lunes, 8 de abril de 2024

Una novillada de poco contenido.

Este primer domingo de abril unas siete mil y pico personas según la empresa acudieron a examinar a tres novilleros que se presentaban ante la cátedra venteña. Un pucelano, un riojano y un madrileño trenzaron el paseíllo para enfrentarse a seis utreros del hierro de Brazuelas. La presentación estuvo acorde a la categoría de la plaza pero en cuanto al juego fueron, en general, inválidos. Un rosario de animales blandos y sosos iban saliendo de toriles. El segundo fue potable y el sexto, a más durante su lidia. En quinto lugar salió un sobrero de María Cascón, al que se le protestó por sus constantes caídas. El segundo y el sobrero debieron ser devueltos. Habrá que acabar pidiendo a Íker Jiménez que movilice a su equipo a la calle de Alcalá para averiguar qué misterios ocurren en el palco de Las Ventas: ¿habrá un resorte que impide al Usía sacar el moquero verde? ¿tienen los presidentes de Madrid fobia a este color? ¿o directamente algún empleado de Plaza 1 lo ha escondido para que los sobreros solo aparezcan en el programa de mano? Preguntas sin respuesta...

Tercer festejo de la temporada y tercera oreja cortada: Ferrera en Ramos, Román en Resurrección y Tristán Barroso este domingo día 7. Cuatro pudieron haber sido si el presidente hubiera claudicado ante la petición en el tercero y hubiera premiado a Tristán con una oreja más, así que habría conseguido la primera puerta grande de este 2024. Pero no ocurrió. De malva y oro vistió este jovenzuelo de dieciocho añitos. Como no hubo premio, se dio Tristán una vuelta por su cuenta que supo a poco. Con menos fuerza que un borracho a la salida de la discoteca, ninguna opción dio al madrileño en los primeros tercios. Mostró buenas maneras el torerillo en la faena de muleta que gustaron a la concurrencia pero poco más. Se estrelló con un mulo. En corto y por derecho quiso realizar la suprema suerte para despachar a semejante animalito. Buena fue la ejecución pero no la colocación de la espada. Jaleado por su gente tras la negativa del palco, dio una vuelta al anillo. No hubo oreja en este novillo pero sí en el sexto como ya queda dicho anteriormente. A más fue el novillo, y a menos, el torero. Salió con pies el toro y para mostrar ganas, lo recibió con una chicuelina a portagoyola. Una larga de rodillas es lo que más acostumbrados nos tienen los toreros pero en esta ocasión cambió de suerte. Recordar que el malogrado Fandiño en alguna ocasión, hasta gaoneras realizó para recibir al toro... Si digo que el torero fue a menos, es porque esas buenas maneras que apuntó en su primer novillo, empeoraron en este. Faltó ajuste y toreo al natural ya que basó su obra en la mano diestra. Concluyó con unas postreras manoletinas sin estoque antes de un espadazo que también fue de mala ejecución. Con un bajonazo no se deben premiar faenas.... A pesar de todo, la gente no quiso irse sin su oreja diaria así que esta vez el presidente sí asomó el pañuelo blanco concediendo el trofeo a este joven madrileño.

Abrió plaza Daniel Medina. De los pasajes más destacados con la capa fueron suyos. Saludó al primer animal con un buen ramillete de verónicas. Y se lució con unas graciosas chicuelinas en un posterior quite al primero de Tristán. Ahí acabó la cosa. Dos auténticos marmolillos evitaron que el examen de este chico de Valladolid llegara a buen puerto. Dos silencios y un aviso fue el balance de su presentación. De veinte años. Lució un Rioja y oro. 

Fabio Jiménez vistió de corinto y oro. El de Alfaro se presentó en la Villa y Corte con veintiún primaveras. Poco que contar de un novillero que estuvo al hilo con el potable segundo. Mostró un toreó moderno y sin alma y también mató mal. El novillo tuvo ciertas oportunidades pero, por falta de ideas o lo que fuere, no lo vio claro. Ante el inválido quinto alargó innecesariamente y se puso un poco pesado. Y de igual manera acabó como Daniel: con dos silencios y un aviso volvió a casa.

Si en el primer día brillaron Fernando Sánchez y Miguelín Murillo y el domingo pasado Aurelio Cruz, en esta ocasión no hubo lucimiento por parte de las cuadrillas. Si acaso Raúl Ruiz, que pareó con soltura al que cerró el festejo. 

Ya queda dicho que los presidentes tienen un problema con devolver toros inválidos. Basta ya. Y un recado a la empresa: ¿Por qué no se mantiene a los abonados las facilidades que dieron en Semana Santa? ¿Por qué solo da derecho a una entrada? ¿Por qué solo hasta las dos de la tarde? Qué menos que facilitar la vida a los abonados que año tras año acuden a la plaza. 

    








domingo, 7 de abril de 2024

Sevilla.

El cielo gris amenaza tormenta. Lleno hasta la bandera. En los abarrotados tendidos espera la afición una tarde grande. A caballo, los hermanos Zulueta, alguacilillos de La Real Maestranza, se dirigen a entregar la llave al torilero. El ruedo está impecable y la plaza, tan bella como siempre. Son las seis y media. Comienza la corrida. Un lugar único. Sevilla es diferente. 



 
                                            Foto: Arjona.