lunes, 18 de julio de 2022

San Fermín.

Acabaron nuestras fiestas más internacionales por excelencia: San Fermín. Después de la situación excepcional durante estos dos años, volvieron a llenarse sus calles de gente vestida de rojo y blanco, volvió el clásico chupinazo... Y volvió Televisión Española a retransmitir cada mañana los encierros. A las 7.15 de la mañana comienza un programa que dura hora y cuarto aproximadamente. Yo, en su día, me levantaba para verlos y si me enteraba que en algún festejo ocurría algo interesante, ponía la tele a esa hora con la idea de que ver en esa previa un resumen del festejo del día anterior. De lo contrario me despertaba unos minutos antes para estar puntual a la salida de la manada. Elena Sánchez y Javier Solano durante muchos años fueron los encargados de llevar a cabo tal retransmisión. Con aciertos y fallos llevaron cada mañana a miles de hogares la emoción de un encierro. Pero, hete aquí que durante esos cuarenta minutos previos empezaban a hablar y hablar haciendo entrevistas a diversas caras conocidas o dedicando la tertulia a temas superfluos. Recuerdo vagamente que apenas comentaban el festejo del día anterior, y si lo hacían le dedicaban un par de minutos a lo sumo.

Sin corrida no hay encierro. Es un lema que corre por las redes sociales durante las fiestas pamplonicas. Los aficionados buscan hacer lo que no hacen los periodistas: hacer ver al gran público que el encierro no es una alocada carrera y ya. Éste nos hace recordar que antaño, cuando no había camiones ni medios para ello, los ganaderos llevaban a sus reses por el campo y posteriormente por las calles de la ciudad hasta la plaza de toros. Eso desembocó en los actuales encierros. Encierro viene de encerrar, así que el objetivo es simple: hacer llegar a los animales desde la finca hasta los corrales de la plaza. Por ello, no tiene sentido y para mí, es una falta de respeto al toro y al ganadero porque se desprecia el momento culmen de su vida: su lidia en el ruedo.

Con sus virtudes y defectos Javier y Elena hacían un buen trabajo pero daban importancia a temas absolutamente prescindibles. Por ejemplo el cronómetro. Hicieron de algo apasionante una central de datos. Recuerdo que cada mañana se ponían a comparar fechas, años, tiempos, encierros, ganaderías... Cualquier dato valía para meter en las estadísticas. No puede ser un "Big data", es un tostonazo. No es Fórmula Uno. Aquí el tiempo es, o debería ser, lo de menos. Entre la soporífera tertulia de los presentadores y un encierro sin ningún tipo de interés... Llevo tiempo sin verlos. Este año han llegado a TVE nuevos comentaristas y por lo que se comenta en Twitter, la cosa sigue igual o peor. Tendrán las carencias habituales de cualquier novato en algo, pero si no sirve para mejorar poco a poco y enseñar todos los entresijos de un encierro y el posterior festejo, de poco sirve. Y los encierros han perdido emoción. Si el protagonista pierde aquello por lo que es piedra angular de un espectáculo, todo carece de sentido. Le dan importancia a los bueyes, ponen antideslizante en el recorrido, y para colmo, los correderos en las ganaderías con el fin de mejorar la fuerza de los toros para su posterior lidia, no hacen sino convertir la fiereza de un animal bravo en un atleta con la misión de correr por un trayecto en el menor tiempo posible. Han conseguido convertir un encierro en un corredero urbano. Basta con mirar los salvajes encierros de los años ochenta, noventa y dos mil. Había peligro, miedo, incertidumbre... Eran otros tiempos. Ahora ver pasar la manada de toros es como el pelotón del Tour de Francia, si te distraes te lo pierdes. Y si se remata con una realización que deja bastante que desear, queda un programa muy pobre.

¿De qué sirve hablar solo de una carrera y no se tiene en cuenta lo que pasó con esos animales por la tarde? Pocos recordaremos el faenón excelso de Morante de la Puebla, la torería de Diego Urdiales, Roca volvió a ser Rey en Pamplona un año más, un gran toro de Jandilla, el gran conjunto que lidió la ganadería gaditana de La Palmosilla, la estocada de Román en la dura corrida Cebada Gago, el triunfo de Isaac Fonseca, Daniel Luque volvió a dar un golpe en la mesa...

Sin corrida no hay encierro. Lo repetiremos las veces que haga falta. Televisión Espantosa (como diría Federico) lleva tiempo sin dar un festejo taurino. Y esa corriente antitaurina, hace que desprecie el ente público las corridas de Pamplona. Como dice un popular dicho: "el fútbol es un espectáculo mediocre brillantemente explicado y la tauromaquia es un espectáculo brillante mediocremente explicado". Mientras sigan obviando el festejo vespertino y en vez de hacer una entrevista a un torero, proyecten un vídeo de una ganadería que participe en esa feria o hagan cualquier cosa que de verdad merezca la pena o que genere afición, se dediquen a enfocar al cámara de turno para pedirle matrimonio a su novia (sí, ha pasado este año), expliquen cómo atarse los cordones de las zapatillas o recordar que esta plaza ha cumplido este año su primer centenario de vida... pues seguiré durmiendo a pierna suelta. Que no cuenten conmigo. Para ver eso es mejor quedarse en la cama.



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