto de capitales de provincia más algunos pueblos por relevancia o historia (Carabanchel, El Puerto de Santa María, Aranjuez...) y de tercera, todas las restantes.
¿Y las más antiguas?
-Ordenadas alfabéticamente son:
Aranjuez (Madrid). Construida en 1796 por orden del Rey Carlos IV.
Béjar (Salamanca). Lleva en pie desde 1667. Por ser la más antigua, es conocida como "La Ancianita".
Campofrío (Huelva). Data de 1718.
Ronda (Málaga). Pertenece a la Real Maestranza de Caballería de Ronda. Finalizada en 1785.
Santa Cruz de Mudela (Ciudad Real). 1722.
Zaragoza lleva celebrando corridas de toros desde 1764. 
Otra plaza también muy antigua es la de Sevilla, iniciada en 1760 y tras varias remodelaciones completadas en 1881.
Hay que mencionar que Arlés y Nîmes tienen sus cosos adaptados en los anfiteatros romanos y Acho, nombre que recibe la plaza de la capital peruana, data del 30 de enero de 1766. 
No todas las plazas son circulares como muchos pueden pensar. Por ejemplo en la provincia de Ciudad Real están la ya mencionada Sta Cruz de Mudela que es rectangular y Almadén de ruedo hexagonal. La gaditana Villaluenga del Rosario también es rectangular. Y muchos pueblos al no tener plaza fija, celebran las corridas en su plaza mayor, quedando el ruedo rectangular siguiendo la línea de los edificios colindantes. 
¿En qué países muere el toro?
-En ocho naciones se dan festejos taurinos: España, el sur de Francia, Portugal, Méjico, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela. Nuestra vecina Portugal es la única que lo prohíbe. Pues bien, es absurdo y ridículo, lo primero porque el toro en Portugal también muere, lo hace en un corral y atado en un cajón y lo segundo porque el toro es criado para este fin, combatir en la arena y morir a estoque. Morir en la oscuridad de un chiquero es privarle de ello.
¿Los toreros se visten en la plaza?
-No, no hay vestuarios. Los toreros se visten en el hotel y van en coche hasta la plaza. Es habitual para un aficionado ir a recibirles al patio de cuadrillas tanto al inicio como al finalizar el festejo. En el caso de una salida a hombros también es frecuente que la gente vaya a la puerta grande para ver salir al torero y de la misma manera hay avispados que saltan al ruedo para acompañar al espada en tan glorioso momento.
¿Siempre van de luces los toreros?
- Sí. Hay otra vestimenta que se ve en ocasiones puntuales como es la ropa goyesca que los toreros lucen en memoria del gran pintor de Fuendetodos. Hay dos corridas importantes en la que los actuantes lucen esta ropa: la tradicional corrida Goyesca de Madrid celebrada cada 2 de mayo y la de Ronda a mediados de septiembre. Otras goyescas que solían tener tradición en el calendario eran las de Antequera, Aranjuez y Zaragoza. Este año se cumplen precisamente 10 años de la creación de la "corrida picassiana" en Málaga en homenaje al genial pintor. Y por último, la ropa corta que explico más arriba la lucen los alumnos de la escuelas en las llamadas clases prácticas en las que torean añojos y los toreros en los festivales benéficos.
¿Qué es una cuadrilla?
-La cuadrilla es el equipo que tiene el torero. Éste está ayudado por tres banderilleros y dos picadores. Las otras personas que suelen acompañar al torero pero no actúan ante el toro son el apoderado, que en otros ámbitos como la música o el deporte equivaldría a un "mánager"; el mozo de espadas y el chófer del coche de cuadrilla. Con la llegada de nuevas tecnologías, muchos matadores incorporan en su cuadrilla una última persona que suele hacer las veces de fotógrafo, responsable de comunicación de la página de Internet o redes sociales y agente de prensa. Otro miembro y que es un gran desconocido es el veedor. Un veedor tiene la misión de ir al campo y ver en cada finca los toros que considere más óptimos para que toree el matador al que representa.
Cada torero lleva su cuadrilla en un festejo. Si la corrida se celebra en mano a mano, o sea dos toreros y tres toros para cada uno, cada matador deberá incluir un picador y un banderillero más. Si un torero mata él solo las seis reses, deberá llevar dos cuadrillas completas además de la suya propia.
Si es mano a mano, el reglamento obliga a que actúe un sobresaliente, o sea, un matador que toreará en caso de percance de alguno de los otros dos toreros. Y es un único torero, habrá un sobresaliente más. Los rejoneadores también llevan su cuadrilla, pero como ellos "lo hacen todo", no existen los picadores en esta modalidad de toreo. Y los subalternos no ponen banderillas, si no que simplemente están a las ordenes de su jefe de filas para cualquier cosa que puedan necesitar mientras el toro está en el ruedo, así que reciben el apropiado nombre de auxiliadores.  
¿Cuánto dura la temporada?
-Suele empezar en Europa a primeros de febrero y acaba a mediados de octubre. Es habitual que las ferias taurinas vayan a la par que el calendario religioso. En el caso de Madrid hay toros todos los domingos desde mediados de marzo hasta el día de la Hispanidad. En la feria de San Isidro, que tiene lugar en Madrid entre mayo y junio, hay festejos durante 31-34 días seguidos.

Son muchas y variadas las preguntas, pero así es el toreo: complicado por su singularidad y apasionante una vez se conoce. Esperando haber aclarado muchas dudas generales, me despido y espero vernos pronto en alguna plaza.


viernes, 8 de marzo de 2019

Un viaje en el tiempo: la muerte del Caudillo y el nuevo milenio.


Dejé mi historia contando como fue el toreo durante el gobierno de Francisco. Tras 36 años que han marcado la historia de España en todos los aspectos, comienza un nueva era: con la Transición y tras la muerte de Franco los cambios sociales, políticos, culturales etc se suceden en España. Llegan los 80 y una corriente juvenil alcanza una fama insuperable en la capital:es la Movida madrileña. Gabinete Caligari, Loquillo… Esta gente es aficionada y presume de ello dejándose ver en las plazas de toros. Antonio Chenel “Antoñete”, fue el torero de esta generación. Tras mucho tiempo de mediocridad y de hastío, Chenel, con ese halo castizo, bohemio y un toreo clásico y bello hizo que los drogadictos, los músicos, los “colgaos” y muchos aficionados aburridos de monotonía se fijaran en él. Dos héroes caen en la arena en esta década golpeando en la sociedad del momento: el gran Paquirri en el 84 y el jovencísimo Yiyo en el 85. En el lado amable, Madrid “canoniza” a un ganadero y hace que forme parte de su historia y leyenda: Victorino Martín.
En Los 90, surgen varios toreros de distinto corte y trayectoria, por citar a alguno, citaré a un gaditano que causó furor: Jesulín. Con la llegada de nuevos canales en abierto como Antena 3 y Telecinco se empiezan a dar festejos a mansalva. Comenzó el espectáculo de un torero que era valiente y poderoso pero acabó enredado en este mundo: líos amorosos, se bajó los pantalones delante de toda España, toreaba única y exclusivamente para mujeres, cantó ante cientos de personas… en lado opuesto de la frivolidad, toreros como Enrique Ponce o José Miguel Arroyo “Joselito” (que nada tiene que ver con el sevillano de principios de siglo), mandaban en el escalafón y movían aficionados sin necesidad de escándalos amorosos o grotescas extravagancias fuera de la plaza.
Llega el nuevo milenio y Enrique Ponce, José Tomás y El Juli dominan el toreo. La crisis económica y la corriente animalista hacen mella. Barcelona cierra sus puertas, si en los 80 el PSOE y el Partido Comunista iban a los toros y celebraban festivales, ahora la izquierda ataca sin piedad y el número de festejos se reduce. De las plazas abarrotadas y vacas gordas de los 80 y 90 a la caída estos últimos años. Decía Antonio Ordóñez que en su época a los españoles les aburrían los toros y las plazas no se llenaban. Ahora las plazas no se llenan y los mismos nombres se repiten en todas las ferias. ¿Será cuestión de cambios cíclicos? Ya veremos.
En escultura destacó Benlliure, filósofos como Ortega y Gasset, Víctor Gómez Pin y Francis Wolff han disertado sobre la tauromaquia, grandes diseñadores como Giorgio Armani han creado vestidos de torear, Federico García Lorca cantó la muerte de Ignacio Sánchez Mejías, en muchos museos hay alusiones al toreo y gracias a las nuevas tendencias y modas destacando la gastronomía, grandes cocineros están poniendo en valor esta carne para los paladares más exigentes... ¿Qué más puedo contar? Mejor os sugiero que os acerquéis a una plaza, compréis una entrada y descubráis todo esto.
Hemos hablado de música, de arquitectura, literatura, medicina, de zoología… ¿Ven como el toreo es fuente de aprendizaje? Parafraseando al gran Juncal, “El mundo entero está rendido a este arte y todo gira alrededor de la tauromaquia: los músicos para componer pasodobles, los poetas para cantar a los toreros, los médicos para curar a los toreros, los arquitectos para construir plazas, los pintores para pintar toreros y las mujeres para amar a los toreros”.
Así pues, paciente lector, y no me extiendo más para no ser tachado de pesado, verá que el toreo va a la par que la historia, aunque muchos lo desconozcan o lo nieguen. Espero que haya disfrutado y si no, pues no pasa nada. Y si pasa ¿qué importa? y si importa ¿qué pasa?


Un viaje en el tiempo: la guerra y el franquismo.

Dejé mi relato en la muerte de Joselito y la recién construida plaza de Las Ventas.
Dediquemos unos renglones a hablar del eje de esta Fiesta, el principal protagonista: el toro. Diferentes sangres y razas han poblado el campo bravo durante siglos. Grandes vacadas han pasado a la historia. Desde monjes hasta reyes pasando por campesinos y gente dedicada a otros menesteres, todos han querido criar este totémico animal. Hasta la llegada de José, uno de los encastes más famosos era el Veragua. Tras una época en la que se buscaba que el toro diese espectáculo en el caballo, con el de Gelves en la cima del toreo, la idea cambia y se empieza a buscar un toro que aguante y dé emoción en la muleta. El toro de Tamarón reúne estas condiciones. El joven torero se pasea por las fincas como Pedro por su casa y opina, recomienda, aconseja y no duda en ayudar a los ganaderos en la búsqueda de ese toro. Todos los ganaderos cambian. Surgen nuevos encastes a base de cruces con diferentes sangres. A lo largo del siglo XX diferentes ganaderos harán historia. Por citar a los de más renombre mencionaré a los andaluces Juan Pedro Domecq, Pablo Romero y Eduardo Miura, al salmantino Atanasio Fernández, al madrileño Victorino Martín y el extremeño Conde de la Corte.

En 1928 un doctor inglés llamado Alexander Flemming, descubre la penicilina, importantísimo avance médico que evita las infecciones, por lo que ayudó notablemente en la recuperación de los toreros. De hecho, muchos de los matadores que morían no era por la cornada en sí, sino por las complicaciones que de esas heridas surgían. Debido a ello en la explanada de Las Ventas hay un monumento en su recuerdo.

Llega la década de los 30 y con ello la Guerra Civil. Franco se subleva y la contienda dura tres años. Miseria y pobreza abundan en España. La manera en que la guerra afectó al toreo, ya no solo en que cortó la temporada sino mucho más. Había que comer y muchas ganaderías fueron arrasadas para alimentar a la población. En la zona roja fue más duro, los ganaderos rogaron al Ejército Popular que cogiesen tantos animales como necesitasen, pero por favor mantuviesen un número determinado de vacas y sementales con el fin de mantener las camadas. Hicieron caso omiso de esta petición y un gran número de ganaderías fueron totalmente devastadas. No así en la zona nacional donde con cabeza y lógica las cosas se hicieron mucho mejor. En dicha zona la guerra se notó menos y se llegaron a organizar festejos benéficos.
En 1939 la guerra llega a su fin. Desde Burgos se emite un parte militar anunciando que la guerra ha terminado. Toca empezar de nuevo, reconstruir España y olvidar esos 3 años de conflicto. Ese mismo año toma la alternativa en Sevilla posiblemente uno de los personajes más conocidos en España, un cordobés llamado Manolete. Con la posguerra en el día a día, la gente lucha por volver a la normalidad. Con un gran número de ganaderías muy mermadas tras el conflicto, se decide retomar la actividad con los animales que queden en las fincas.
Durante el franquismo hay toreros para todos los gustos y de todos los estilos, pero son dos los que marcan taurinamente el inicio y fin de este periodo político: el ya mencionado Manolete, que muere en Linares en el 47 y otro cordobés también llamado Manuel. “El Pelos” arrasa por su personalidad y carácter fuera y dentro de la plaza. Llega el 600, el menú del día y los alemanes colorados con chanclas y calcetines. España está en pleno apogeo y Manuel Benítez “El Cordobés” es el torero del momento, gana dinerales y las fábricas y empresas dan permiso a sus empleados para que salgan de la oficina y le vean torear. Otro detalle importante a resaltar y es que por mucho que se diga, Franco y su equipo de gobierno no eran taurinos. Lo respetaban sin más. Iban puntualmente a las corridas más señeras. De hecho, apoyaron mucho más el fútbol que los toros.
Nace en Ronda una dinastía torera: los Ordóñez. Sin duda el más destacado fue Antonio. Tuvo gran amistad con el director de cine estadounidense Orson Welles y con el escritor Ernest Hemingway. De hecho, los restos mortales del cineasta descansan en la finca del rondeño. Ernesto se enamoró de España y sobre todo de Pamplona, gracias a él los “Sanfermines” alcanzaron una fama en Los Estados Unidos desorbitada.

Otro torero del que hay mencionar es Luis Miguel Dominguín, autentico figurón del toreo, fue amigo del malagueño Pablo Picasso que incluso le llega a diseñar vestidos para torear. La temática taurina en el pintor andaluz es constante. En homenaje al pintor, desde 2009 se celebran corridas picassianas en su Málaga natal. Los toreros adornan con fantasías y detalles sacados de sus cuadros los bordados de los vestidos.

martes, 5 de marzo de 2019

Oportunidades y huelgas de hambre.

Acaba de terminar una huelga de hambre el novillero Jesús Álvarez tras ver que no está anunciado en la temporada de su Sevilla natal. Tras varias jornadas al raso en la reja de la Real Maestranza con un saco de dormir y una pancarta reivindicativa a la espera de una reunión con los empresarios, ha pasado los días y las noches con la esperanza de que llegase una oportunidad. Habiéndose reunido con los mandamases maestrantes y según las noticias que he leído, por lo visto el joven torero tendrá campo para entrenarse y novilladas para rodarse por los pueblos con el objetivo de llegar a la capital andaluza con un mínimo de oficio la temporada siguiente.

Leyendo situaciones como la de Antonio Camarena, Franco Cardeño o Juan Belda que caminó desde su Fortuna natal hasta Las Ventas en 2013 con el mismo propósito y aún no ha toreado en dicha plaza, o la reciente que protagonizó el sevillano Javier Velázquez el pasado verano en Madrid y así ocurrió: tras varias jornadas de protesta durante el mes de agosto, consiguió torear una tarde en esta misma plaza días después. Un petardo y el enfado monumental de los aficionados allí reunidos fueron el resumen de su actuación; comprobamos ver que por mucho que se proteste, si luego no das la talla, se paga caro. Todos ellos pasaron sin pena ni gloria en las oportunidades que recibieron.
Hay un dicho que reza: no se torea porque no se triunfa y no se triunfa porque no se torea.
Recientemente ha sido emitido en Tendido Cero un reportaje en el que tres toreros con falta de contratos han contado su experiencia de entrenar duramente sin saber cuando se va a torear y sobre todo, de como la afición y la ilusión les hacen no desesperar: Miguel de Pablo no estuvo en Valdemorillo tras ser el triunfador el año pasado, Fernando Adrián dejó una gran impresión en Ajalvir y Cristian Escribano que toreó el pasado otoño en Las Ventas en la que se recuerda aquella magnífica estocada. Debo mencionar a Alberto Pozo, un chaval manchego que sin pinta ni hechuras de torero, en el estío madrileño toreó en el ruedo capitalino dejando una impresión más que positiva: ganas, ilusión y oficio. Nadie sabía de este muchacho curtido en las capeas. Debe volver. Mientras unos reclaman en la calle, otros se cuajan en plazas de carros durante las fiestas de los pueblos ante toros que aterran por su descomunal volumen. Ahí están los resultados.

Quiero hablar de dos toreros que también pasaron por el trance de no tener contratos y a base de esfuerzo y suerte están en boca de todos sin protestar ni hacer huelgas: el riojano Diego Urdiales que tomó la alternativa en 1999. Después de mucho tiempo en el banquillo logró el indulto de un toro de Victorino en 2007 en la capital de su tierra y una gran tarde el año siguiente en Madrid le hicieron volver al circuito para estar en la agenda de los empresarios. Otro torero es similar situación era el extremeño Emilio de Justo, que vio como en 2010 un toro se le iba vivo en Madrid y desde entonces descendieron los contratos. Una gran tarde en Hervás (Cáceres) en 2013, un exilio colombiano y sus continuos triunfos en Francia le han hecho volver a las grandes ferias siendo uno de los toreros más destacados en 2018 en el que la guinda fue la puerta grande en Madrid. Otro torero que está en el circuito triunfando con todo tipo de encastes es Manuel Escribano. Tomó la alternativa en el año 2004 y como otros tantos tras el doctorado, no toreó muchas tardes los años posteriores. En el año 2013 "El Juli" toreaba la corrida de Miura en Sevilla pero días antes cayó gravemente herido. La empresa llamó a Manuel para que sustituyese a Julián y el de Gerena salió a hombros. Gracias a ese triunfo es un torero habitual en todas las plazas.

"El banquillo, o te curte o te hunde", afirma otro dicho taurino. Cada uno es libre de hacer su camino y protestar como considere, pero en el toreo estas protestas siempre son más difíciles sabiendo que no solo depende del torero sino también del de las cuatro patas. A mí no me gustan esas maneras, porque opino que el toreo no puede ser una ONG en la que haya que dar un contrato al primero que lo pida. De nada sirve si luego no se cumple en la arena. Y así lo he comprobado al curiosear otros casos parecidos.
Jesús ni será ni el primero ni el último que buscará una forma de hacerse escuchar. El gran juez que hay aquí, ni más ni menos es el toro y el que de verdad mostrará las ganas que tenga de triunfar el torero que tenga delante. Ojalá este joven sevillano tenga suerte.

El novillero delante de la Plaza de Toros de Sevilla donde ha acampado



sábado, 2 de marzo de 2019

Un viaje por el tiempo: el toreo a comienzos de siglo.

En una pasada publicación anoté que el toreo es fuente de aprendizaje en diversos campos ya que siempre se aprende algo sobre geografía, arquitectura, incluso de números (en el toreo 2 y 2 nunca serán 4, jeje, el que sea aficionado lo entenderá), moda, zoología, etc. Uno de esos campos, la historia nos recuerda que ella y el toreo han ido de la mano cual matrimonio celebrando unas bodas de diamante. Y así ha sido entre la Fiesta de los toros y la de España.


El siglo XX estuvo plagado de hechos y acontecimientos trascendentales para la historia y como el toreo no fue ajeno a ello, intentaré hacer un viaje ameno procurando unir ambas disciplinas. Harto de antitaurinos que nos llaman incultos y paletos he decidido escribir este artículo para demostrar todo lo que se puede aprender gracias a los toros. He leído recientemente un libro en el que cuenta la historia del toreo a lo largo de este periodo, pues añadiendo pequeños apuntes míos haré un resumen de todo lo aprendido. Me dejaré muchos detalles en el tintero, pero a vuelapluma contaré aquello que me venga a la memoria a medida que escriba estas líneas y que he descubierto gracias a todo lo que hay en torno a un hombre y este animal.

Las dos primeras décadas del siglo XX, fueron dominadas por dos sevillanos: Juan Belmonte y Joselito "El Gallo". Otro torero importante fue Rodolfo Gaona, un mejicano que vino a España y llegó a figura del toreo. Una segunda fila de toreros quiso, pero no pudo llegar a la fama, ya que el nivel que imponían Juan y José era imposible de alcanzar.
España se mantuvo neutral en la 1º Guerra Mundial, pero los españoles ya estábamos ocupados en otra guerra, sí, estábamos en guerra, la que dirimieron en los ruedos los toreros sevillanos anteriormente mencionados: Juan y José y la trasladaban a las barberías, tabernas y casinos sus acérrimos partidarios. Ríase usted de la enemistad entre el Real Madrid y el FC Barcelona. José era el poderío, la inteligencia y la facilidad delante de los toros, todo al contrario que Juan que era la imaginación y la improvisación. José venía de una familia torera que residía en un pueblo llamado Gelves, y Juan del famoso barrio de Triana y la única manera de acercarse al toro era escapándose por la noche a los campos de Tablada y tras esconder sus ropas cruzaba el Guadalquivir para torear desnudo a la luz de la luna. Debido a sus maneras de torear, de él decían que había que darse prisa en verlo porque era posible que un toro acabase pronto con su vida. No fue así ya que se retiró tarde y llegó a cortar dos rabos en la plaza de Madrid.
En cuanto a José, he mencionado su prodigiosa capacidad técnica e imaginativa, era un portento delante de los animales. Su padre, Fernando Gómez "El Gallo" era matador de toros, y sus hermanos también lo fueron, Fernando y el genial Rafael. Todos apodados con el mismo nombre artístico; otro matador tenía en su familia pues era cuñado de Ignacio Sánchez Mejías. Pues al tema que nos lleva José, es que él fue el principal responsable de la construcción de plazas de toros, las llamadas monumentales. Las plazas se quedaban pequeñas y meter mucha gente era una opción para abaratar el precio de las entradas, por lo que decidió empezar por Sevilla. Había un problema, y es que el poder lo tenían los maestrantes y ver una plaza nueva que hiciese competencia a la orden militar, les ponía de mal café. Aun así, José consiguió ver la plaza construida y con más aforo que la Real Maestranza de Caballería. Ubicada en el barrio de San Bernardo, su historia fue breve: inaugurada en 1918, clausurada en 1921 y demolida en 1930. Apenas quedan unos vestigios de aquel sueño de Joselito. Ese sueño sevillano viajó hasta Navarra pues la plaza pamplonesa fue construida con los mismos planos que la de Sevilla, sigue en pie y tiene un aforo de 19.500 localidades aproximado y tras la de Madrid, es la segunda más grande de España. En 1914 se inaugura otra monumental con un aforo de 19.582 espectadores, esta vez fue en la Ciudad Condal y la última es precisamente la de Madrid, y aunque podríamos hablar horas y horas contaré unos breves detalles sobre esta plaza. Antes de la de Madrid hubo dos plazas de toros: la de la Puerta de Alcalá y la de la fuente del Berro también llamada la de la carretera de Aragón donde actualmente se ubica el moderno Palacio de los deportes. Se empezó a construir en unos terrenos llamados La Venta del Espíritu Santo y así quedó el nombre: Monumental de Las Ventas del Espíritu Santo. Fue diseñada por José Espeliú que falleció antes de terminar el proyecto por lo que fue Manuel Muñoz Monasterio (el estadio Santiago Bernábeu fue diseñado por él) quien concluyó esta plaza de toros. Se empezó a construir en 1922, las obras terminaron en 1929 y en 1931 se celebró la corrida inaugural. Tiene un aforo de 23.798 espectadores. Fallecido en 1920 a la edad de 25 años en Talavera de la Reina, José no llegó a ver esta obra realizada.

En cuanto a Juan Belmonte, solía reunirse con los intelectuales de su época para hablar y compartir opiniones: Ramón Pérez de Ayala, Ramón del Valle Inclán, Romero de Torres… El Pasmo de Triana atraía a todos estos personajes embelesados por su forma de ser y carácter. Un escritor sevillano llamado Manuel Chaves Nogales y que era periodista, dejó un gran libro en el que habla sobre el trianero. Esta biografía es de obligada lectura para cualquier aficionado a la tauromaquia. No solo se trata de la vida de Juan, sino que es una descripción maravillosa sobre cómo era esa Sevilla de finales del XIX y principios del XX.

Tras la muerte en Talavera de Gallito ya que éste era otro de los apodos que recibió José, otros dos toreros destacados durante la segunda década de este siglo, fueron el madrileño Marcial Lalanda y el bilbaíno Martín Agüero. Debido a su trayectoria e importancia, fueron compuestos pasodobles en honor de ellos. Como comentario personal, me quedo sin duda con el que le dedicaron a Martín; sobrio y muy solemne, es un pasodoble habitual en las corridas de Bilbao.
Nos quedamos en la década de los 20 y albores de la Guerra Civil. Continuará...