lunes, 8 de mayo de 2023

Un aperitivo de doce toros.

Con el runrún que se formó por la tarde en la plaza francesa de Céret en 2021, tenía ganas de ver estos toros navarros. Un hierro que durante mucho años ha tenido su mercado principal en el toreo popular pero que en cuentagotas ha ido lidiando últimamente en festejos reglados. Así pues, el cartel que presenciamos fue el siguiente: toros de los diferentes hierros de la casa que son Toros de Casta Navarra, César Reta y Alba Reta para dos valientes curtidos en más batallas que Alejandro Magno, Julio César o Gengis Khan: Francisco Javier "Sánchez Vara" y Octavio Chacón. Al ser mano a mano, se contó con Alberto Pozo (verde manzana y oro) como sobresaliente. 
 Loable y maravillosa labor de los amigos de Tres Puyazos. Abonados a Las Ventas han unido sus fuerzas para ofrecer aquello que es tan complicado encontrar. Y en San Agustín del Guadalix, en las faldas de la sierra de Guadarrama han conseguido hacer una feria en la que el toro es el rey. Al romper el paseíllo matadores y cuadrillas fueron obligados a saludar. Fuerte ovación a un puñado de valientes que iban a pechar con seis toros indómitos.
Abrió cartel el veterano Sánchez Vara (canela y oro). Dispuesto, firme, valiente... Javier estuvo sensacional. Ante tres animales de diferente juego, no dio un paso atrás en toda la mañana y consiguió dar una clamorosa vuelta al ruedo tras una soberbia lidia en el tercero. 
Por su parte, Octavio Chacón (rosa y oro con cabos negros) también demostró que es un torero capaz de torear lo que le echen. Dio otra vuelta al ruedo. Con el segundo tragó hasta lo que no está inventado y con mucha emoción pegó varios muletazos de gran fuste. Y no puedo pasar por alto que a pesar de la dificultad de estos toros, y que Chacón no es un torero exquisito, atisbé un manojo de verónicas enganchando al animal y toreando con cadencia.
Casi tres horas largas de festejo en las que hubo emoción, peligro y retazos de las antiguas tauromaquias. Remates, macheteos, lidia sobre las piernas... Durante unas horas y bajo un sol criminal, nos sentimos como en un festejo del siglo XVIII.




La mañana se acababa y había que volver a Las Ventas. Se lidió un festejo insípido en el que se lidiaron tres novillos de Casa de Los Toreros (1º, 2º y 3º) y tres de Montealto para el francés "Solalito" (azul noche y oro), el valenciano "El Niño de las Monjas" (canela y oro) y el madrileño Luis Pasero (turquesa y oro). Nobles, boyantes y toreables. Destacó el gran tercero de nombre Manchego. 

El agua y el aceite, la noche y el día. Así fueron ambas jornadas. Matutina y vespertina no tuvieron nada que ver. En la primera abundó la emoción y el peligro y el otra la monotonía y el aburrimiento. Una mañana que bien podría ser una crónica de la revista La Lidia y una tarde de sopor y aburrimiento.

Solalito anduvo perdido, Un toreo moderno y sin alma fue el que puso en práctica este joven francés. No anduvo bien con los aceros pues de una estocada trasera tras un pinchazo y un bajonazo despachó al primero y al cuarto respectivamente.

El Niño de Las Monjas es un muchacho valenciano que quiso pero no pudo. Realizó varios quites y escuchó un total de tres avisos. Toreó por fuera, se pasó al novillo por Manuel Becerra y con la espada pegó un sainete.

Luis Pasero, que además de aspirante a matador es graduado en Administración y dirección de empresas vino a presentarse a Madrid y la cosa no fue bien. Con el capote estuvo francamente mal. Como ya queda dicho, Manchego fue un novillo de ensueño. Hay sorteos y sorteos y a Manchego le tocó un chaval con poco rodaje ya que apenas lleva Luis un puñado de novilladas en su currículum. Fijeza, nobleza, clase, recorrido... Manchego quería irse sin orejas al desolladero pero el madrileño no se hizo con las soberbias embestidas de aquel novillo. Finiquitó la faena tras varios pinchazos y por su cuenta y riesgo se dio, sin pudor alguno, una vuelta al ruedo.

Después de un atracón de doce toros bajo un sol de justicia hay que descansar porque llega el plato fuerte. Si las cuentas no me fallan y quitando rejones y algún festejo más que no pueda ir, el menú constará de 126 reses aproximadamente. Y empezamos fuerte porque en el primer cartel ferial se anuncian dos gallos de muchos espolones: Juli y Roca Rey se verán las caras por primera vez en la plaza madrileña. 



Próximo festejo: miércoles 10 de mayo a las 7 de la tarde. Alternativa de Álvaro Alarcón de manos de El Juli y Roca Rey. Toros de la Quinta.





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