miércoles, 29 de abril de 2020

Un rato con Jesulín de Ubrique.

Aparte de Enrique Ponce hay otro importante matador que este año celebra tres décadas en los ruedos: Jesús Janeiro, Jesulín de Ubrique. Con él he tenido la oportunidad de hablar y hacer un repaso de todos estos años en los ruedos.

Pregunta. ¿Cómo fueron sus comienzos?
Respuesta. Mis comienzos fueron bastante prematuros. Yo empecé bastante jovencito a torear, empecé con doce años, casi trece. Estuve un año en la escuela taurina de la Diputación Provincial de Cádiz durante un año. Hice una etapa sin caballos de los trece a catorce años y con quince debuté con picadores. Entre 1989 y 1990 toreé 170 novilladas. Tomé la alternativa y quitando dos paréntesis debido a una retirada que yo decidí y otra fue por un accidente de trafico. Hasta que me retiré en el año 2007 fue una trayectoria con un número impresionante de corridas. Contento con mi labor y mis defectos y virtudes. En el año 2010 cumplí veinte años y toree otros tantos festejos. Quería hacer lo mismo ahora pero la situación no acompaña.

P. Cuando usted empezaba, ¿en quién se fijó?
R. Yo tenía predilección por dos toreros: Rafael de Paula y particularmente Paco Ojeda, que ha sido mi maestro y el espejo en donde yo quería mirarme.

P. Como madrileño me gustaría que me contase de su relación con la plaza de Las Ventas.
R. De novillero no fui, no por el interés de la empresa que en esa época eran los Lozano, sino que bueno, no se dieron las circunstancias. De matador toreé alrededor de 25 tardes. No he sido un torero del gusto de un sector de la plaza. Te digo que tengo buenos recuerdos y he podido disfrutar de esos olés aunque no haya podido cortar una oreja. También hubo tardes difíciles en las que por parte mía o parte del toro que no nos entendíamos y no llegaba la cosa a ningún puerto. Aparte de esas tardes malas, por supuesto tardes buenas en ese ruedo que me hicieron disfrutar en esa catedral del toreo.

P. ¿Cómo fue su relación con las principales plazas de España y el extranjero?
R. Pamplona fue una plaza muy importante en mi trayectoria, en Castilla y León pude disfrutar en ciudades como Salamanca y Valladolid donde tuve tardes muy buenas. Sevilla ha sido una plaza muy importante en mi carrera; no tuve grandes éxitos pero pude triunfar y también por el resto de Andalucía que es mi tierra. En general en toda la geografía española: cuando se torea tanto en una temporada como hacía yo con ciento cincuenta tardes pues acaba toreando en todos lados. En general me he sentido querido y respetado no sólo aquí sino también Francia, Portugal y América.

P. Valor, temple, raza... ¿Cómo definiría su toreo?
R. Nunca he sido un torero artista. He sido catalogado como un torero poderoso, de ver muchos toros rápido, en cuanto a estar muy espabilado. Mi arma principal aparte del temple, era el gran porcentaje de toros que a mí me servían para poder triunfar. He sido un torero más tremendista que artista.

P. Capote, muleta... ¿Y las banderillas?
R. Me veía mejor con la muleta. Con el capote mejoré mucho con el tiempo. De hecho, en ciertos sitios hubo toros a los que cuajé con el capote y bueno, fui un torero que con el tiempo mejoré en todos esos aspectos. Con la espada también. De novillero banderilleé bastante, cosa que dejé cuando tomé la alternativa. En los primeros años lo hacía cuando veía que un toro me iba a permitir el lucimiento y lo hacía sin ningún tipo de problemas.

P. ¿Qué nos podría contar sobre el tercio de varas?
R. Cada toro tiene que ser picado según lo que considere el torero que tiene enfrente. Lo que si es verdad es que mi época los toros se caían  con frecuencia y había que medir muchísimo. En los últimos años con el auge de los correderos el toro tiene mas fuerza y con ello se reducen esas caídas. Con ello, el tercio de varas era más brillante porque el toro tenía más poder. La suerte de varas es algo que medía mucho porque si el toro era bueno y tenía buenas condiciones lo picaba poco para someterlo y quedarme con él. Cuando el maestro está delante es el que mejor lo ve y por tanto el que decide si tiene que ser picado más o menos.

P. ¿Cómo era aquel toro e los 90 cuando usted toma la alternativa al de años después cuando usted deja de torear?
R. Cuando yo empecé no existían los correderos donde entrenan a los toros y con el tiempo se fortalecen y se nota cuando llegan a la plaza. Hubo una época en la que al toro se le criaba en un cerrado y se le alimentaba. Cogían peso y volumen pero después con el tiempo se desinflaban. Con el tiempo, los ganaderos se dieron cuenta y adaptaron las dehesas para criar toros de una manera óptima. Con la llegada de los correderos la diferencia era notable. Al igual que los toreros se preparaban como deportistas de élite para medirse a un toro de lidia, este animal también era entrenado para ser lidiado. Con ello se consigue fortaleza física. Entonces claro, los toreros que no tengan capacidad de pulmón, pues cuesta mucho más trabajo. Ahora, la preparación actual es como la de un boxeador. De fondo y de todo, no de músculos sino de aguante, de fibra... y muy estilizados. No quiere decir que antes no lo eran pero el toro lo exige y hay que estar preparados.

P. Al igual que, por ejemplo, Julián López "El Juli" tiene Garcigrande o José Tomás el hierro de Núñez del Cuvillo como habituales. ¿Usted tuvo algún hierro por el que sintiera más predilección?
R. Bueno, Cuvillo nació con Espartaco y conmigo. La base de la ganadería de Núñez del Cuvillo como toreros primero fue Espartaco y más tarde Jesulín. El criterio, conocimiento, la afición y el talante es el ganadero quien lo pone pero es esencial tener una figura del toreo que la respalde.   Todos los años mataba catorce o quince corridas de Cuvillo, en torno a los cuarenta o cincuenta toros. Cuvillo y Jandilla han sido las más predilectas para mí. Luego había una que con el tiempo fue bajando era la de Bernardino Píriz y otra que era portuguesa: Cunhal Patricio. Esos cuatro hierros  siempre los maté. Dónde podía pedir las pedía y donde podía imponerlas, las imponía. ¡Eh! pero también maté de todo: Victorino Martín, Murteira Grave, Dolores Aguirre, Guardiola, Conde de la Maza, Conde de la Corte... Menos Miura, maté de todo.

P. Hablemos de los carteles mediáticos. A los que discrepan de esos carteles, ¿qué les diría?
R. No tendría que decirles nada, es más, esos carteles salvaban una feria y con eso lo digo todo. En una feria había carteles muy buenos con figuras en los cuales el público respondía pero aparte de ese cartel estrella, estaban los mediáticos en los que también había figuras. Pero... ¿A qué le llamamos mediático? Muchas veces lo he preguntado. ¿Qué es un torero mediático? ¿más o menos conocido? Yo creo que cuando una figura del toreo es conocida, es conocida en general. -¿Qué es un cartel mediático  para ti?- ¿los toreros que llevan a la masa? -Esos toreros son los que afortunadamente el escalafón tendría que tener, pero no uno o dos si no ocho o diez. ¡Lo que pasa es que eso es muy difícil! Lo importante es un torero que mueva al aficionado y también a la masa porque desgraciadamente las plazas no se llenan sólo con los primeros. Hay que contar con todo el público en general. Por ejemplo, un estadio no se llena sólo con aficionados al fútbol, se llena también con gente de fuera. Yo voy y no me gusta pero si hay un partido de máximo interés me apetece ir aunque no sea muy futbolero. Hay equipos y equipos y también hay toreros y toreros.

P. ¿Usted cree que el escalafón está falto de toreros con esa personalidad y carisma como usted fue?
R. Y o fui un torero que con mis defectos y virtudes pude plantar batalla a todas las figuras. Desperté bastante interés. Tuve esa suerte. Ahora mismo el escalafón tiene toreros muy importantes y muy buenos y también grandes figuras. También hay que pensar que hay matadores que han dado treinta vueltas a España y el que no, lleva veinticinco. Claro, veinticinco años en los ruedos llega un momento en el que los toreros tenemos una fecha de parada, donde hay que decir basta ya. Si estiras las cuerda acabas perdiendo el interés. El torero tiene que saber cuando quitarse o cuando poner un paréntesis. Opino que el que es figura, es figura por dos motivos: primero por sus méritos y segundo porque ha sabido atraer el interés del público. Si llevas muchos años, esa atención se pierde y vendrán otros. Lo que pasa es que la cantera lo tiene difícil, que lo chavales se abran paso es muy complicado. Si la Fiesta queremos que siga, tenemos que tener toreros nuevos y que despierten interés. Y ojalá salgan. Cuando yo llegué al escalafón mayor con Enrique Ponce ya estaban Dámaso González, Niño de la Capea, José María Manzanares, Ortega Cano, Paco Ojeda, Roberto Domínguez, Espartaco... Había un plantel de diez o doce figuras y a las cuales nosotros nos acoplamos, después ellos se quitaron y seguimos nosotros. Estaba Joselito... en fin, había unos cuantos toreros que fuimos funcionando. Después apareció Morante, "El Juli" y a uno lo van desplazando. Más tarde aparece Roca Rey, aparece Cayetano... A Litri, Jesulín, Camino etc nos iban quitando. Esto es así. Unos duran más y otros menos.

P. ¿Podríamos llegar a la conclusión en que las figuras del momento como no tienen competencia dura, están tranquilamente sin temor a que les quiten el cetro?
R. Cómodo no se está nunca delante de un toro. Hoy en día tú ves que hay un escalafón que a lo mejor no hay un tirón de toreros importantes te puedes relajar más porque una feria de Sevilla o de Madrid, tienen que contar contigo. También es verdad que estos últimos años las ferias se han reducido una barbaridad. En mi época Algeciras tenía seis corridas de toros, ahora dos. En Granada daban siete y ahora dan tres. Málaga daba siete y ahora hay cuatro. En Córdoba daban cinco y ahora son dos. Donde tienes que partir el peso es esos sitios pero luego hay otros lugares en los que hay cabida para todos. No es que se hayan acomodado, cuando están ahí es porque interesan y generan lo que ganan, digo yo.

P. Si el toreo no pasa por sus mejores momentos, el coronavirus ha complicado la situación. ¿Como ve el panorama?
R. Fíjate, a mí me ha cogido por partida doble. Como torero y ganadero. Como ganadero es un desastre porque no tenemos una idea clara de como se va a reactivar la temporada. Yo quería conmemorar mis treinta años con una temporada bonita y se ha ido todo al traste. Lo importante es velar por la salud de mi familia y la mía y la ganadería queda en un segundo plano. Es esencial es que esto se controle lo más rápido posible y a partir de ahí los toros, toreros... en general todos los que vivimos del mundo del toro tenemos que estar más unidos que nunca. Si hemos estado dañados con los animalistas, imagínate ahora con esta pandemia. Yo no quiero hacerme a la idea de muchos ganaderos que desgraciadamente van a tener que sacrificar animales porque no van a tener salida. Lo último que hay que hacer es tirar la toalla. Hay que tener en cuenta que también son números y nadie va a ir a tu casa a darte nada. Habrá que hacer de tripas corazón y sacrificar lo que haya que sacrificar. Son tiempos difíciles y complicados donde hay mucha incertidumbre, no sabemos en la situación a encontrar y como vamos a quedarnos y a partir de ahí habrá buscar un horizonte nuevo. El mundo del toro tendrá fuerzas para salir adelante y no me cabe duda si alguna vez nos hemos tenido que necesitar todos va a ser ahora más que nunca. Habrá que hacer una restauración de todo. Cómo se harán los próximos festejos y afrontar los costes de una corrida, un festival o una novillada. No sé tampoco las plazas como se van a adaptar para mantener la distancia... tendrá que estar todo claro y a ver que sucederá. Ojalá sea pronto y lo más rápido posible. Tengo mis dudas de ver si se puede hacer algo ya en 2020. A ver si en septiembre y octubre las ferias de estos meses, no puedes colapsarlos con más ferias de las que ya hay por calendario natural. Es inviable y así lo veo yo. Debemos centrarnos en la campaña 2021 y ya está en lo que queda de año a ver qué sucede y hay suerte de que salga una vacuna, esto se controle y la gente pueda volver a la normalidad dentro de unas medidas estrictas que en principio tendremos y bueno, que todo vuelva a su cauce. la Fiesta de los toros está siendo afectada como cualquier otro sector. Ahora te digo que como ganadero, tenía previsto lidiar en torno a cuarenta novillos y eso me da un dinero que entra en la finca y me permite mantener la ganadería un tiempo, tener un vaquero, un mayoral, cubrir gastos etc. Sin salida esos ingresos son inexistentes y bueno, me siento un privilegiado porque aún puedo lidiarlos el año que viene. Estoy viendo todos los toros de cinco años preparados para ser lidiados estos meses con los enormes costes que supone que rondan los cinco mil euros y tener que mandarlos al matadero por cuatrocientos euros, pues multiplica eso por la cantidad de animales que hay que sacrificar. Es una pena. Supongo que si antes adaptabas una hectárea por animal, ahora habrá que poner tres. Eso te obliga a reducir las ganaderías.

P. La última propuesta es la de lidiar toros a puerta cerrada. ¿Cómo lo ve?
R. No lo veo. Cuando he tenido que torear a puerta cerrada sin público ni nada, lo he pasado fatal. Me veo solo y vendido. Los toros tienen que ser con gente. Comprendo y entiendo que es una manera de poder dar un espectáculo para que la gente no se olvide de esto y lo importante es dar salida a todos esos animales. No lo veo... ¡es muy frío para mí!. No puedo decir de este agua no beberé. ¿Qué te van a proponer?¿como lo van a proponer ?¿qué se va a plantear? ¿? También habría que verlo. No sería el primero o  el último. Como me ha dado tanto miedo torear solo a puerta cerrada... lo veo exactamente igual. Tendrás que poner un par de cámaras... tendrás que poner una ambulancia ... ¿Y el toro? ¿en puntas? ¿con o sin fundas? No he puesto mucha atención a este tema porque no me lo he planteado. No lo veo claro. Si luego lo realizan y queda bien, ¡pues bienvenido sea! pero en principio no lo veo claro a eso.

P. ¿Qué me podría contar sobre su ganadería?
R. Adquirí un lote de vacas de Bernardino Píriz en el 90 y metí sementales de Jandilla hasta el año 2000. En ese año lo pasé todo a una segunda finca y compré un lote de vacas de D. Joaquín Núñez del Cuvillo de la rama de Osborne y después llegaron toros de Juan Pedro. Me he vinculado siempre a ese encaste. He tenido dos indultos y cuando estaba en activo solía lidiar un par de corridas de toros que las mataba yo en pueblos y demás. Porque mi toro no era grande, de vez en cuando salía alguno y lo llevaba de sobrero a alguna feria de primera. Y el resto era lidiado en las plazas de tercera. Lidié una ocasión un festival muy bueno en Bilbao y otro en Zaragoza, eso como plazas importantes. Pero como mi tónica fue tenerlo por afición y no por negocio, solía ir al circuito de los pueblos porque no buscaba el mercado del toro grande y la competencia con las ganaderías más importante en las plazas de 1º, porque es difícil competir con ellos.

P. ¿Qué opina de la televisión? ¿Hay que dar toros a mansalva o medido y eligiendo bien los carteles?
R. Yo soy un torero al que se le ha televisado muchísimas ocasiones y a mí, siempre y cuando se respeten los honorarios por derechos de imagen, nunca he tenido problemas. Pero bueno, el estar televisando muchas corridas no sé si será positivo. Yo creo que se pueden seleccionar muchas ferias o algunas y ya está. A mí no me fue mal.

P. ¿Cuál o cuáles fueron las tardes más rotundas de su carrera artísticamente hablando?
R. Las tardes que más me han dado fueron unas Fallas en Valencia y después dos tardes en Pamplona. En una corté cuatro orejas y en otra tres y un rabo.

P: En los 90, usted, Ponce y otros muchos toreaban dos veces en el mismo día. ¿Cómo los planteaba? Si agosto tiene treinta y un días, usted toreaba "35".
R: ¡O "38"!. Hubo un año en el que en el mes de agosto hice doblete cuatro o cinco veces. Buscaba localidades que estuviesen a corta distancia. Y la manera de llevarlas a cabo, para que diese tiempo a cumplir esos contratos, las corridas de la tarde las adelantaba y las nocturnas las atrasaba.

P. Famosa es aquella marca de 161 festejos toreados un mismo año natural, que fue en 1995.
R. Hay que tener en cuenta es que eso era entre marzo y octubre. O sea, la temporada en Europa. Los meses restantes toreaba en Lima, Quito, Bogotá, Méjico... por lo que la cifra podía subir hasta las 180 tardes en un sólo año sin contar festivales.  En el año 93 toreé 100 tardes, en el 94 fueron 154, en 1995 fueron 161, en el 96 hice 121 paseíllos, 90 en 1997...

Para acabar le voy a recordar diferentes anécdotas de su vida:
P. Corrupipi.
R. Un año tenía dos tardes en Bilbao y tras el primer festejo, me invitaron al circo Mundial junto a Bertín Osborne a ver la función y a apadrinar una tigresa que tenía unos cachorros. Fuimos y disfrutamos los dos un montón. Hacía mucho que no iba al circo. Cuando vimos los animales, le dije al director que qué animales tan bonitos y que me gustaría tener uno. La segunda tarde, mientras estaba en el hotel Ercilla apareció el director del circo con una caja. Me dijo que me traía un regalo y llevaba dentro un cachorrillo. Lo tuve en casa varios años.

P. El vestido amarillo.
R. Me hice ese vestido para romper un poco ese mal fario que hay con ese color. Para mí no lo tenía en absoluto así que en vez de uno, me hice tres de los cuales dos fueron en plata porque resaltaba más. Nunca lo hice con deseo de molestar a nadie. Es un color que a mí me gusta. Cuando juego al parchís por ejemplo, me gusta usar dicho color o el azul. Pero lo siento mucho por el torero al que le molestara pero no era mi problema.

P. La aventura musical de cantar Toda.
R. Tenía bastante tirón como torero. Lo que pasa es que vi que podía afectarme negativamente y corté por lo sano. Fue un capítulo que paso rápido por mi carrera. Hice el disco a primeros de año y en julio decidí cancelarlo y dedicarme a lo mío que era torear. Yo tenía una gira apalabrada para dar conciertos toda una temporada en vez de paseíllos pero ese mes de junio cambié de opinión. Asumí las consecuencias afrontando los gastos que eso conllevó y se acabó la historia.

P. La corrida de Aranjuez.
R. Fue una idea exclusivamente mía y de nadie más. No tenía ninguna necesidad de publicidad y lo hice para agradecer al público femenino tanto apoyo incondicional. La idea original era Toledo, pero días antes un toro me cogió en Bilbao, me partió la mandíbula y tuve que cambiar el plan. Busqué una plaza céntrica geográficamente hablando y elegí Aranjuez. Tras la noticia, varias cadenas se interesaron y con la que firmé la exclusiva de tres corridas fue con Antena 3. No sólo fue Aranjuez donde maté siete toros, pues también lo hice en El Puerto de Santa María (también fueron siete) un año después y al siguiente la plaza elegida fue Granada (seis toros) ya que entraron en aquella exclusiva.




lunes, 20 de abril de 2020

¿Lo sabes?

1. ¿Cuándo nació en Madrid Juanita Cruz?
A. 12 de febrero de 1917.
B. 14 de febrero de 1918.
C. 28 de marzo de 1920.

2. José Cubero "Yiyo" fue apoderado por...
A. Tomás Redondo.
B. Miguel Flores.
C. Manolo Chopera.

3. ¿En qué año se finalizó la Real Maestranza de Ronda?
A. El 20 de marzo 1785.
B. El 26 de abril de 1785.
C. El 13 de julio de 1785.

4. José Redondo "El Chiclanero" nació en Chiclana de la Frontera. ¿Cuándo?
A. 13 de febrero de 1814.
B. 13 de marzo de 1817.
C. 13 de marzo de 1818.

5. 22 de abril de 1928. ¿Qué ganadería tomó antigüedad este día?
A. Samuel Flores.
B. El Jaral de la Mira.
C. Hernández Plá.

6. El 7 de julio de 1922 se inauguró la Monumental de Pamplona. Torearon Julián Díaz "Saleri II", Juan Luis de la Rosa y Marcial Lalanda. ¿De quién eran los toros?
A. Miura.
B. Aleas.
C. Vicente Martínez.

7. Cuchareto, de Hoyo de la Gitana infirió al portugués José Falcón una cornada que le llevó a la muerte. ¿Cuándo y dónde ocurrió?
A. Castellón, 11 de marzo de 1973.
B. Barcelona, 11 de agosto de 1974.
C. Albacete, 11 de septiembre de 1977.


8. ¿A qué ganadería mejicana corresponde este hierro y divisa?
A. Bernaldo de Quirós.
B. Los Ébanos.
C. José Julián Llaguno.

9. ¿Dónde murió el 23 de junio de 1771 de una cornada el matador José Cándido?
A. Cazalla de la Sierra.
B. Sanlúcar de Barrameda.
C. El Puerto de Santa María.

10. Calvache, Emilio Beauchy, Martín Santos Yubero, Baldomero, Jean Laurent y Serrano por mencionar a algunos, fueron durante la Edad de Oro del toreo prestigiosos...
A. Empresarios.
B. Fotógrafos.
C. Banderilleros.




1a, 2a, 3b, 4c, 5a, 6c, 7b, 8b, 9c, 10b



miércoles, 15 de abril de 2020

La desgracia de ser un animalista radical.

Hay que ser muy desgraciado para ser animalista. Y con ello me refiero a todos esos que anteponen los animales a las personas. Quitando esos extremistas con los que poco se puede hacer, también hay un gran número de ellos que debaten, opinan y discuten. Éstos y que a pesar de su pensamiento y que por ejemplo no aceptan determinadas fases de una corrida, cosa que entiendo y respeto, tienen un cierto apego por el toreo debido a todo lo que conlleva (economía, ecología, cultura, historia, el valor de enfrentarse a semejante bestia...). Así que todos ellos con los que es un gustazo compartir ideas y debatir hasta la saciedad, son totalmente bienvenidos.

Ahora bien, los otros son los que desprecio. Así de claro. Hasta que no empezaron a surgir las redes sociales, los antis daban la barrila en los vídeos de Youtube. No pasaban más allá de insultar a cualquier persona que sintiese el más mínimo aprecio a la tauromaquia. Con la llegada de Twitter y Facebook la tromba arreció. Víctor Barrio en 2016 e Iván Fandiño un año después perdieron la vida y la crueldad antitaurina descargó su más profundo y repugnante odio. El #Reichanimalista, que es como denominamos a aquellos que luchan a favor de esta nueva idología hasta el extremo, mostró su total bajeza.

Estos últimos tiempos es común que se reúnan todos esos a través de la red con el fin de atacar el toreo actuando como la Gestapo denunciando absolutamente todo aquello con lo que no comulgan. Son muchos los portales y perfiles taurinos en las distintas redes que han sufrido ataques de animalistas. En Youtube, ese aumento ha llegado al punto que debido a presiones antitaurinas, muchas de ellas han sido suspendidas. Horas y horas de un maravilloso trabajo que demuestran todo aquello a lo que nos referimos cuando hablamos sobre el toreo: ya sean faenas en la plaza, tertulias, conferencias y sobre todo lo que más impresiona y no es otra cosa que la majestuosidad del toro en la dehesa. Y no sólo Youtube, cada vez es más difícil encontrar lugares donde no se censuren imágenes toreras. Hay que recordar que la Tauromaquia está catalogada como Patrimonio Cultural de España y por ello tiene que ser protegida y difundida. Por ende es totalmente legal. Pues se ve que los señoritos de Youtube se pasan esa ley por el Arco del Triunfo dedicándose a aceptar las denuncias de semejante gentuza cerrando aquellas cuentas que son llevadas con dedicación y mucha ilusión.

Los últimos ataques han tenido lugar hace escasas horas. La ganadería de Alcurrucén sufrió un "hackeo" en su cuenta de Instagram y la de Facebook de la Asociación El Toro de Madrid, fue clausurada debido a la "discutida labor" de aquellos que dedican su tiempo a denunciar cuentas de temática taurina. La han podido recuperar. El hierro toledano desgraciadamente, tendrá que empezar de cero.
El fin de tanta censura no es otro que exterminar una cultura y una filosofía de vida de millones de personas. Libertad, respeto... ¿Es tan difícil de entender? Dirán que respetemos nosotros al toro. Que le demos libertad. No veo más respeto a un animal que cuidarlo con tanto esmero como hacen los criadores de lidia. Cinco años de respeto y su solemne sacrificio en quince fugaces minutos. Y no sólo el animal, también el torero se entrega pues se enfrenta con él en un combate a muerte.

Tristemente algunos activistas animalistas son cada vez más conocidos por semejantes actos. Según publicó el diario El Mundo paso a explicar brevemente algunos de los "hitos" que han hecho conocido a uno de ellos: Peter Janssen, un holandés al que auguraban una prometedora carrera deportiva como atleta que tenía como objetivo la Olimpiada de Londres 2012, se decantó por la disciplina de salto y no de vallas precisamente, abandonó a su mujer y a su hijo con el objetivo de hacerlo en las plazas de toros. Ha estado un tiempo considerable en busca y captura por las fuerzas de seguridad de España. Este pintamonas debe dinerales por numerosas sanciones y querellas puestas por matadores de toros. Las entradas a las plazas y las multas suelen correr a cargo de organizaciones que subvencionan a semejantes delincuentes. Yo no veo que defiendan  al toro o cualquier otro animal: defienden sus intereses. Su objetivo es acabar con cualquier industria que tenga relación con ellos: toros, circos, zoológicos, laboratorios científicos y un largo etcétera de negocios que necesiten animales. Que hay grandes multinacionales apoyando estas causas es de sobra sabido. En concreto las holandesas. Este bajito país tiene entre sus objetivos el auge de esta ideología. Un país que acepta con sorprendente normalidad tener mujeres en escaparates pero ataca a una industria que es completamente ajena en cualquier aspecto a su historia y cultura da muchísimo que pensar.

Este artículo ha sido totalmente en caliente; estos últimos actos demuestran el totalitarismo de unos miserables que valoran más la vida de un pájaro a la de un ser humano. Se encadenarían a un roble milenario para que no lo talasen antes que atender a miles de personas que pasan por circunstancias delicadas. Como dijo San Juan Pablo II: "Las ideas no se imponen, se proponen". Así que aquí desde mando mi ánimo a la ganadería, a la asociación y todos aquellos que sufren el rechazo de tanto miserable en cualquier ámbito de la vida. El animalismo es muy fuerte y tienen apoyo de muchas instituciones. No podemos ceder ni el más mínimo milímetro.

Saludos a mis lectores.


“La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos".



lunes, 13 de abril de 2020

Cobradiezmos, un regalo inolvidable.

El 13 de abril es un gran día. El trece está considerado de mal agüero pero es algo que a mí nunca me ha importado. Y digo esto porque es el día de mi cumpleaños. Al ser en pleno abril es frecuente que suela coincidir con la tradicional feria de Sevilla. Así que hoy no hablaré de Madrid sino de la capital andaluza ya que el 13 de abril de 2016 ocurrió algo maravilloso: el indulto de un toro de Victorino Martín en la Real Maestranza de Caballería a manos de Manuel Escribano.

Hablar de Victorino Martín en Sevilla es hablar de una trayectoria breve y plagada de éxitos. Este hierro madrileño debutó en el dorado albero maestrante en 1996 y desde entonces, estos cárdenos animales han emocionado a los sevillanos por su casta y bravura. Los éxitos del Paleto de Galapagar han sido constantes. Recordaré algunos de ellos:
 El mismo día del debut, dos toreros curtidos en estas lides como son "El Tato" y Pepín Liria, cortaron una oreja cada uno. Un año después "El Tato" se las vio nada más y nada menos con  Veraniego y juntos formaron un dueto absolutamente memorable. Más tarde llegó "El Cid" y puso el cotarro patas arriba con estos toros. Su tarde más importante fue con un bravísimo animal llamado Borgoñés en el año 2007. Aquel día cortó tres orejas y en volandas se lo llevaron por esa puerta que da al Paseo de Colón y al Guadalquivir. ¿Y qué decir de Antonio Ferrera? Pues este balear de nacimiento y extremeño de adopción cuenta en su palmarés con toros como Melonito en 2008 que fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre, Mecanizado y Platino en 2014 y 2017 respectivamente. El murciano Liria además de esa primera oreja toreó a Gallareto el día de Melonito y fue esta faena una lucha sin cuartel. Pepín se ganó por esa y otras tandas tardes, el respeto de Sevilla. Morante de la Puebla también cuenta mucho. En el año 2009 le dio un venazo al cigarrero y pidió enfrentarse a "El Cid" en un mano a mano. De esa tarde se recordará eternamente el soberbio toreo de capote de José Antonio frente a un áspero Albaserrada llegando a sonar la música para el genio de La Puebla. Paco Ureña, Emilio De Justo, Iván Fandiño... son otros toreros que han también triunfaron con estos toros en Sevilla. Manuel Escribano, es otro de ellos y es el espada que hoy ocupa esta sección. Tras vagar mucho tiempo por el circuito de los pueblos y pasar años con escasez de contratos, sustituyó a "El Juli" en 2013 en una corrida de Miura y no desaprovechó esa ocasión. Triunfó y desde entonces en un torero fijo en los carteles con las ganaderías más duras del campo bravo. Entrega total y raza absoluta. No se guarda nada para él. Honrado y deseoso de agradar al público, actitud que ha pagado con mucha sangre pues ha recibido durísimas cornadas como las de Madrid, Belmonte (Cuenca), Alicante o Sotillo de la Adrada (Ávila).

Aquella tarde el cartel fue el siguiente: reses de Victorino Martín para Manuel Escribano, Morenito de Aranda y Paco Ureña. Ureña también triunfó y al que le tocó irse de vacío fue a Morenito.
Tras estos exitosos años quedaba cerrar el círculo. En tercer lugar salió el gran Galapagueño al que Paco Ureña le cortó las dos orejas. Se abrió por cuarta vez el portón de los sustos y salió Cobradiezmos: fino de hechuras, en el tipo de la casa, herrado con el número 37, cárdeno de capa dando en la báscula un peso de 562 kilos.
Ni Manuel ni nadie sabíamos como iba a acabar esa tarde, así que el de Gerena como es habitual en su tauromaquia, se fue a la puerta de toriles para recibir de rodillas al cuarto de la tarde.
Manuel Escribano le pegó la larga cambiada y recetó al cárdeno un ramillete de cinco verónicas rematado con la media y la revolera. El toro empezó a mostrar sus magníficas cualidades. Éstas fueron las siguientes: la constante fijeza en los engaños, reponer para buscar dichos engaños tras cada lance y humillar (como se aprecia en la fotografía) sin cesar arrastrando el hocico por el albero. Y por supuesto algo que debe tener un toro: casta. No es el de Gerena un torero exquisito, aún así y a pesar de la pujanza que mostró el animal se lució esas templadas verónicas. La Maestranza comenzaba a hervir.

Tras un tercio de varas en el que el toro empujó con brío en el peto, el presidente cambió el tercio y nuestro protagonista, decidido se fue al centro del ruedo para clavar las banderillas. Pleno en facultades, brilló Manuel en los tres pares. Generoso el matador, dio distancia al toro para que galopase y mostrase esas virtudes anteriormente explicadas.
El usía cambió de nuevo el tercio y tras montar muleta y espada se dispuso el espada a comenzar la faena. Las oleadas de bravura que derrochaba Cobradiezmos requerían gobierno y mando así que ese fue el motivo por el que Manuel dio unos primeros muletazos por bajo.

Manuel Escribano con "Cobradiezmos", el indultado cuarto toro

El conjunto de la faena resultó ser grandioso. A pesar de torear por ambos pitones, la faena fue cimentada principalmente con la diestra. Aquel cárdeno era un Talgo, una máquina de embestir. La casta de aquel toro fue entendida perfectamente por el diestro sevillano. Esos muletazos fueron de mano muy baja ya que Manuel arrastraba los vuelos de la franela y el "victorino" hacía surcos en el suelo con su hocico. A cada muletazo, el runrún aumentaba. Este encaste no es nada fácil de torear pero considerando a Escribano un diestro consagrado con esta sangre, se hizo con el toro en una faena épica. A medida que avanzaba la batalla, la petición de indulto crecía hasta que llegó el momento en el que el presidente Don José Luque Teruel mostró el pañuelo naranja indicando que la faena había concluido y premiando a ese toro con el don más preciado: la vida.

Ni ganó el torero ni ganó el toro: ganó la Fiesta. Cobradiezmos volvió a la finca. En Las Tiesas de Santa María lleva cuatro años dejando su bravísima simiente. En no mucho tiempo veremos si los descendientes de Cobradiezmos han recibido el legado del padre.

Imagen

                                                                       (Foto: Arjona)

Un lustro antes José María Manzanares indultó a otro toro y como siempre ocurre, saltó el debate de si el toro merecía tal premio. Unos decían que era de justicia y otros que no era para tal premio aquel toro de Núñez del Cuvillo. Así que ya que estoy, voy a comentar en unas líneas mi opinión sobre el indulto como premio. En estos últimos tiempos premiar la bravura significa premiar al torero. En cuanto un animal embiste con ritmo y son un par de veces haciendo que el torero esté decoroso, la gente embriagada pide el indulto.
La tónica general y sobre todo en plazas pequeñas es la siguiente: a medida que transcurren los minutos y a cada pase la posibilidad de perdón va cogiendo forma, el torero empieza a mirar a la presidencia con la intención de que el público flamee sus pañuelos acompañado con silbidos para iniciar la petición. Esos toros no han sido apenas picados, así que van y vienen tantas veces les cite el torero. Éste, aprovechando esos cómodos embites se dispone a calentar los tendidos. Cuando llega el epílogo y toca matar al animal, se pone manos a la obra: ahí es cuando empieza a motivar al público toreando a base de muletazos realizados de la manera más heterodoxa véase luquesinas, bernadinas, manoletinas etc hasta que el presidente (en la mayoría de los casos) muestra el pañuelo naranja indicando que el toro ha sido perdonado.

Imagen

Cobradiezmos y sus "novias".

Parece que lo importante es premiar con el indulto y cuantos más animales sean, mejor. No es así, la vida es el premio excepcional al animal excepcional por lo que no podemos hacer (que ya está asimilado en los públicos) de tal trofeo algo cotidiano. Ha perdido su esencia. No podemos indultar un animal sólo para ver cómo vuelve a los corrales para ser curado y el torero salga a hombros al finalizar el festejo. El indulto tiene el objetivo de que esas condiciones extraordinarias que muestra un animal en el ruedo sean transmitidas a sus descendientes. Un ejemplo: tras haber compartido muchas opiniones con diferentes aficionados mejicanos, se demuestra el gravísimo error que es perdonar un animal sólo para que el torero esa tarde salga a hombros. Es decir, nos olvidamos del animal y buscamos el triunfo del torero. El desenfrenado ritmo de indultos en Méjico es el motivo del catastrófico estado general de sus ganaderías. De tanto premiar dulzura y nobleza, se han cargado muchas de ellas. Recuperar ese estado (si se quiere) va a ser largo y muy difícil. Gracias a los indultos, la gente se ha olvidado del otro gran premio que puede recibir un animal: la vuelta al ruedo en el arrastre. Mi impresión es que lo ven como algo insignificante e incluso un deshonor dar una vuelta al ruedo. Hay quien alaba a toreros como Enrique Ponce o Finito de Córdoba por la cantidad de reses toros que han indultado y es algo que yo no comparto.
Por último, el indulto puede ser la diferencia entre un triunfo y un petardo. Si hubiese que matar con la espada para cortar la orejas, un reiterado fallo reduce el premio. Como con el indulto esto se anula, el torero siempre lo tendrá garantizado. Recordemos que el rabo es el último gran trofeo que recibe el matador pero con tanto indulto ha pasado dicho premio a un segundo plano. O sea, "no mola", ¿para qué cortar un rabo pudiéndolo "salvar"? Para evitar tanto indulto, yo propondría que tras volver el animal a los corrales, el espada sólo saludase una ovación desde el tercio como premio y no saliese a hombros (a menos que en el otro toro haya cortado las dos orejas).
Como dijo Gregorio Corrochano, "el primer mandamiento de la ley de las corridas de toros es el toro". Victorino Martín padre dijo en otra ocasión: "si cae el toro, cae la Fiesta". No podemos descuidar la materia prima. Es la que da emoción así que si nos olvidamos de ella, nada tendría sentido.
Estoy a favor del indulto siempre y cuando sean al toro que de verdad lo merezca. Cobradiezmos fue un toro muy bravo y Manuel estuvo bravo con él. Fue un indulto merecido. Fue para mí, un "regalo" inolvidable.


Resultado de imagen de cobradiezmos

(foto: Carlos Canalo de Miguel)


viernes, 10 de abril de 2020

Viernes Santo.

                          Resultado de imagen de cristo crucificado velazquez

Cristo Crucificado.
Diego de Silva y Velázquez.
Hacia 1632.
Museo Nacional de El Prado.



No me mueve, mi Dios, para quererte
el Cielo que me tienes prometido
ni me mueve el Infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor. Múeveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido;
muéveme el ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas, y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera, que, 
aunque no hubiera Cielo,
yo te amara, y,
aunque no hubiera Infierno, te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera,
pues, aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.


sábado, 4 de abril de 2020

Con el coronavirus hemos topado.

A primeros de febrero llegaba desde China una noticia impresionante: la construcción de un gigantesco hospital en un tiempo asombroso. El motivo de tal obra consistía en atender a las víctimas de un virus llamado COVID-19. Aquí en la península, un doctor y otras personas duchas en el tema aseguraban en los medios de prensa alertando a la sociedad que si semejante construcción se llevaba a cabo, significaba que no era una tontería o algo de lo que no había que preocuparse como si de un simple catarro se tratase: un virus que puede llevar a la muerte. Dicho virus fue propagándose hasta llegar a Europa y por todo el globo. Por ello, los gobiernos tomaron la decisión de proclamar el estado de alarma haciendo que la gente permanezca en sus hogares. Esto significó la paralización de eventos, espectáculos y comercios de cualquier índole, exceptuando los más esenciales. Toca repasar como nos va a afectar. 
Evidentemente el toreo no ha sido ajeno a ello y en España, tras celebrarse las ferias de Valdemorillo, Olivenza, el festival homenaje a los cirujanos taurinos en Aranda de Duero, la encerrona benéfica de Esaú Fernández en su Camas natal amén de alguna que otra localidad; en las vísperas de Fallas y la Magdalena de Castellón se anunciaba la orden gubernamental que acarreaba la suspensión de la temporada. En Madrid ni siquiera dio tiempo a que se celebrase la primera novillada así que la única manera de seguir alimentando la afición es buscar cualquier tipo de programación taurina en internet y redes sociales. Tampoco se llegó a celebrar el esperado acto en plena Gran Vía donde Plaza 1 iba a presentar la feria de San Isidro. Si no se hubiese celebrado la feria, por lo menos habrían dado los carteles lugar a un debate y a diferentes opiniones que nos tendrían ocupados por unos días. De esta manera podremos barruntar como irían las figuras, qué toreros iban a enfrentarse a Fuente Ymbro pues este año venía a Madrid treinta y seis "veces" y ver qué trato recibirían las revelaciones del año pasado. Por último queda aclarar que no habría bombo como ya anunció Rafael García Garrido en la Asociación el Toro de Madrid. Con la suspensión del ciclo isidril, se ha evaporado el homenaje al torero más legendario que ha habido en el planeta de los toros: José Gómez Ortega, fallecido hace un siglo. Si no es este año, sería de justicia conmemorarlo el que viene. 

En cuanto a los estamentos, empezaré por el sector que más sufre cualquier crisis, no es otro que el medio rural ya sean ganaderos o agricultores. En nuestro caso son los primeros. Debido a la suspensión de tantas ferias, todas la ganaderías que ya tienen toros reseñados para las diferentes plazas tendrán que seguir manteniéndolos en casa. (Los ingresos en una ganadería brava llegan entre marzo y octubre. Los cinco meses restantes tienen los criadores que buscar la forma de seguir ingresando hasta que llegue una nueva temporada: aficionados que torean, visitas guiadas... Sin poder recibir a gente debido al estado de alarma, los ganaderos tendrán que apretarse el cinturón). Cuando el año que viene esos toros cumplan seis años, no podrán los ganaderos lidiarlos debido que no lo permite el reglamento. Por lo tanto, el excedente de animales que habrá en 2021 será un problema de difícil solución para todos los criadores. A pesar de que hay muchos antitaurinos celebrando la suspensión de la temporada, algún que otro ganadero ha explicado claramente que si no es por ese ínfimo número de reses lidiadas, el resto que viven en la finca depende su supervivencia  directamente de la lidia y muerte de los primeros. Así queda más que explicado que la vida de la dehesa está ligada a la muerte del toro en el ruedo. Añadir que como el toro no entiende de cualquier otra cosa que no sea comer y sobrevivir, en las fincas siguen veinticuatro horas al día y siete días a la semana al pie del cañón. Estar en el campo no significa librarse del COVID-19 a pesar de que el riesgo es menor. Con o sin virus, el gran riesgo que supone trabajar con reses bravas es una cornada. Por ello y para no encontrarse en una situación desagradable, la gente del campo extrema las precauciones. Como ellos mismos dicen: "no se pueden permitir pisar un hospital". Así que si surge una complicación la evitan para no agravar el problema si lo hubiere. Concluyo con dos ejemplos opuestos de cómo han actuado en diferentes vacadas para alimentar a sus ganados:
Al pie de la inmensa cruz de El Valle de los Caídos hay un hierro que es sinónimo de casta y bravura: Baltasar Ibán. Preveyendo lo peor, se aprovisionaron comprando un camión de pienso para aguantar todo lo posible. Por el contrario, la vacada de Alcurrucén ubicada en Urda (Toledo) se autoabastece fabricando el alimento para todas sus cabezas. Cuando este drama pase, veremos como afectará al campo bravo. Hay ganaderías en situación crítica que podrían ver como este virus les da la puntilla. ¿Desaparecerán vacadas? Muchas de ellas poseen sangres únicas que son un absoluto tesoro genético cuya pérdida sería irreparable. Ojalá todos los ganaderos superen este difícil bache.

Otra industria taurina que es muy poco conocida es la fabricación de puyas y banderillas. José García "El Puyero" es conocido por todos los profesionales ya que se dedica a hacerlas y no sólo eso pues también cuenta con una cuadra de sesenta caballos de picar. Si no hay toros no hace falta tener tantas herramientas, pues de nada sirven. Más de diez mil banderillas aguardaban en su almacén para ser distribuidas por las ferias de España y Francia. Tener tantos caballos implica contratar empleados para que los cuiden pero con las plazas cerradas y por ende sin ingresos...

El siguiente sector es el de las sastrerías taurinas. Con la temporada empezada, toreros y cuadrillas visitan estos lugares para poner al día sus pedidos. Capotes, muletas, vestidos ya sean de luces o de corto... La ilusión de estrenar es algo que emociona a cualquiera que se enfrenta a un toro. Las peripecias que hacen los sastres para que cuadren los números, salgan las cuentas y poder pagar sueldos de sus empleados son de alabar. Valencia, Sevilla y Madrid son las tres primeras ferias importantes que ayudan a hacer buena caja en una sastrería. A excepción de algunos pocos, muchos toreros pagan poco a poco sus encargos. Si no se torea, es un gasto que se debe prescindir. El que pierde es el sastre. Si no hay toros, habrá que salir adelante fabricando para otros sectores con el fin de mantener sus negocios.

Los empresarios tendrán que devolver miles de entradas ya vendidas por internet. Fallas, La Magdalena, la Pascua de Arlés y Abril reunían cartelazos que no se verán. Según los expertos en torno a setecientos millones de euros estiman que ascienden las pérdidas. ¿Mayo? ¿junio? ¿Durante o después de verano? No se sabe cuando volverá poco a poco la normalidad. Hay quien dice que se podrían celebrar ferias después de verano. Septiembre es el mes de las novilladas y el mejor escaparate para medir el pulso de los noveles. Por lo tanto si empiezan a coincidir fechas, esos pueblos modestos que celebran festejos tendrán dificultades de contratar toreros pues éstos preferirán actuar en las plazas de renombre con el fin de que si hay un triunfo, tenga más eco que en una plaza de tercera. Si coinciden distintas ferias y son televisadas, repercutirá negativamente en dichas localidades. Termino este bloque recordando que sería muy conveniente pensar en todas esas plazas cubiertas diseminadas por nuestra Piel de Toro. Con la llegada del mal tiempo a partir del otoño, sería muy oportuno celebrar festejos en estos cosos: los aficionados saciaríamos nuestra hambre de toros, los ganaderos venderían animales para no seguir en números rojos y los matadores cumplirían sus contratos para no perderlos.

Finalizo con éstos últimos. Todos sufren las consecuencias. Empezaré por las figuras. Por su situación económica gozan de cierta comodidad respecto a muchos toreros modestos. Algunos de ellos poseen ganaderías como "El Juli", Enrique Ponce o Antonio Ferrera que tendrán que devanarse la cabeza para sacar adelante sus explotaciones. Ya no sólo ellos, sino otros muchos que tengan o no ganado viven en pueblos rodeados de naturaleza, teniendo más facilidades para entrenar y hacer vida torera. Otros en cambio no tienen esa posibilidad de seguir preparándose día a día como si en la temporada reinase la normalidad.
En este momento me quiero acordar de Daniel Menés, Mariano de La Viña, Gonzalo Caballero y Javier Cortés que derramaron su sangre en el epílogo de la temporada pasada. Su vuelta a los ruedos era esperada por los aficionados y sobre todo por sus partidarios. El murciano Rafael Rubio "Rafaelillo" recibió de un Miura una brutal paliza en Pamplona. Lleva sin torear desde entonces. Todos ellos pagaron muy cara su entrega. Roca Rey, lesionado desde verano hasta Navidad, regresó a los ruedos al otro lado del mundo. Desde América llegaban noticias que seguía igual de intratable como cuando se fue. Así que los españoles seguiremos deseando volver a ver pronto a Andrés en nuestros ruedos.

Sergio Serrano triunfó rotundamente en septiembre y su contratación para esta temporada era de justicia tras batallar heroicamente con aquel Saltillo. En este apartado de triunfos, además de Sergio debemos nombrar a Álvaro Burdiel que salió a hombros en la final de la escuelas en Las Ventas. Y la gran esperanza del toreo toledano es Tomás Rufo. Al igual que Burdiel también descerrajó la puerta grande de Madrid en Otoño. Su alternativa estaba fechada este verano allende los Pirineos con Alejandro Talavante y Roca Rey. El doctorado queda en el aire.

Hablando de reapariciones. Talavante se tomó un respiro este 2019 y en Arlés durante su inminente feria de Pascua estaba previsto su primer festejo con toda la repercusión taurina y económica que suponía para esta ciudad francesa. Su siguiente tarde era en Sevilla y de igual forma, tampoco lucirá el chispeante. Así que viendo el panorama, quien sabe si durará su retiro más de lo esperado. Acabo con José Tomás porque celebra este año cinco lustros en los ruedos y está acartelado dos tardes en las Galias que por ahora son una incógnita si se darán o no. Añado que Joseto no reaparece a pesar de que es lo que nos venden continuamente todos los periodistas ya sean taurinos o generalistas. Sus temporadas son muy breves sencillamente por estrategia y decisión personal, no porque los empresarios prefieran contar con otros matadores antes que con el de Galapagar.
Me quiero acordar de la recién hornada de chavales cuya ilusión de la primera temporada como matadores de toros ha frustrado esta pandemia. La savia nueva que debe traer frescura y caras nuevas al escalafón de matadores: Ángel Jiménez, Jorge Isiegas, Amor Rodríguez, Miguel Maestro, Tibo García, Juan del Moral, Dorian Canton, El Dani, Juanito, Jesús Duque, Adrien Salenc, García Navarrete y Ángel Téllez.

Los altísimos costes que un caballo requiere pondrán a prueba a los rejoneadores. El problema es que éstos no cuidan a uno, sino a muchos más pues todos ellos cuentan con amplias cuadras con todo el personal que éstas requieren. Además, las principales figuras del rejoneo doman en sus yeguadas los futuros caballos toreros.

Hoy me he extendido porque el momento lo exige. Esto es un dominó, si se cae una columna, caen las demás. La preocupación es máxima ya que el toreo se desangra. El gobierno anunció tanto medidas como ayudas para todos los sectores culturales, pero como en otras situaciones siendo algo habitual, hemos sido vergonzosamente ignorados. Somos el segundo espectáculo de masas en España recordando que TODO lo que se genera es el dinero que pasa por taquilla. No tenemos publicidad ni patrocinios, estamos solos. Mientras el nefasto cine nacional sigue llorando para conseguir más subvenciones, nosotros aportamos dinerales a las arcas estatales con cantidades que muchos sectores soñarían con producir.

Por el bien de todos espero que esto se solucione pronto. Nos jugamos mucho.

Un saludo.

PD: Aprovecho para mandar mis condolencias a la casa Jandilla por el Fallecimiento de D. Borja Domecq Solís y a la ganadería de Cantinuevo, cuyo propietario era D. Antonio González. Descansen en paz, ganaderos.


Imagen

  (Foto: ArseyAzpi)