viernes, 20 de agosto de 2021

Recuerdos de Céret.

Ya he comentado alguna vez que aquí puede colaborar todo aquel que quiera escribir sobre la Fiesta. En esta ocasión cuento con la aportación de Pablo Soteras. Un amigo que viajó en julio hasta Ceret (Francia) para presenciar la corrida que lidió Miguel Reta cuya ganadería se anuncia como Reta de Casta Navarra. Para que se hagan una idea, la expectación de este cartel fue como el de Morante en agosto con los toros de Prieto de la Cal. Han sido dos tardes marcadas por unas ganaderías que aunque no gozan de predicamento ante el gran público, tienen su tirón en la afición más torista. Ceret es plaza francesa pero con alma catalana. Su cercanía a la frontera hace que esta diminuta plaza sirva de refugio a los maltratados aficionados catalanes castigados por la tiranía de sus gobernantes. Fue una tarde de épica y combate.  Esta pequeña localidad gala es Tierra Santa del Torismo. Aquí, ante todo, prevalece el Rey Toro. Estas líneas hacen tener una idea más que aproximada al lector de lo que allí sucedió a los que no pudimos acudir:


Céret resonaba en nuestras cabezas de una manera lejana. Después de la expectación creada no era para menos. Meses de espera y lectura continua de historias, vídeos y demás material que pudiésemos encontrar.

Realmente Céret es una de las Mecas del Toreo. Una plaza auténtica, consagrada al Toro. Es un lugar impactante, su esencia es única, o eso pareció aquel día. Todos los elementos que rodean a la plaza, desde la banda hasta la cuadrilla de areneros o el esmero que se pone en cada detalle (burladeros, albero…).En fin, el ruedo parece el lugar perfecto para la lidia.

Por fin empezó el festejo. La seriedad que se respiró en la plaza no la he vivido ni padecido nunca- ni si quiera algo que se le parezca- en mi corta vida de aficionado. Por eso, creo que hablar desde el desconocimiento de no haber estado presente es un grave error. Y por ello, también creo que el ganadero hizo bien en no querer retransmitirla.

No faltaron críticas, sobre todo de gente que no lo presenció, o de los denominados “críticos taurinos” en los medios de masas. Cada vez tienen menos de críticos y que decir de taurinos. Que no guste a un público no significa que no tenga que aparecer. Como dijo un aficionado “ el revuelo que ha montado RETA en Twitter, no lo he visto nunca con ningún evento taurino”. Por algo será.

Salió como salió, pero como dijo el presidente de la ADAC (Asociación de Aficionados de Céret): “salió” que era lo importante. Reivindicar los encastes distintos en la lidia debería ser un deber para todos los aficionados. No hay solo una lidia, hay muchas lidias y esto también es la Fiesta. Ojalá más figuras empiecen a buscar la diferencia y la diversidad.

La emoción del día se notó en la plaza, en el aficionado. La emoción real de ver cada paso como un triunfo frente a una bestia. Una emoción cargada de tragedia y realidad.


Lo que ocurrió en Céret
Ocurrió en Céret

Con seriedad, bravura y emoción. No la emoción moderna, la emoción real, la que hacía ver la muerte en cada pase y mostraba la verdad. Porque salieron como salían los toreros de las plazas, como se despedía al soldado o se recibía al héroe. Ocurrió en el ruedo la lucha contra el tiempo. Lidiadores con la vida y la antigüedad. En una época en la que todo parecía fugaz y líquido, ocurrió en Céret.

Recién sacado de dos siglos anteriores. Siglos donde la bravura y la valentía eran virtudes. Siglos de cultura y tradición. Siglos de realidades y verdades.

Después de aquel día, todo será “después de lo de RETA...”

Ocurrió en Céret.

Lo que ocurrió en Céret.












                     Texto y fotos: Pablo Soteras.



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