sábado, 5 de octubre de 2019

Urdiales bordó el toreo.

Vuelvo a escribir una vez más para compartir un recuerdo vivido en el coso de la calle de Alcalá. Si en esta sección ya he comentado las páginas de oro que añadieron a la historia de la plaza de Las Ventas los diestros Morante de la Puebla y Luis Francisco Esplá hace una década, hoy rememoro otra tarde que con emoción viví in situ en uno de sus asientos de granito: la que firmó Diego Urdiales con Sevillanito, un toro de Adolfo Martín en la Feria de Otoño de 2014.

Hizo el de Arnedo el paseíllo en junio de ese año y vio como Miguel Ángel Perera cortaba dos orejas a un toro también de Adolfo Martín y salía a hombros por la puerta grande. Ese día toreó Diego a un nivel que sólo está al alcance de unos elegidos. Y muy pocos fueron los que se enteraron. Asentadas las zapatillas y encajada la cintura toreó de maravilla, pero el triunfo de Perera eclipsó el buen hacer del riojano.
Avanzaba la temporada y tras acabar el verano se supo que la empresa cerró un cartel en el que Uceda Leal y el catalán Serafín Marín acompañaban a Diego para torear de nuevo un encierro de la mencionada ganadería.

                        

Y salió en segundo lugar Sevillanito, un toro muy bajo, cornipaso y cárdeno de capa como es habitual en la sangre Albaserrada. Debido a las complicaciones que presenta este encaste, apenas pudo Urdiales torear con el capote. Recuerdo que en el caballo de Óscar Bernal hizo Sevillanito una discreta pelea y un buen par de banderillas de "El Víctor" fue aplaudido por el público. Ya en la muleta, inició Diego por bajo su trasteo con el fin de someter y enseñar al toro a embestir. Y poco a poco lo fue logrando. Se fue saliendo con él y pasada la segunda raya comenzó a torearle con la mano derecha. Fueron varias tandas muy de verdad, con la muleta planchada y siempre dando el pecho.



Rematada la tanda de derechazos, cogió la mano zurda y cuando lo vio claro se colocó y comenzó el recital.
Empezó el buen toreo, el de cante grande. Si los naturales que dio en junio fueron sensacionales, éstos fueron aún más rotundos. Mejores que un Rioja gran reserva o un jamón cinco jotas. Torear bien con la mano izquierda es difícil pero él sabe hacerlo. Y además con ese concepto que los aficionados madrileños sabemos valorar. La suerte cargada, el mentón hundido y llevando al animal con los vuelos de la muleta. Sevillanito humillaba y Diego toreaba. Madrid se emocionaba.

                      

Y tras los naturales, quedaba rubricar la faena. Había que hacer un epílogo digno de ella. Pasó al toro para probarlo y entre las rayas de picar cuadró Diego a Sevillanito y se perfiló para realizar la suprema suerte. Diego montó los avíos mientras Las Ventas empujaba con el aliento. Citó al animal echando la muleta al hocico del "Adolfo" y al humillar el burel, hundió el acero en lo alto de su lomo. La estocada fue magnífica, sin alharacas ni ademanes, posiblemente de las mejores que recuerdo. La perfección del volapié. Una lección de cómo matar un toro. La faena no fue muy larga ya que el toro no permitió extenderse, estaba justo de fuerzas pero enclasado y noble propició un puñado de embestidas muy bien aprovechadas por Diego. Y con la oreja de Sevillanito, dio el riojano la triunfal vuelta al ruedo.


                     

Es Diego un torero de mucha clase y gran personalidad del que varios Maestros de diferentes épocas han hablado de su manera de interpretar el toreo. Estas son algunas de esas declaraciones:
En 2008 Madrid descubrió a este riojano delante de un torazo de Carmen Segovia. Manuel Molés desde el puesto de Canal Plus escuchaba a Emilio Muñoz que decía estas palabras:
- me gusta, hay mucha verdad en su toreo, sólo tres o cuatro torean con esa verdad.
Y entre ellos estaba el gran Antoñete, que hablaba poco pero cuando lo hacía no dejaba indiferente a nadie. Y en una de esas sentenció interrumpiendo: este torero es muy puro.
Curro Romero dijo de él en otra ocasión: hay un torero en La Puebla que se llama Morante y que tiene lo que Dios da. Y otro que me gusta muchísimo es Diego Urdiales, que también tiene mucho arte.
Una leyenda del toreo como es el salmantino Santiago Martín "El Viti" también ha visto en el de Arnedo un referente: "Si yo estuviera en activo, bebería en las fuentes de Diego Urdiales".
Y en una entrevista dijo una máxima figura actual como es Alejandro Talavante: actualmente el que mejor torea es Diego Urdiales.

                   


(Fotos: Las Ventas y Olmedo)

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