lunes, 26 de septiembre de 2022

Un faenón de Fernando Robleño, las ganas de Luis Gerpe y el capote de Gómez del Pilar.

 El domingo 4  en Las Ventas se celebró la novillada concurso de ganaderías. El orden fue el siguiente: Los Bayones, Alejandro Vázquez, Montealto, Toros de Brazuelas, Quintas y Pablo Mayoral para Rubén Fernández, Alejandro Adame y Fernando Plaza. 

Tarde aburrida y descafeinada. Ni los novillos dieron el juego esperado, ni los novilleros se tomaron en serio la concurso. Abrió plaza un novillo de Los Bayones. Ni toro ni torero. Rúben llegaba a Madrid con tres costillas rotas de su anterior actuación en Francia. Le tocó en primer lugar un novillo absolutamente inválido del que se pidió con insistencia el sobrero, cosa que el presidente hizo caso omiso. Inseguro y desconfiado anduvo el muchacho. Dos avisos recibió en el cuarto. De nuevo pechó con otro animal vulgarote y dio el de Arganda del Rey un sainete con el descabello. Desafortunada presentación de Rubén. 

El segundo de la tarde fue un escurrido animal de Alejandro Vázquez. Se ve que Alejandro está placeado. El tener dos hermanos mayores toreros ayuda mucho. Mostró oficio pero sin alma ni alegría. Una faena que fue a menos y la rubricada con una espada que cayó baja. Aún así se dio el mejicano una vuelta al ruedo sin que nadie la pidiera. En quinto lugar salió un toro berrendo de Quintas, encaste Martínez. Bonito de lámina y correcto de presencia. El toro se paró en la faena de muleta así que Alejandro abrevió. También el descabello le hizo pasar un mal trago y llegó a ser pitado. Excesivo el trato que reciben los Adame en Madrid. Exigidos con dureza sin sentido. 


Cerró cartel Fernando Plaza. Lo mejor de la faena a su primero toro fue un buen inicio en la faena de muleta. Rodilla en tierra, le recetó varios doblones por bajo. Tuvo nobleza y humillación el novillo, condiciones que no terminaron de ser aprovechadas por el madrileño. En sexto lugar salió un precioso novillo de Pablo Mayoral. Fue devuelto y salió un novillo de Rekagorri. Otra soporífera faena para cerrar una soporífera tarde fue la que hizo Fernando a este toro. 

Los chicos vistieron de verde y oro, malva y oro y lila y oro. Aburrida, larga y tediosa tarde. Ni los chicos hicieron todo lo posible por lucir a los animales, ni éstos tuvieron la casta para aguantar un festejo concurso. Ni hace falta decir que los premios habituales en estos festejos, es decir, mejor toro, mejor picador y mejor brega, quedaron desiertos. 


El lunes 5 me fui a El Álamo. Cartel más que interesante: estaban anunciados Morante de la Puebla, Curro Díaz y Gómez del Pilar. Se lidiaron tres toros de Castillejo de Huebra (1º, 2º y 6º) y tres de Carlos Núñez; dos encastes diferentes: Murube y Núñez respectivamente. Morante sigue su periplo de torear cien tardes esta temporada. El último matador en torear la centena de tardes o superarla, fue El Fandi en 2008. El granadino acabó aquel año con 111 actuaciones. Muy lejos quedan aquellos años locos de festejos por doquier y matadores haciendo dobletes de tarde y noche. Según el portal Mundotoro, con la actuación en este pueblo madrileño, José Antonio lleva 71 festejos. Sin casta ni bravura no hay emoción. Al igual que en Las Ventas, el ganado fue desrazado. De Morante siempre se esperan cositas y ese lunes desplegó su tauromaquia: un inicio por largas y unas garbosas chicuelinas en su primero y otro inicio basado en recortes con medio capote al cuarto de la tarde. Saludó una ovación en su primero y fue injustamente pitado en el cuarto. Ante un toro que no dio ninguna opción, Morante, con lógica, optó por abreviar y parece que no gustó. Cuando un toro no vale, se abrevia en vez de estar aburriendo al personal y alargando faenas sin sentido. Morante pasó sin pena ni gloria por esta localidad. El siguiente matador era un torero de Linares que tiene muchísima personalidad: Curro Díaz. Cuando torea desmayado, con la muleta plana y ligando las series de muletazos, es una delicia, pero cuando hace lo mismo pero haciéndolo descoyuntado y poniendo la pata atrás, es completamente antiestético. A mi juicio es un torero que tiene ligazón y consigue bien hilvanar las series de muletazos pero con esos modos tan feos, la faena queda deconstruida cual receta de chef moderno. Mató bien y cortó una oreja. El quinto pegaba gañafones y enganchó la muleta de Curro en cada pase. Curro estuvo mal y fue silenciado. El que triunfó fue el diestro madrileño. Mientras los dos andaluces salían a pie al finalizar el festejo, Noé cortó dos orejas al tercero. Otro toro mansito de comportamiento y Noé procuró hacerlo todo a favor del animal. Su labor tuvo premio. Cerró la tarde con un animal brusco de embestida y que tampoco quería saber mucho de la muleta de Noé. Intentó sacar alguna tanda pero como el de Castillejo de Huebra se cerró en banda Noé, al igual que Morante, se fue a por la espada para concluir la faena. Cerró el trasteo con una buena estocada y salió en volandas por la puerta grande. 

Los toreros vistieron de lirio y azabache, verde y oro y gris perla y oro con remates negros respectivamente. En banderillas destacaron Juan José Trujillo en el cuarto, Candelas en el tercero y Ángel Otero en el sexto. Con la capa se lució Candelas en el sexto. 


El domingo 11 lidiaron dos ganadería que son sinónimo de emoción y que ambas tienen un importante historial en Madrid: Palha (1º y 3º), de Portugal y Saltillo (2º y 4º), de Andalucía. Y de Andalucía vinieron los toreros: De Cádiz Octavio Chacón; de Sevilla Pepe Moral y de Jaén el joven José Carlos Venegas.

Los que no fueron se ahorraron un petardo. Tarde decepcionante. Y larga. Un sobrero de Pereda (5º) permitió a Moral hacer un toreo moderno y circular pero que apenas tuvo eco en los tendidos y otro de Torrealta (6º) que salió simplón y que le tocó a Venegas. Antes en el tercero, el de Jaén dio una intrascendente vuelta tras una gran estocada. Lo más decente fue el interesante juego en la muleta del toro de Pereda y la pelea en el caballo de los toros de Saltillo. El veterano Chacón pechó en primer lugar con un toro que se vino arriba en la faena de muleta y que previamente empujó con fuerza en el segundo puyazo.  El cuarto fue un toro que debió ser devuelto pero, aún con toda la gente pidiéndolo, el Usía hizo caso omiso y la faena quedó en nada.

Los toreros vistieron de celeste y oro con remates negros Octavio Chacón, de canela y oro Pepe Moral y de fucsia y oro Venegas. Juan Melgar picó con tino al sexto. 


El desafío del domingo 18 estuvo compuesto por las siguientes ganaderías castellanas: la salmantina Hoyo de la Gitana (1°, 2° y 3°) y la abulense José Escolar (4°, 5° y 6°). Para mi gusto un cartel muy interesante: el veterano Fernando Robleño (oliva y oro) y dos toreros jóvenes: Miguel Tendero (azul pastel y oro) y Luis Gerpe (marino y oro) que se confirmó la alternativa. Salvo el cuarto, lo demás fue un rosario de toros descastados y sin emoción. 

Por dejar lo mejor para el final, diré que el garbanzo negro le tocó a Miguel. El de Albacete pechó con un lote que fue totalmente nulo. No tuvo Miguel ninguna sola opción. 

En segundo lugar hablaré de Luis Gerpe. Un torero nacido en Madrid y que estos años ha contado con muy pocas oportunidades. Ha estado cruzando el océano estas temporadas cuando aquí escaseaban los contratos. Poco a poco consiguió hacerse un hueco en las ferias de los pueblos y a base de sudor y mucho esfuerzo, ha entrado (y triunfado, que no es poco) en el circuito de las plazas portátiles viéndose las caras con toracos de imponente tamaño: los pueblos de Madrid, Ávila, Toledo, Segovia, Cuenca, Guadalajara... han sido testigos del crecimiento de este torero. No sólo ha aprendido y mejorado su técnica con el paso del tiempo si no que además tiene gusto y sabe manejar los trastos de torear. Tuvo una oportunidad de oro y no la desaprovechó. Sus toros fueron devueltos y por ello, hasta en cinco ocasiones demostró su toreo con el capote. Dejó destellos de buen toreo y pegó varias verónicas preciosas. En su primero toreó con primor al natural y rubricó la obra con un espadazo soberbio. Hubo cierta petición de oreja pero como no fue mayoritaria, Luis dio una vuelta al ruedo. El sexto, un toro de Couto de Fornilhos al que incomprensiblemente el presidente devolvió sin motivo alguno. Un toro cuajado y muy serio. Mostró fijeza y recorrido en su comportamiento... Un toro con el que Luis seguramente habría hecho algo importante. Salió un flojo toro de Montealto y Gerpe hizo un esfuerzo más. Madrid lo reconoció y dio otra vuelta al ruedo.

Y cerraré con la actuación de Robleño. Sin espada no hay paraíso. Fernando tendrá pesadillas esa noche. De no ser por el acero, habría abierto la puerta grande. Sería la tercera de su carrera. Su primer toro blandeó al principio y durante la faena de muleta puso mil y una complicaciones. Fernando fue todo paciencia y valor. Mató mal y dio una vuelta al ruedo. La obra cumbre llegó en el cuarto: Camionero de nombre y del hierro de José Escolar. Madrid rugió. Fernando tiene el poso y la madurez de los toreros veteranos. Aplicó lo que siempre pido en estos artículos: brevedad. La faena fue perfecta. Tuvo un prólogo, un desarrollo pero faltó el epílogo. Un manojo de doblones por bajo, un puñado de muletazos hondos y profundos con cada mano y tras un vistoso cierre faltaba matar.  Los olés roncos y secos resonaron en todo el edificio. Madrid estaba en pie. Y estaba expectante. Pero falló. Hundió la espada tras dos pinchazos y toda posibilidad de salir a hombros se desvaneció. ¡Torero! ¡Torero! Madrid aclamó a Fernando y éste, agradecido, dio dos clamorosas vueltas al ruedo. Inolvidable. Camionero fue grande e imponente. Tuvo nobleza y fijeza en las telas.

Tres vueltas de Fernando y dos de Luis. Situación poco habitual y menos en Madrid. En una noche de derbi madrileño y la Selección arrasando en la final de baloncesto, todos aquellos aficionados que eligieron ver un partido de baloncesto o de balompié, se perdieron una de las faenas más toreras y apasionantes de esta temporada. Hay que ir a la plaza. Por aquello de "que no te lo cuenten". 

Los picadores estuvieron mal y entre las cuadrillas destacaron Fernando Sánchez, Iván García y José Pedro da Silva. 



El domingo 25 se cerró el verano en Madrid con una corrida concurso de ganaderías. Este fue el orden de lidia: Juan Luis Fraile, Fermín Bohórquez, Pallarés, José Escolar, La Palmosilla y Sobral para Javier Castaño, Rubén Pinar y Gómez del Pilar (respectivamente caldero y oro, celeste y oro y sangre y oro respectivamente). Sin duda por su trapío y presentación, los dos toros más imponentes fueron el de Escolar y el de Sobral. Y por comportamiento el toro ganador del concurso fue el de La Palmosilla. 

Lo más destacado lo hizo Gómez el Pilar. El madrileño lo bordó con el toro de Pallarés. Con el capote estuvo sensacional. Su toreo a la verónica puso Madrid en pie. El desastre llegó en el tercio de varas. Recibió un criminal puyazo en un costillar que lo lesionó. Madrid montó en cólera con el desafortunado picador. Con la poca fuerza que le quedaba al animal, y aún con la boca cerrada, embistió con mucha clase a la muleta de Noé. Cerró la tarde con un precioso toro del hierro luso de Sobral. Deslucido el animal y el torero sin verlo claro, nada pasó en este último capítulo. Aún así Noé vuelve a dar un toque de atención y demuestra que es un torero a tener en cuenta.

Javier Castaño pechó en primer lugar con un áspero animal que siempre iba con la cabeza por las nubes. Sin casta y midiendo las embestidas, Javier pasó un calvario con aquel Fraile. Y de nuevo pasó el salmantino las de Caín en el cuarto. Un toro dificilísimo y peligroso hizo que el salmantino sudase la gota gorda. Sin pena ni gloria pasó Castaño por Madrid.

El albaceteño mató al segundo de una gran estocada. El toro de Fermín tuvo nobleza pero le faltó fuerza. Lo más vistoso de aquel trasteo fueron algunos naturales sueltos. En quinto lugar anduvo con el gran toro de La Palmosilla. Un toro de lío y para hacer algo importante pero Rubén se perdió en un toreo moderno y circular y en vez de aprovechar la calidad de aquel animal pegó pases por doquier que nadie se acordaba cuando acabó el festejo. El animal fue ovacionado fuertemente en el arrastre. 

En cuanto a las cuadrillas destacaron en banderillas Juan Sierra en el 2º y Ángel Otero y Pedro José Cebadera en el 3º.


Los toros para la inminente feria de Otoño estarán expuestos al público en los corrales de la Venta de El Batán, en la casa de Campo de Madrid. Desde mañana martes 27, los toros de Fuente Ymbro y Adolfo Martín desde las 10 hasta las 19 horas. Entrada gratuita.