sábado, 14 de agosto de 2021

Pequeños grandes Toreros

Los enanitos toreros llevan años y años haciendo reír a niños y mayores. El Chino Torero, El Bombero Torero, Popeye y sus enanitos marineros... Son muchas las denominaciones que han tenido. Diferentes grupos de ellos han recorrido España durante décadas de norte a sur y de este a oeste. Tristemente han ido decayendo y cada vez son menos frecuentes. Eran habituales en la programación de cualquier feria. Como ya queda dicho, escasean. Hasta no hace mucho tiempo actuaban en todos lados. "Rivalizaban" en contratos con los grandes toreros de cada época, pues eran requeridos en todos los pueblos de nuestra geografía. Estos entrañables personajes son cómicos y ante todo, son toreros. O sea, que conocen la técnica y el oficio como cualquier matador. Evidentemente su toreo es burdo y basto, ya que, al contrario de lo que digo siempre, ellos no buscan que el espectador se emocione. Ellos buscan que éste se ría. Y claro que lo consiguen. Pues ese es su trabajo. Juegos, bromas, actuaciones de todo tipo... Claro está que con una becerra de por medio. Una de las consecuencias negativas del descenso de festejos de este tipo, es que durante el rato que estaba la vaquilla de por medio, que era conocido como "la parte seria", muchísimos toreros empezaron su carrera con ellos: dando sus primeros capotazos en este espectáculo. 

Son artistas y por ende, trabajadores: tienen nómina, cobran su sueldo y cotizan como cualquier hijo de vecino. Viajan con un apoderado que les busca los contratos. 

Pero tenía que llegar y llegó. Este gobierno de absolutos ineptos ha considerado que ponerles en una plaza y hacer, lo que para estos artistas y cualquier persona es un trabajo digno y honrado, para los políticos es casi exhibirles como cuando antiguamente se exhibían en las ciudades jaulas en los circos con personas deformes debido a enfermedades o con problemas de cualquier índole. Estos toreros, ni están enfermos ni son discapacitados ni nada. Sufren acondroplasia que es lo da lugar al enanismo. Pero por ello, para mí y lo veo así, no es discapacidad. Es más, se ganan la vida jugándose el tipo con un animal bravo. ¿Es podría hacerlo una persona discapacitada? ¿De verdad hay gente con mala sangre que piensa que es inhumano este tipo de espectáculos y que lo que se busca es mostrarles para que se rían de ellos además de poner en riesgo sus vidas? ¿Los empresarios que contratan a estos toreros lo harían si fuese peligroso para ellos? Partiendo de la base que el simple hecho de enfrentarse a un animal de lidia es peligroso pero repito lo dicho: son TOREROS y por ello saben perfectamente cómo desenvolverse delante de un animal. Ni está en juego su integridad ni su salud. Y ellos mismos lo dicen: ni se sienten bichos raros, ni  humillados ni objeto de burla y mofa. Sólo quieren que les dejen en paz.  

 Ocurrió esta misma semana en Baza (Granada). Debido a fuertes presiones de la Junta de Andalucía amén del inútil ministerio de Asuntos Sociales, se consiguió que la empresa suspendiera un espectáculo cómico-taurino. Es negarles trabajar, es negarles el pan y la sal. Y si dejan de torear, ¿Qué hacemos con ellos? si en vez de hacer reír en un ruedo lo hiciesen en un teatro de variedades, ¿tendría el mismo efecto? O es porque hay animales de por medio y los de siempre (ya sean animalistas, moralistas modernos y demás pensadores progres etc) van a buscar hasta el más mínimo matiz para poner el grito en el cielo? Me paro a pensar y pongo ejemplo sencillo: Tras los juegos Olímpicos, se celebran los Paralímpicos. He oído opiniones de todos los colores: hay quien piensa que es maravilloso el tesón y capacidad de superación que muestran esos atletas o que eso sí que es dantesco y es inhumano ver, por ejemplo, a un tío sin brazos cruzar una piscina olímpica o  ver un partido de baloncesto en silla de ruedas. ¿Ahí no van a decir nada los que crean que es humillante e indignante? Hemos llegado a un momento en el que hay que trabajar en lo que otros quieran, no en lo que uno se sienta feliz: han conseguido que no haya azafatas en eventos deportivos, que estos toreros no puedan trabajar... ¿Dónde está la libertad? Vivimos en una época en la que siempre sacarán matices y buscarán excusas los defensores del buenismo para organizar la sociedad como esa gente quiera y no como uno se sienta a gusto. Es peligroso. Y dictatorial. Lo veo así. 

Son toreros, pero se ganan la vida haciendo reír. Ellos no buscan la gloria y la puerta grande. Buscan que la gente vaya a disfrutar. Cómo aquí lo he dejado claro en otras ocasiones, todo lo que sea alrededor de un animal bravo, cuenta con mi más incondicional apoyo. Es otra muestra de la rica variedad que hay en la fiesta de los toros. Vayan a verles, disfrutarán. Lleven a sus niños. Será inolvidable para ellos. 




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