miércoles, 23 de junio de 2021

De Morante y Prieto de la Cal.

"Estoy aburrido de juampedros y garcigrandes. Me cansa el toro bueno, te lo juro". Morante acaba de decir esto en una entrevista en El Mundo a Zabala de la Serna cuando hace horas salió el rumor de que quiere matar los jaboneros toros de Prieto de la Cal en El Puerto. Y pienso yo: Estoy aburrido de veros con lo mismo, te lo juro.

Esto lo dice un torero que es de los más completos del escalafón. Con capote, banderillas y muleta. Lo dice un torero que lleva dos décadas matando lo mismo. Lleva acomodado todos estos años. Y matar la de Victorino en Olivenza, Sevilla y Dax o la de Valdefresno en una Beneficencia, por ejemplo, en la que previamente tuvieron que ir y venir camiones cargados de toros desde Salamanca porque a Morantito no le gustaban; amén de otros hierros en diferentes estadios de su carrera, no cuenta, o sí, pero poco. El sevillano lleva matando las mismas ganaderías desde... ni me acuerdo. Y de repente, le da el venazo: en memoria a su admirado Gallito ha pedido la de Miura en Sevilla, pero el coronavirus ha impedido, por ahora, que se dé este ilusionante cartel. Las figuras se escudan, y es lícito, en que ellas quieren el toro que posibilite un triunfo pero el problema es que aunque estén en mal momento estos hierros, los siguen pidiendo. Y después se lamentan: "la corrida no embistió", "los toros no funcionaron"... pero al día siguiente, la prensa taurina anuncia una feria y ahí están, los mismos carteles de las figuras con estas ganaderías. Y así, de marzo a octubre. Y un año, y otro. A colación de esto, saco la famosa Superliga de fútbol que querían jugar los principales equipos europeos y que la UEFA cortó de raíz. Pues en el toreo llevamos con la "Superliga" desde 2003. Un puñado de figuras y hierros han estado copando carteles a lo largo y ancho del territorio nacional. El interés se acabó. Y hace tiempo. No me creo que que ver a los mismos toreros constantemente siga produciendo la misma ilusión que la primera vez. Si Morante está aburrido de estas dos ganaderías, que elija otras, porque las hay y muy buenas. Ahora me pongo en plan Mourinho: ¿por qué Daniel Ruiz?, ¿por qué Cuvillo?, ¿por qué Zalduendo? ¿por qué siempre las mismas ganaderías?. Una de las claves por las que se no salen de éstas, la dio Curro Romero: en las ganaderías de encaste Domecq cuando el toro no quiere ser toreado se para y ahí acabó la faena; en cambio, cuando el toro se raja en otros encastes es cuando mira, mide, prueba, embiste a arreones... en fin, hace sudar a los toreros, cosa que éstos no desean. Me da mucha rabia ver a las figuras que son las que tienen el oficio y la experiencia para torear cualquier animal y sacar lo mejor de él, no quieran apostar. 

La segunda parte sinceramente no la entiendo. ¿Qué es un toro bueno? ¿Un toro bueno era Hebreo que fue una maquina de embestir o era Arrojado que si Manzanares no lo hubiese indultado podría seguir embistiendo a la muleta del alicantino y eso que han pasado ya diez años? ¿Un toro bueno es aquel animal que dura hasta que suenan las trompetas del día del juicio final o es ese animal que embiste quince o veinte veces y como se va enterando de qué va el asunto, sumado a un torero plasta y que necesita 60 muletazos, se pone complicado, el torero pierde los papales y al final la cosa acaba en nada? ¿Qué es para Morante un toro bueno? Aquel noble y chochón que propina una faena más larga que la Cuaresma o ese toro indómito para que el sevillano tire de fantasía y genialidad y que diez muletazos en seis minutos sean más que suficientes para cortar dos orejas ¿O resulta que ahora Morante quiere toros como aquellos de Victorino en Madrid en San Isidro de 2014 por ejemplo? Me acuerdo de unas declaraciones de Luis Francisco Esplá en el túnel de cuadrillas una tarde en Madrid: "yo no he venido a triunfar, yo he venido a interpretar mi tauromaquia". ¿Eso es lo que busca José Antonio con los toros de Prieto de la Cal? ¿Anteponer la lidia y la experiencia al triunfo y que la gente vea una tauromaquia que ya no se ve? Pues que sepa el gran público que las faenas durarán quince muletazos y por ende, una corrida durará ochenta minutos en vez de las dos horas y cuarto que suelen durar hoy día. Hay que ir mentalizado para saber que no se verán esas faenas de naturales y derechazos únicamente. No serán esas faenas monótonas y mecánicas con la que nos aburren muchos matadores día tras día. Serán faenas de improvisación, de lidia, de quites que nadie conoce... en fin, por decirlo de alguna manera, rescatar esa tauromaquia antigua del siglo XIX a nuestros días. Sera digno de ver.  

En resumen, me encanta esta apuesta de Morante. Nunca es tarde si la dicha es buena. Cuando criticamos que las figuras no salen del sota, caballo y rey, Morante vuelve a ilusionar a la afición más dura. Sea como fuere, yo banco a José Antonio. Es un torero que siempre sorprende. Y que aunque muchas veces no esté de acuerdo con él, su genialidad y su capacidad lidiadora merecen pagar la entrada. Si pueden, vayan a verle. Lo recomiendo. 



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