domingo, 16 de abril de 2023

Mario Alcalde pide sitio.

Estos días hubo movimiento en los corrales de Las Ventas. Los novillos salmantinos de Sánchez Herrero fueron rechazados y buscaron un encierro de El Conde de Mayalde. Así que desde tierras toledanas trajeron seis reses para Mario Alcalde, José Rojo y Carlos Domínguez. 

Abrió cartel el manchego Mario Alcalde. Curioso caso pues este novillero lleva trece años en el escalafón menor. Desconozco los motivos por los que aún no ha dado el salto al cuatreño y parece que no ha gozado de muchas oportunidades estas últimas temporadas. De hecho lleva siete años sin pisar la plaza de Madrid. Salió en primer lugar un novillo blando al que Mario lo toreo airosamente de capote. Con elegancia y parsimonia le recetó a Escultor un manojo de verónicas. Vistoso y variado fue el toreo de capa durante el tercio de varas. Galleó Alcalde por unas rogerinas para llevar al toro al caballo, luego quitó José con unas gaoneras y respondió el de Cuenca con unas talaveranas. El toro se fue apagando. Blandeó y perdía las manos. Con el torerísimo cartucho de pescado inició la faena pero ante la flojedad de aquel bicho poco pudo hacer. Una tibia ovación recibió desde el callejón que estropeó al salir a saludar. No era para tanto y alguna que otra protesta se escuchó ante tal atrevimiento.

Si en su primero demostró con capote y muleta que tanto tiempo de parón no le ha hecho mella, volvió a salir para recibir al cuarto de la tarde. A Chorlito I lo esperó en el centro del anillo con la mano diestra y le citó de largo. Cual Talgo embistió el novillo y le arrolló. La voltereta fue de espanto pero milagrosamente salió indemne. Se fue recuperando y siguió toreando de verdad: las zapatillas asentadas, los hombros relajados y las muñecas sueltas. Se entregó y firmó un ramillete de naturales de los que gustan en Madrid. A pesar de la lógica conmoción del porrazo aguantó y se puso en manos de los médicos al despachar al animal. Mató de un bajonazo y muchos pañuelos flamearon. Con criterio el presidente denegó una oreja que habría ridícula. Merece otra oportunidad. Hay que volver a contar con él. Su concepto y formas gustaron este domingo 16 en Madrid. 

José Rojo perdió una oportunidad de oro. Le tocó un novillo muy interesante en segundo lugar de nombre Chorlito II pero en vez de ponerse en serio y torear, anduvo pegando pases en los que abundó la cantidad en vez de la calidad. Acelerado y nervioso toreó en series con ambas manos y cerró la faena con una estocada en la que hubo petición de oreja que acertadamente no fue concedida. En quinto lugar salió un sobrero con el que el extremeño no pudo arreglar la situación. 

Carlos Domínguez también anduvo despistado. En tercer lugar salió Jaro y pidió que hubiera un torero dispuesto a darlos todo. Pero Carlos no quiso. Como se dice en el argot, "con un cortijo en cada pitón". Clase, humillación, repetición... Un novillo ideal para que un muchacho diese un golpe en abril y se le pusiera más boyante la temporada. El toro acabó en el desolladero con las orejas puestas y confío en que el torero, del tirón de orejas que le habrá tenido que dar su apoderado por perder semejante oportunidad, haya espabilado. Fue silenciado en sus dos toros. 







Entre las cuadrillas destacó Juan Carlos Rey banderilleando al primer toro.

Novillos de El Conde de Mayalde y de Villamarta (5º). Bien presentados pero de distinto juego. Destacó el tercero, de nombre Jaro que fue ovacionado en el arrastre. 6.500 personas según la empresa. Tarde fresca y agradable. 
Mario Alcalde (blanco y oro): ovación y ovación tras aviso.
José Rojo (berenjena y oro): ovación tras aviso y silencio.
Carlos Domínguez (verde menta y oro): silencio y silencio.

Próximo cartel:
Domingo 23 de abril a las 18:00 horas. Novillos de Guadaira para Curro Durán, Alejandro Mora y Miguel Andrades (presentación)

(Fotos: plaza 1)



lunes, 3 de abril de 2023

La emoción de una corrida de tres toros.

Hace escasos días un criador de toros de lidia comentó en un portal taurino: "habría que reducir los festejos de seis a cuatro toros". La polémica estaba más que servida. Ayer, domingo 2 de abril, en Las Ventas se celebró un festejo en el que saltaron al ruedo siete animales, pues el primer toro de la ganadería de Pallarés fue devuelto y salió un sobrero de Martín Lorca. 

Mansurrones y blanditos, no propiciaron un digno espectáculo. El tercero fue toreable y Adrián de Torres se lució en un manojo de naturales. Quitando esos breves instantes, lo demás fue aburrido y pesado. Muchas pipas, murmullos, cigarrillos y muchas cabezas gachas pendientes del móvil en la dura piedra venteña. La gente estaba a por uvas. Así pues omitiré la primera parte. 

Pero como lo mejor siempre se guarda para el final, desde Trigueros los hijos de Fernando Cuadri trajeron tres animales más serios que un guardia de asalto en noche de redada para cerrar el dominical festejo. Y la afición despertó. Comenzó la emoción. La gente se olvidó del "instagram", apagó los cigarros y dejó las pipas. 
Salió Mediador y pidió los papeles. Su explosiva salida hizo vibrar a muchos. Esaú Fernández vio que lo tenía era una papeleta, y muy gorda. En el caballo fue castigado en demasía, en banderillas se defendió aquel toro onubense y en la muleta pegó tarascadas. Esaú no estaba con ganas ni de sudar ni de asumir dicha papeleta. Espantó las moscas con varios banderazos y pegó un sainete con la espada. 


Una estocada de ley. Valió una oreja.

Adrián de Torres apechugó con Revisor. Una fiera corrupia que salió en quinto lugar y éste estuvo a la altura. No se dejó nada en el tintero. Meció los brazos y le pegó a aquel Cuadri varias verónicas  de cierta enjundia. Unos olés roncos y secos recibió como premio. La cosa empezó fenomenal pues Revisor puso a prueba los conocimientos de Adrián, y antes a los de su cuadrilla, pues los de plata pasaron las de Caín para banderillearlo. El de Linares, que vino en Otoño y la cosa no terminó de cuajar, le dieron una nueva oportunidad esta primavera y la aprovechó. Cortó una oreja que valió mucho. Cerró con un soberbio espadazo una labor a una pantera que quiso cogerle cada dos por tres. Le buscaba y estiraba el cuello intentando anavajar el muslo del matador. Tragó el andaluz y se la jugó sin trampa ni cartón. Rodó semejante fiera a los pies del jiennense y con una clamorosa vuelta al ruedo se cerró el quinto capítulo.

Tenía fe en Gómez del Pilar. Le he visto batirse el cobre con toros de diferente condición y confiaba en que ante semejantes panteras diese su mejor versión. El sexto toro, de nombre Paracaidista acometió con alegría y pujanza al peto de Juan Manuel Sangüesa y la plaza se puso en pie. Vibrante tercio. De largo fue colocado y con acierto fue picado. Este último también puso en muchos apuros a los banderilleros de Noé y se acabó rajando en la muleta. Así que con acierto y buen criterio, Noé abrevió pues el reloj marcaba las nueve menos cuarto. Larguísima tarde y eso que sólo hubo un sobrero. 




En vídeo, dos de los tres puyazos que vimos en el último toro. 

Así pues acabó una corrida de tres toros en la que hubo emoción, miedo y tensión. La otra corrida, la del sopor, el aburrimiento y el hastío está ya olvidada. Me acordaré de Adrián, de Paracaidista y de Juan Manuel Sangüesa.



Toros de Martín Lorca (1º), de Pallarés (2º y 3º), sosos y de desigual estampa todos ellos; y de Cuadri, duros, correosos e imponentes de presencia, que sustituyeron a los rechazados de Los Maños. Tarde larga, fresca y ventosa
Esaú Fernández (sangre de toro y oro): silencio y pitos. 
Adrián de Torres (blanco y oro): silencio tras dos avisos y oreja.
Gómez del Pilar (gris perla y oro con remates negros): silencio tras aviso en ambos. 
Entre las cuadrillas hay que destacar la brillante lidia al segundo de la tarde de un torerazo como es Curro Javier y los tres grandes puyazos de Juan Manuel Sangüesa al sexto. Fortísima ovación que recibió el picador.

Próximo festejo: Domingo 9 de abril a las seis en punto. Toros de Las Ramblas, de El Tajo y de La Reina para Curro Díaz, Borja Jiménez (confirmación) y José Garrido.

(Fotos: Ana Escribano y Andrew Moore)