domingo, 20 de septiembre de 2020

Situación actual de la Fiesta.

 Como en este rincón me gusta dar sitio a todo el que le apetezca hablar de toros, hoy daré voz a un aficionado que ha querido colaborar en BEC escribiendo sobre su visión de cómo está el panorama taurino.



Una opinión sobre la Fiesta Nacional.

La Fiesta a lo largo de los siglos ha tenido en España una gran acogida popular llegando a ser considerada como la Fiesta Nacional por excelencia. Desconozco cuándo se acuñó este término, pero nos indica que recoge de una forma muy expresiva lo que supone el "genio" español. Eso que ha distinguido a los españoles de todos los tiempos de otros pueblos y que lo han plasmado de una forma tan rotunda nuestros pintores, escultores, arquitectos, escritores e incluso los descubridores de nuevos mundos que los conquistaron y los colonizaron y los evangelizadores que cristianizaron dichas tierras descubiertas.

España es una nación con un gran pasado y una de las pocas naciones que ha influido decisivamente en la Historia Universal.
Por ese motivo una corrida de toros es algo que ha asombrado a tantas personas de otras culturas. Es un acontecimiento que va mucho más allá de un simple espectáculo; es mucho más profundo. pues en él se refiere una forma de concebir la vida para que merezca la pena de ser vivida, llena de riesgos, de colorido, de belleza, de respeto... en definitiva: una vida rotunda y verdadera.

Pero algo que ha sido muy valorado a lo largo de los siglos en nuestra Piel de Toro, de repente, se encuentra rechazada por una parte muy importante de la propia población española. ¿A qué se debe?

1º. Cambio generacional.

En 1975 muere Francisco Franco, y comienza en España, tras su muerte, un Régimen Constitucional. Los gobernantes que ha tenido desde 1975, Adolfo Suárez, Felipe González y José María Aznar, junto con el Rey don Juan Carlos, fueron educados según los criterios culturales y religiosos del Régimen Franquista, por lo que tenían un concepto determinado de la vida a pesar de que en algún caso rechazaran a Franco y a su Régimen. Y de la misma forma sucedía con los españoles de edades similares a los anteriores.
Con la llegada al poder de los presidentes José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy (2004-2018) y con la subida al poder de Pedro Sánchez se llega a la situación actual en la que ocupan los cargos del Consejo de Ministros personas que en su mayoría han sido educadas y formadas en el Régimen Constitucional actual. Son personas sobre las que Francisco Franco y su Régimen no han tenido ninguna influencia. Y de igual manera tampoco la han tenido sobre los españoles nacidos a partir de 1970. Eso quiere decir que los españoles con edades inferiores a 50 años se han formado en su mayoría cultural y éticamente de acuerdo con los valores que les ha transmitido el actual Régimen Constitucional.

2º. Desapego de la religión católica.

Si a la muerte de Francisco Franco la sociedad española era mayoritariamente católica y vivía su vida siguiendo unos valores cristianos, podemos decir que las generaciones actuales son mayoritariamente agnósticas con estilos de vida muy alejados del ideal cristiano. Así, mientras que en el Régimen de Franco estaba prohibido el aborto y el divorcio, y las familias estaban unidas, en el Régimen Constitucional actual está todo ello permitido y abundan las familias rotas.
Con ello quiero indicar sin entrar a hacer una valoración moral, que en solo dos generaciones, la que va de los abuelos a los nietos, se trastoca por completo el sentido de la vida que tenían los primeros y que a su vez había sido el de las generaciones anteriores por siglos y siglos y aparece con los nietos una nueva forma de entender la vida. Como ejemplo se puede poner el de las parejas de novios actuales que viven maritalmente sin estar casadas, algo inconcebible antes de 1975.
Así los abuelos que nacieron en los años próximos a la guerra civil y conocieron las penurias de la posguerra tenían como objetivo principal en su vida el de fundar una familia, dando una gran importancia a las relaciones humanas. Todo lo demás, el progreso social y el bienestar material, aunque deseado, sería una consecuencia de su laboriosidad, pero no el objetivo único en su vida. En cambio, sus nietos, los jóvenes actuales que han vivido desde que nacieron en una sociedad muy próspera y que no han conocido las penurias de sus abuelos, tienen como objetivos principales acumular experiencias, cuantas más mejor y por eso viajan a muchos lugares y evitan formar familias para no comprometerse y así permanecer libres para conseguir sus objetivos.

3º. Nuevas inquietudes de las generaciones actuales.

Dado que el hombre desde su origen es un ser religioso, las nuevas generaciones al renunciar a las creencias religiosas de sus antepasados, se han encontrado con un vacío que de alguna forma deben llenar. Así surgen aficiones que en muchos casos se desarrollan como si fueran religiones: el deporte, los viajes, el medio ambiente, y de esta última surge una preocupación extrema por los animales, incluso llegando en algunos casos a pretender que se les reconozcan derechos humanos.

4º. Los errores cometidos por el propio mundo taurino.

El mundo del toro debería hacer un análisis de los errores que ha podido cometer y que han alejado a las generaciones más jóvenes de la Fiesta. Por ejemplo, Curro Romero en una entrevista, reconocía cómo en la Barcelona de los años 60 los empresarios organizaban corridas para turistas en las que  se generaba mucho dinero, pero a cambio, alejaban a los buenos aficionados y no se creaban nuevos. De esta forma, en Cataluña, la sociedad se fue desapegando de la Fiesta hasta llegar a la situación actual en la que incluso está prohibida por parte del Parlamento Catalán la celebración de festejos.
¿Por qué en Madrid sólo se llena la plaza durante la Feria de San Isidro y cada vez cuesta más llenarla? Y así sucede en toda España. Las plazas de toros sirven fundamentalmente para espectáculos musicales y es de ahí de donde obtienen los empresarios su rentabilidad.

¿Qué debe hacer el mundo del toro para recuperar a esos aficionados que se han ido?

5º. La feria de San Isidro. Reflejo del cambio social en torno a los toros.

Desde que se fundó la feria de San Isidro en los años 50, no hizo más que crecer el interés de los aficionados por ella. En los años 1980 a 2000 la plaza tenía una demanda de entradas que excedía en mucho su capacidad. Durante esos años, que coincidieron con las presidencias en el gobierno de Felipe González y de José María Aznar, era un orgullo para la gran mayoría de los políticos, independientemente de su ideario, poder asistir a las corridas de cualquier feria de España y así lo manifestaban.
En los periódicos de Madrid, durante San Isidro, se dedicaban todos los días varias páginas a los personajes públicos que asistían a Las Ventas. En ellas se podía ver diariamente a políticos, empresarios, actores, escritores, futbolistas y famosos en general. Todos sin excepción querían asistir a los festejos desde la barrera del 2, lugar en el que con frecuencia se sentaba Don Juan Carlos, gran aficionado y que hizo mucho por el mundo taurino.
Con la llegada en 2004 a la presidencia del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, la situación cambió por completo. Utilizando los cambios legislativos (matrimonio homosexual, aborto libre, etc ) y los medios de comunicación, se fomentaron nuevas formas de concebir la vida que aceleraron los cambios sociales y culturales en la sociedad española.
Así, en lo que respecta a los toros, se ha ido aceptando por parte de muchos españoles la idea de que una corrida de toros es un acto de barbarie y de suma crueldad para el toro. Y como consecuencia de ello se han ido alejando de todo lo taurino e incluso oponiéndose a su libre desarrollo. Y todo ello sin realizar un análisis crítico en profundidad.
Y así se constata que a la feria de San Isidro ya no acuden políticos, empresarios, actores, y famosos en general. En estos momentos aparecer como espectadores en un espectáculo taurino les perjudicaría en sus carreras profesionales.

Conclusión

El mundo del toro tiene que unirse para afrontar con inteligencia y habilidad el futuro incierto que se presenta.
Es responsabilidad de todos sus profesionales y aficionados comprometerse en esta tarea de defensa y promoción de la Fiesta Nacional.
El asunto de la pandemia es ya otro tema.

Un aficionado.



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Foto: J. J. Diago.