Anuncios en entredicho.

He oído en alguna ocasión que el fútbol es un espectáculo mediocre grandiosamente contado y el toreo es un espectáculo grandioso mediocremente contado. Un dicho muy cierto si nos fijamos por ejemplo en las últimas cuñas publicitarias tanto de la feria de San Isidro como la Corrida de Primavera de Brihuega.

En San Isidro, la empresa Plaza 1 ha publicado un cartel en la que un torero con la taleguilla rota y enseñando una nalga pide que se vote a la tauromaquia. Aprovechando las inminentes elecciones, la empresa sugiere que independientemente del partido al que se vaya a votar, se siga apostando por la tauromaquia debido a diferentes motivos ya sean económicos, culturales, ecológicos, laborales etc. Con el culo al aire. Así reza el lema de dicho anuncio.

En el caso de Brihuega se apuesta por una mujer que se confiesa de que pecará el 27 de abril, día de dicho festejo. Tras irse del confesionario el sacerdote suelta una burrada impropia de un religioso que me niego a reproducir. Una vez más, se vuelvan a usar tópicos repetidos y fuera de lugar.

Me parecen paupérrimas estas dos ideas. En vez de poner en valor cientos de cosas maravillosas que tiene el toreo, aprovechando el tirón de jóvenes que llevan gente a las plazas como Roca Rey o sacar a colación el morbo suscitado por el polémico bombo y que ha sorteado diez carteles de dicha feria, se apuesta por algo rancio y de muy mal gusto. ¿No hay absolutamente nadie con originalidad que arriesgue diseñando algo creativo y impresione? Se ve que no.

Estoy seguro que Míster Wonderful lo haría mejor.