martes, 1 de junio de 2021

San Isidrín (parte II).

 Aquí os dejo la segunda parte de este San Isidrín

Miércoles 19. Toros de Garcigrande, Núñez del Cuvillo y Jandilla para Roca Rey (blanco y oro) y Pablo Aguado (negro y plata). Posiblemente el festejo más esperado y el que más entradas vendió. Duelo con varias de las ganaderías predilectas de las figuras. Y los dos toreros con más ambiente del momento. Andrés y Pablo. Cada uno en su estilo supieron sacar olés profundos en este ruedo. Roca aprovechó las buenas embestidas de sus dos primeros toros para cuajar sus acostumbradas faenas bajando mucho la mano y tirando del animal. Saltilleras, gaoneras, pases cambiados, bernadinas... el peruano tiró de su habitual repertorio. El tercer toro que le tocó, de Cuvillo, fue el garbanzo negro y ante semejante sosería de animal, RR abrevió. El cenit de esa tarde fueron una verónicas de Pablo. La plaza rugió. Lentas, suaves, mecidas... una maravilla. Antes de esos lances, toreó con mucha gracia por chicuelinas al primero de la tarde. Con la muleta se puede resumir que sus toros no fueron un dechado de virtudes pero el sevillano dejó bellísimos instantes de su personal concepto.


                                          (Foto: Julián López)

Y lamentar las graves cornadas que recibieron Pablo Aguado al matar al sexto y Juan José Domínguez en el tercio de banderillas del primero. 


Jueves 20. Toros de Hnos. García Jiménez para Miguel Ángel Perera (malva y oro), Paco Ureña (canela y oro) y Emilio de Justo. Emilio cayó lesionado hace escasas fechas en Leganés así que su puesto fue ocupado por Daniel Luque (azul noche y oro). Lo mejor de este encierro salmantino fue la gran presentación de los animales. Y del comportamiento hay que decir que en general dieron juego y posibilidades de triunfo. Lo mejor de este jueves vino gracias al toreo de Paco Ureña. Se abrió en unos bellos delantales con el capote y con la muleta se hinchó al torear al natural. Profundos y ligados, pusieron a todos de acuerdo. Le cortó una oreja al toro más interesante de la tarde. Perera también cortó otra oreja. Trofeo incomprensible pues mató de pena. Luque pechó con el peor lote y sin mucho eco pasó por Carabanchel. No pudo reeditar la gloria de la tarde anterior.


                                  (Foto: EFE).

Viernes 21. Toros de Victoriano del Río para Diego Urdiales (grana y azabache), José María Manzanares (azul marino y oro) y Roca Rey (salmón y oro). Así, para abrir boca y nada más comenzar el festejo, el riojano bordó el toreo de capote. Si las verónicas de Pablo, dos días después seguían resonando en aquella lúgubre cúpula, Urdiales se encargó de que el lance más fundamental del toreo de capa cobrase más protagonismo que nunca. Es el de Arnedo un torero que con el capote torea de maravilla y no se le canta tanto como a otros. Incomprensible. Después, con la muleta, siguió toreando natural y asentado. De gran factura fueron los derechazos al cuarto de la tarde, un toro burraco al que cuajó Diego fenomenal por este pitón. 
Con empaque y mucha elegancia toreó Josemari al primero, pero, cosa muy rara en él, falló con la espada y perdió los trofeos. Su segundo animal fue un inválido y nada pudo hacer. Andrés comparecía por segunda vez. Se pegó un valeroso arrimón con el desrazado tercero y acabó recibiendo una voltereta sin consecuencias. Se puso pesado y alargó sin sentido una faena que no llevó a nada. En el sexto hizo lo mismo, se puso a dar muletazos sin fin ante un toro que fue de más a menos. 


                                          (Foto: Miguel Pérez-Aradros)

Sábado 22. Toros de Garcigrande para Morante de la Puebla (sangre de toro y azabache), "El Juli (lirio y oro) y Juan Ortega (verde y oro). No sólo es Pablo Aguado otro de los jóvenes que están levantando pasiones últimamente. Juan Ortega es otro que torea tela de bien y los que seguimos con interés cada festejo en el que actúa, sabemos que vamos a ir a la plaza a disfrutar del mejor toreo. Fueron dos obras sensacionales. Detalles muy toreros, rotundos muletazos... Delicatessen, algo así como un jamón de pata negra, para entendernos. Nos puso a todos en pie. Cortó una oreja. Id a verle. Os emocionará. Y dos cortó Julián. Se las vio con un buen toro del hierro salmantino de nombre Tabernero. Gran triunfo del madrileño. Morante, quitando unas brillantes verónicas a su primero, apenas tuvo opciones ante dos toros mansos y rajados por lo que fue silenciado.
Día de figuras y día de "vivas", o sea: I N S O P O R T A B L E. 




Cerramos este San Isidrín el domingo 23: Toros de Adolfo Martín para Juan del Álamo (blanco y plata), Román (blanco y plata) y José Garrido (azul noche y oro). Un encierro bien presentado y muy serio; del juego hay que decir que fueron en general bravos en el caballo y de interesante comportamiento en la muleta. 
El gran triunfador fue Román. Se jugó el tipo sin trampa ni cartón ante dos ásperos toros que pusieron todas las complicaciones del mundo. Fueron dos faenas muy medidas. No permitían la ligazón así que Román siempre buscaba pegar las muletazos de uno en uno. En esos muletazos, se ponía de frente y a pies juntos y con mucha torería llevaba al animal en los vuelos de la tela. De no haber fallado con la espada, habría salido por la puerta grande. Juan del Álamo estuvo solvente ante un primer toro que no admitió el más mínimo error y al que mató con una habilidosa estocada. Dio una vuelta al ruedo. Ante el cuarto anduvo desbordado amén de una lidia demasiado ineficaz por parte de su cuadrilla. Garrido cerró este cartel y se las vio con dos toros muy deslucidos. Dio muchos pases pero sin contenido ni emoción. 


                                          (Foto: Alberto Moreno).

Y como suelo apuntar porque es obligado hacerlo, ha sido una feria más que interesante en lo que a cuadrillas se refiere. Ha habido buenos puyazos como los Alberto Sandoval y Ángel Rivas el día de Adolfo Martín pero sin duda los que han brillado han sido los subalternos ya sea con el capote o con las banderillas: Sergio Aguilar, José Chacón, Iván García, Andrés Revuelta, Juan José Trujillo, Roberto Martín "Jarocho", Pablo Simón, Lipi... También destacar el quite salvador de Juan Carlos Tirado a Francisco Durán "Viruta" tras unos apuros en el tercio de banderillas el sábado 22.


Acabó este San Isidrín. Porque San Isidro es y será siempre en la plaza de Las Ventas y del Espíritu Santo. Opiniones hay para todos los gustos. A mí no me molesta que tenga lugar en un coso de menor categoría. Por eso lo he llamado San Isidrín.
Muchos momentos a destacar: tardes para no olvidar, fortísimas cornadas, toros importantes, el gran nivel de las cuadrillas... Feria más que interesante. Estas plazas cubiertas, son llamadas con sorna por los aficionados como tanatorios: son tristes, oscuras y como están preparadas para dar conciertos y eventos de naturaleza extra taurina, abundan los focos y demás material para mejorar la luz y sonido de los espectáculos que allí se celebren. Otros dijeron que parecían el Kinépolis y razón no les falta pues nada más entrar te reciben unas monísimas azafatas y en las galerías abundan los puestos de chucherías con grifos de Coca-Cola. Esto no es serio, así no ilusiona entrar en semejante pabellón polivalente predispuesto a ver toros. Pero bueno, se han dado y esto es lo crucial. Y otro tema a resaltar porque ha dado mucho que hablar: las paupérrimas entradas debido al alto precio de la taquilla. Y también a la escasa publicidad. Así no. Días como la tarde de rejones o la novillada dieron mucha pena ver este enorme pabellón vacío. Y lo último que voy a opinar: los carteles. Abundancia de ganaderías de encaste Domecq. No puede ser. Si es San Isidro, qué menos que dar sitio a ganaderías del encaste Santa Coloma, Atanasio o cualquier otro. Parecía Castellón o cualquier otra feria por el estilo en vez de una programación digna de San Isidro. Los dobletes eran innecesarios. Habría que haber dado una corrida de oportunidad a toreros que actúen poco, otra de premio a los que se lo hayan merecido estas últimas temporadas, no sé. Un poco de imaginación no habría venido mal. Que estos tiempos que corren, la tauromaquia es algo que necesita con urgencia. Imaginación, "marketing" y toreros dispuestos a aquello que se les ofrezca... Pero nada. Sigamos con ideas y técnicas comerciales de la Posguerra o del Siglo de Oro si me apuras. Y los empresarios encantados. El que pierde es el aficionado.






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