lunes, 27 de septiembre de 2021

Breves apuntes de Madrid (I).

Como ya hice en 2019, procuraré contar todo lo que pase en la plaza de Madrid. Aparte del festival del dos de mayo recordado por el toreo de capa de Julián López "El Juli", ha habido dos festejos más en el caluroso verano madrileño. Por diferentes circunstancias no lo publiqué en su momento así que los añado a los de este fin de semana. A finales de junio se lidió un encierro (al que no pude asistir) de Victorino Martín y hubo dos toros que dieron un juego interesante. Torearon Manuel Escribano (grana y oro), Sergio Serrano (caña y oro) y Fortes (azul marino y oro). Por lo que he leído, os diré que este último fue silenciado en sus dos toros. Los otros dos matadores cortaron una oreja. Si hay que destacar a un torero sería al de Albacete. Lleva Sergio una temporada excelente. Ya canté su valor y raza a finales de septiembre de 2019 y estas últimas semanas ha triunfado con rotundidad en donde ha toreado,  destacando otra tarde muy importante en la plaza de su tierra y otra en tierras de La Alcarria y precisamente, ambas, con esta misma ganadería. 




El siguiente festejo ocurrió el cuatro de julio. El domingo 4 torearon mano a mano dos toreros extremeños: Antonio Ferrera (verde y oro) y Emilio de Justo (azul rey y oro). Los toros llevaban el hierro y cintas de la ganadería madrileña de Victoriano del Río. Por su trapío y bella estampa, fue ovacionado de salida el tercer toro. Por segunda vez en su carrera, el de Torrejoncillo cruzó la puerta grande.
Cortó Emilio un total de tres orejas. A su primero, recuerdo que en la faena de muleta destacaron unos naturales a pies juntos de mucha pureza y clase. Antes, en el tercio de quites ambos matadores se picaron en quites: unas elegantes verónicas de Ferrera y unas ceñidas chicuelinas de Emilio. El viento sopló toda la tarde así que aumentó el valor de la faena de Emilio. Mostró el diestro mucha firmeza a pesar de las dificultades. La estocada fue rinconera y Madrid premió al cacereño con la primera oreja de la tarde. A mi juicio, fue un trofeo muy justito. Al cuarto, le cortó las dos orejas. Fue una faena de las que a mí me llenan. Como se dice en el argot torero: pronto y en la mano. Brevedad y rotundidad. El trasteo se cimentó básicamente en el lado derecho. Aprovechó EDJ las enclasadas embestidas de Duende y tanto los derechazos como los naturales que dio con esa misma mano pusieron a Madrid en pie. Ya sabréis que este torerazo es un as con el acero. Rubricó la obra con otro soberbio espadazo y las orejas de Duende acabaron en sus manos. Duende fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. Cerró la tarde con un toro imposible pero al que, indudablemente, consiguió sacarle varias series de muletazos muy macizas. Se la jugó y metió al toro en el canasto. La gloria le esperaba. Salió a hombros ese día y volvió a hacerlo en la presente Feria de San Miguel de Sevilla ante los toros de Victorino, así que indiscutiblemente es uno de los triunfadores de esta temporada.
Su paisano Ferrera pasó desapercibido. Torero en los modos y en los lances, no le acompañó la fortuna en aquel festejo dominical. Brilló su toreó de capa al primero, unos derechazos muy profundos y poco más. Tarde más que insípida de Antonio. 

Entre las cuadrillas, destacó Antonio Chacón por sus pares de banderillas.




Después de unos meses desiertos de festejos se anunció la feria de Otoño y comenzó con un cartel estelar. El pasado viernes 24, toros de Victoriano del Río y Jandilla para Diego Urdiales, José María Manzanares y Paco Ureña. La tromba de agua que cayó a poco de empezar el festejo, hizo que se aplazase al viernes 8 de octubre. 

Al día siguiente se lidió un encierro de Fuente Ymbro. Manuel Diosleguarde (verde y oro), Isaac Fonseca (grana y oro) y Manuel Perera (fresa y oro). Los tres muchachos debutaron en la Villa y Corte.
Manuel, de Dios le Guarde (Salamanca), pechó en primer lugar ante un mansazo. Fonseca se jugó el tipo en unas impertérritas gaoneras. Como mansazo que fue este animal nada pudo hacer el salmantino. Muletazos decorosos muy jaleados y poco más. Madrid, que sigue haciendo cosas incompresibles, pidió con mucha fuerza una oreja que no era. El presidente se mantuvo en su sitio y no concedió un premio que hubiera sido completamente inmerecido. Aquí entran los banderilleros y haré un inciso. Cuando hay un faenón de los buenos y se falla con la espada, se puede dar una vuelta al ruedo, ¡para eso están! Ahora, yo que llevo bastantes temporadas viendo un gran número de festejos en Madrid, es vergonzoso la actitud de estos. Jalean y animan a los chavales a que la den, y claro, la bronca del público es esperada. En vez de ayudar, le animan a hacer algo que poco le va a reportar. Un torero tiene que saber cuando dar y cuando no dar una vuelta, o cuando salir a recibir  una ovación y cuando hacerla desde el burladero. La gran mayoría del público pitó a Diosleguarde por la exagerada vuelta al ruedo. En el cuarto, cuajó buenos muletazos que esta vez si hicieron vibrar Madrid. Este chaval tiene rodaje y oficio pues lleva un par de temporadas en el escalafón de novilleros. Abandera ese toreo sobrio y frío castellano pero cuando se pone torear, y el toro embiste con alegría y transmisión consigue sacar olés roncos en el tendido. La profundidad de sus derechazos, las tandas ligadas y sus ganas de hacer las cosas bien, amén de una gran estocada al encuentro, fueron suficientes para que, esta vez, sí atendiese el presidente la petición de oreja. 

Perera y Fonseca son dos novilleros que este año están siendo los protagonistas de la temporada. El segundo, ha sido triunfador prácticamente de todos los certámenes en los que ha participado. Este mejicano estuvo en novillero. Tiene hambre y ganas de triunfo. Quiere y puede llegar lejos. Hay que arriesgar pero sin atropellar la razón. Recibió varios porrazos escalofriantes y de todos salió indemne. Saludó una ovación ante su peligroso primero con el que se jugó el tipo. Con su segundo estuvo abúlico e indeciso. Mató de una estocada y fue silenciada su labor. 

Manuel Perera, que también está dando mucho que hablar, mostró una actitud exactamente igual a la de su compañero: aguerrido y batallador en su primero, pero extremadamente soso y frío en su segundo: dio infinidad de pases y ni un olé de sus seguidores consiguió sacar. 

Los novilleros deben tener actitud y ganas de triunfar, pero también es vital conocer las diferentes suertes del toreo: los dos empezaron de rodillas y recibieron volteretas al primero de sus respectivos lotes. Iniciaron con pases cambiados respetivas faenas al segundo... Y lo más habitual que se ve en todo el escalafón: Una larga tanda de derechazos para luego cambiar la muleta por la espalda y cerrar la serie con un pase de pecho con la mano zurda. Y varias faenas fueron finalizadas por manoletinas. Fotocopias. Son todos iguales. Por eso ninguna destaca. Por eso ninguno mueve gente.

Entre las cuadrillas destacó Javier Perea en el tercero con las banderillas y en el sexto con el capote.


                            


Cerramos este primer fin de semana de Feria con un nuevo encierro de Victorino. Se acartelaron López Chaves (caldero y oro), Alberto Lamelas (malva y oro) y Jesús Enrique Colombo (marino y oro).
Petardo de Victorino. Descaste absoluto. Y desiguales de presencia. Lo que en el toreo llamamos escalera por la diferencia de trapío entre los animales de un mismo encierro. Alguno que otro era inaceptable por su presencia. El primero y el segundo fueron fuertemente pitados en el arrastre. 

En la plaza reinó el aburrimiento y la decepción. La falta de fuerza de varios toros aguó la ilusión de ver aquello que tanto se le exige a estos toros: casta y bravura. Victorino tiene mucho trabajo por delante. López Chaves lució al toro en su primero con el capote. El toro apretó en las tablas del 9 y se salió a los medios bregando con él. Y poco más. Esperaba mucho más de Domingo. Su parte negativa fue dejó castigar a sus toros duramente en el caballo. Sobre todo al cuarto. Lo masacró en varas. 

Voluntarioso estuvo el de Jaén. Alberto se fue a recibir de rodillas a sus dos toros a la puerta del chiquero. Intentó acoplarse al segundo animal y torearlo pero no pudo. Pegó algunos muletazos decorosos. Y con el quinto pecó de lo que se peca ahora en el toreo: de encimismo. Estar tan cerca del animal y agobiarle es muy negativo en muchos sentidos, y más en este encaste tan diferente a otros. De hecho una mujer en una andanada lo protestó y la gente se lo reprochó. Pero ella tenía razón. Si hubo toros que permitieron torear y lucirse con ellos, fueron precisamente los de Lamelas, así que no entendí, y cómo es que un torero tan curtido en estas lides como él no vio ese fallo. Dicen que su segundo fue un gran toro con opciones de triunfo, pero yo no lo vi así. No lo comparto. Tampoco diré que no dio opción ninguna pues no es así, pero hablar de ese toro como un toro de bandera, yo creo que es demasiado. Pero lo que si comparto con mucha gente es que perdió una ocasión de oro para dar un toque a afición y crítica. Con la espada estuvo Alberto muy desacertado.

Cerró este primer fin de semana un joven venezolano. Colombo estuvo horrible. Vulgar. Explosivo en banderillas pero sin sentido del temple ni de la torería. Los tres pares que puso en su segundo es de lo más indecoroso que haya visto a un torero banderillero en la plaza de Madrid. Y otro pecado que cometen muchos matadores: torear a todos los toros de la misma forma. Y no es así. Su lote fue insípido pero yo creo que un torero con cierto oficio podría haber hecho bastante más que lo que hizo Colombo. En vez de lidiar, de enseñar, de someter... Pasó directamente a torear por derechazos. Y en vez de torear él al toro, fue al revés. El Victorino hacía e iba por donde él quería y no por donde deseaba el matador. 

Tarde para olvidar. Y feo gesto del ganadero. En un bajo del tendido 8, respondió con chulería a las críticas de los aficionados. Ese bajeza prepotente con el que paga y da de comer a tus animales hay que convertirla en batalla con los políticos y la administración, que es la que nos pone trabas y pegas. Él verá. A Juan José Padilla, por lanzar unos besos al Tendido 7 en 2006, estuvo un par de años sin pisar Madrid. Ahí lo dejo.

          


Fotos: Las Ventas.




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