martes, 28 de enero de 2020

Un siglo al servicio de la Patria.

No quiero dejar pasar la oportunidad de conmemorar que tal día como hoy pero de 1920 comenzaba su andadura El Tercio de Extranjeros, cuerpo militar que posteriormente pasó a denominarse La Legión. Dicho cuerpo considera que la fecha fundacional fue el 20 de septiembre de ese mismo año al alistarse ese día el primer caballero legionario.

Fue fundado por el Teniente Coronel de Infantería don José Millán-Astray. El objetivo fue crear una unidad militar en la guerra de Marruecos con el fin de romper las líneas enemigas y llegar a la lucha cuerpo a cuerpo. Junto a la Benemérita, es una de las instituciones más conocidas y queridas por los españoles. El Chapiri, la cabra y sus himnos (Canción del LegionarioTercios Heroicos  y El Novio de la Muerte) son sus símbolos más reconocibles.

Otro de sus emblemas es el Credo Legionario. El Credo es un código de conducta que todo Caballero Legionario conoce y obedece hasta las más mínima coma. Es una filosofía que cualquier miembro de este cuerpo debe aplicar toda su vida. Forma parte de La Legión desde los primeros momentos, es su base espiritual, médula y nervio, alma y rito de ella.
“Escrito en momento de exaltación del entusiasmo y de la fe, no tiene el más leve pulimento literario. Surgió espontáneo, como si dictásemos unas instrucciones cualesquiera; sentíamos la Legión, pensamos en el espíritu militar y en el de sacrificio. Queríamos que rindiesen culto al Honor militar y al Valor militar y que, sugestionados con estos sentimientos, vencieran el instinto y no temiesen la muerte".
Millán-Astray


EL ESPÍRITU DEL LEGIONARIO

Es único y sin igual, es de ciega y feroz acometividad, de buscar siempre acortar la distancia con el enemigo y llegar a la bayoneta.


EL ESPÍRITU DE COMPAÑERISMO

Con el sagrado juramento de no abandonar jamás a un hombre en el campo de batalla hasta perecer todos.


EL ESPÍRITU DE AMISTAD

De juramento entre cada dos hombres.


EL ESPÍRITU DE UNIÓN Y SOCORRO

A la voz de “A mí la Legión”, sea donde sea, acudirán todos, y con razón o sin ella defenderán al legionario que pide auxilio.


EL ESPÍRITU DE MARCHA

Jamás un Legionario dirá que está cansado, hasta caer reventado. Será el Cuerpo más veloz y resistente.


EL ESPÍRITU DE SUFRIMIENTO Y DUREZA

No se quejará: de fatiga, ni de dolor, ni de hambre, ni de sed ni de sueño; hará todos los trabajos: cavará, arrastrará cañones, carros, estará destacado, hará convoyes, trabajará en lo que le manden.


EL ESPÍRITU DE ACUDIR AL FUEGO

La Legión, desde el hombre solo hasta la Legión entera acudirá siempre a donde oiga fuego, de día, de noche, siempre, siempre, aunque no tenga orden para ello.


EL ESPÍRITU DE DISCIPLINA

Cumplirá su deber, obedecerá hasta morir.


EL ESPÍRITU DE COMBATE

La Legión pedirá siempre, siempre combatir, sin turno, sin contar los días, ni los meses ni los años.


EL ESPÍRITU DE LA MUERTE

El morir en el combate es el mayor honor. No se muere más que una vez. La muerte llega sin dolor y el morir no es tan horrible como parece. Lo más horrible es vivir siendo un cobarde.


LA BANDERA DE LA LEGIÓN

La Bandera de La Legión será la más gloriosa porque la teñirá la sangre de sus legionarios.


TODOS LOS HOMBRES LEGIONARIOS SON BRAVOS

Todos los hombres legionarios son bravos; cada nación tiene fama de bravura; aquí es preciso demostrar qué pueblo es el más valiente.


Un siglo de vida siendo novios de la Muerte.


   TODO POR LA PATRIA
¡VIVA LA LEGIÓN!


Escudo Brigada 'Rey Alfonso XIII' II de la Legión




                                             

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