martes, 23 de septiembre de 2025

¿Lo sabes?

1. ¿Qué matador del siglo XIX fue conocido como "Napoleón de los toreros"?
A. Cayetano Sanz.
B. José Redondo "El Chiclanero".
C. Francisco Montes "Paquiro".

2. La gregoriana es...
A. La armadura que protege la rodilla derecha de los picadores.
B. El bordado que adorna la casaca de los rejoneadores portugueses.
C. Un lance inventado por el matador Gregorio Sánchez.

3. ¿Quién recibe el prestigioso trofeo "Claude Popelin" en Francia cada año?
A. El torero triunfador de la temporada.
B. El rejoneador triunfador de la temporada.
C. La ganadería triunfadora de la temporada.

4. Fundado en 1915, el grupo de forçados más antiguo de Portugal, es el de...
A. Montemor-o-Novo.
B. Santarém.
C. Alcochete.

5. El estaquillador es como popularmente se conoce...
A. Cada uno de los adornos que cuelgan de las hombreras de la chaquetilla.
B. El mango por el que se agarran las banderillas.
C. El palillo de madera con el que se monta la muleta.

6. En el argot taurino se dice que si un toro barbea, se refiere al toro que...
A. Derriba al picador.
B. Va recorriendo el ruedo pegado a las tablas buscando la huida.
C. A un animal manso que defendiéndose, pega cabezazos buscando herir al torero.

7. La rodrigueña es una suerte que se realiza con...
A. Capote.
B. Muleta.

8. Datos correctos de la alternativa de Diego Ventura.
A. Elvas (Portugal), 10 de agosto de 1996.
B. Espartinas (Sevilla), 20 de abril de 1997.
C. Utiel (Valencia), 13 de septiembre de 1998.





9. ¿A qué ganadería corresponde este hierro y divisa?
A. Peñas Blancas.
B. Toros de Orive.
C. Martín Arranz.



10. ¿En qué pueblo madrileño encontramos esta plaza de toros?
A. Valdetorres de Jarama.
B. Ambite.
C. Valdeolmos.




1c, 2a, 3a, 4b, 5c, 6b, 7b, 8c, 9b, 10a




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martes, 9 de septiembre de 2025

"Sevillita" tenía razón.

No ha sido suficiente con Marco Pérez. Una nueva promesa nos han metido con calzador. Después del joven salmantino, esta vez ha tocado una niña con raíces segovianas. El despegue de Olga ocurrió en el reciente festival por las víctimas de la tragedia de Valencia en la plaza de Carabanchel. No solo eso, pues Telemadrid quiso estar presente para toda la Comunidad y ser testigo de todo lo que en el ruedo sucedió. Con la plaza llena, Olga cortó dos orejas y el rabo al novillo que le tocó. Poco después llegaron las entrevistas, los reportajes... La fama de Olga empezó a crecer como la espuma. Todos los medios querían contar con ella y dar a conocer a una mujer que quiere triunfar en el toreo. Si Juan Bautista lleva con sumo mimo al imberbe Marco, es el también matador Miguel Abellán y el empresario Simón Casas los que están haciendo lo propio con Olga. 

A grandes rasgos, lo que escribí en su día sobre Marco, vale perfectamente para Olga. Los que se reparten el pastel quieren imponernos una nueva promesa. Un nuevo torero para anunciar en los carteles pase lo que pase. Si quieren igualdad que pongan a Olga con Tomás Bastos, Zulueta, con Julio Norte, con Pedro Luis, con Fabio Jiménez. Que toree en Arnedo los Ibanes, en Villaseca los cárdenos de La Quinta... que se curta y que pelee con las mismas condiciones que sus compañeros. Salvo su debut con picadores en Olivenza y algún otro festejo más, busquen los carteles de muchos de sus contratos este 2025: Jaén, Illescas (Toledo), Sabiote (Jaén), San Sebastián, Cuenca, Alcalá de Henares y San Sebastián de los Reyes (Madrid), Melilla, Palos de la Frontera (Huelva), Nîmes y Lunel (Francia)... Esto no es igualdad. La igualdad la vería si estuviera anunciada en las nocturnas de Madrid, en los diferentes certámenes, en los pueblos toreando "zamacucos"... Y lo que está sucediendo es justamente todo lo contrario. La están tratando, sin merecerlo, con más categoría que a muchos compañeros que han conseguido méritos más justificados. Esto es de todo menos igualdad. Algo que no hicieron con Conchi Ríos, Eva Florencia, Sandra Moscoso, Rosana Toledo, Rocío Romero, Miriam Cabas, Verónica Rodríguez... Y aún menos con Cristina Sánchez, con Mari Paz Vega, con Maribel Atiénzar, con Yolanda Carvajal, con Mari Fortes, o con Purita Linares por poner algunos ejemplos. ¿Por qué a ella sí?

Un azulejo en la escuela taurina de Cali (Colombia) reza lo siguiente: "Apreciado alumno, el que te recomienda es el toro". Hace mucho tiempo esta frase perdió su significado. Compadreos, amistades, favores, cambios de cromos... Muchos muchachos con condiciones extraordinarias se han quedado en la cuneta por no tener ese pequeño empujoncito suficiente para poder abrirse camino. Y los ínfimos contratos que habrán podido firmar, seguro que han sido en unas deplorables condiciones. Un empujoncito no es tener a alguien soltando billetes o consiguiendo ponerle en los mejores carteles de las mejores ferias cuando aún no eres nadie. Los chavales necesitan torear, que los empresarios apuesten por ellos, es decir, que tengan las suficientes oportunidades en los pueblos para rodarse y que cuando lleguen los compromisos importantes en las plazas de postín, poder dar la cara. Por descontado añadir, con unas condiciones justas. Que cuando haya que liquidar las cuentas no quede solo para un café, como decía con humor Víctor Barrio en la serie "Lo Bravo" después de torear en un pueblo. El toro era juez. Él determinaba quién estaba hecho para jugarse la vida en la arena y quién no tenía capacidades para triunfar en esta durísima profesión.

¡Un buen padrino! Con esta contundencia respondía Manuel Muñoz "Sevillita" en la entrañable película Tú solo (Teo Escamilla, 1984) al maestro Domingo Ortega (1906-1988). El toledano preguntaba qué era necesario para llegar lejos en el duro mundo de los toros en medio un corrillo de alumnos de la Escuela Nacional de Tauromaquia. Aún reprendido por los profesores por su descaro, "Sevillita" tenía más razón que un santo. Marco y Olga están disfrutando de unos privilegios sin haber tragado la quina que han pasado miles de chavales a lo largo de la historia del toreo. Sin haber pisado Calasparra, Arganda, Arnedo u otros pueblos que son referente y encuentro de novilleros. Donde éstos tienen su gran oportunidad de mostrar su valía cuando en los últimos compases de su trayectoria con caballos, un triunfo fuerte en estos pueblos puede consolidar el paso al escalafón superior. Con Morante, Talavante, Manzanares, Castella, Aguado, Diego Ventura... Ha toreado con la flor y la nata del escalafón.

Dejo en el aire preguntas a vuelapluma: ¿Se da cuenta la gente que está pagando precios de figura por ver a un incipiente novillero compartir tarde sí y tarde también con Talavante y compañía? ¿Se dan cuenta que la rivalidad entre compañeros ha sido suprimida en la trayectoria de estos dos muchachos? ¿Qué harán con Olga? Si están repitiendo con ella la estrategia que hicieron con Marco...¿La soltarán a los leones? ¿Pondrán a Olga con seis novillos en San Isidro? ¿Cómo es posible que el pasado mes de agosto, en la feria de Gijón, Olga decidió no torear alegando problemas físicos justo en uno de los poquísimos festejos en los que estaba anunciada con sus compañeros de escalafón y, qué casualidad, 48 horas después estaba toreando más fresca que una lechuga en San Sebastián con Marco Pérez en un cartel que inicialmente abría Morante pero que no pudo acudir por un percance sufrido días antes? ¿Lo sabe el gran público?¿Esto es seriedad? ¿Esto es respeto al público y a los compañeros? Te caes de un cartel de máxima rivalidad y dos días después toreas con tu compañero de andanzas y paseíllos. Y no quiero olvidarme del sorteo, salvo algún momento puntual, al ir siempre con dos matadores de toros, no sortea su lote. Los novillos se los eligen sin tener que pasar por la caprichosa mano de la suerte. ¡Qué casualidad que de las escasas veces que ha tenido que sortear los novillos fue en Gijón! Y hay que hablar de las entradas, lo que yo veo es que no están arrasando en taquilla y las tardes de buenas entradas, son las que acompañan a algunas de las figuras antes mencionadas. De hecho, la tarde de San Sebastián fue una de las que menos afluencia tuvo. Justo la que una gran figura no pudo asistir. Si las dos futuras estrellas en una plaza de primera categoría como es San Sebastián en una feria grande, sin nadie que les abra cartel, apenas meten media plaza... Ahí lo dejo. 

Sangre, sudor, lágrimas, la indiferencia de los empresarios, meses sin recibir una oferta para torear, la llamada de un ganadero para tentar... Tragos muy amargos y momentos muy difíciles es lo que sufrieron torerazos como Diego Urdiales, Manuel Escribano y Emilio de Justo hasta que en sus vidas aparecieron Molinito en Logroño en 2007, Datilero en Sevilla en 2013 y Milhojas en Hervás (Cáceres) en 2015 respectivamente. O el caso de Juan Ortega. Muchos desconocen o no recuerdan que Juan Ortega lleva la friolera de once años de alternativa. Pocos se acuerdan de aquel 15 de agosto de 2018 en Madrid o un Domingo de Resurrección un año después. Antes, de novillero fue a Arnedo y en 2012 mató la de Baltasar Ibán y en 2013 la de Adolfo Martín. Entre 2014 y 2018 apenas contaban con él. Hasta que Madrid le dio una oportunidad y la aprovechó. Se ha ganado estar en los carteles de postín, Olga no. Olga Casado está ahora en el mismo lugar que están ellos pero sin haber sufrido ese calvario. Sin ni siquiera haber tomado la alternativa, goza de una posición que muchos matadores han soñado con alcanzar. Un lugar por el que muchos chavales dejaron toda su vida atrás para entregársela al toro. Por el que derramaron sangre. Por el que recorren España yendo de pueblo en pueblo toreando por las duras capeas para no perder el contacto con el animal porque no cuentan para los empresarios. Es sangrante. Muy injusto. 

Cada vez hay más aficionados cansados. Cada vez hay más gente harta de estos favoritismos. Estamos ilusionados con un puñado de muchachos que están demostrando unas condiciones buenísimas y triunfando allá donde van y con el ganado que les dan. No puede ser manos a manos absurdos a la par que ridículos entre Olga y Marco quitando puestos a matadores que merecen torear porque se lo han ganado de verdad y que están proscritos porque los dos susodichos torean donde deberían torear los segundos y, además, sin dejar que otros completen el cartel. Si por lo menos estuvieran refrendados en taquilla... Pero ni eso. Cuando El Mundo publicó tras la tarde en Carabanchel que sería apoderada por Plaza 1 (empresa de Madrid) anunció la noticia con el siguiente titular: "el concepto de programación es que toree corridas mixtas". Es decir, ya tenían un plan para ella. La empresa de Las Ventas la mimaría y llevaría su carrera entre algodones. Como hicieron con Marco en Salamanca. Si Simón Casas espera que la recibamos con una sonrisa en la cara y el pañuelo blanco en la mano, va listo: con el fusil cargado y la bayoneta calada. 

A Marco le exigimos y le exigiremos. No le pasaremos ni una. Olga: lo mismo. No esperes otra cosa. Mimados y consentidos, no contáis con el apoyo de muchos aficionados. Os han llevado entre algodones. Te recuerdo lo que Joselito dice en su biografía: "la comodidad no es para los toreros". Vienes a Madrid este octubre, a un festival. Te daremos cancha. Piensa que es ese control que hace el profesor a lo largo del trimestre. Asúmelo como una toma de contacto. Pero no te relajes. Como no creo que te veamos por Alcalá 237 en marzo o en abril, imagino que será en mayo el examen de verdad. ¿O quizá ya en octubre cuando Miguel y Simón lo decidan? No sé si vendrás en solitario o con Talavante y Lea por ejemplo como compañeros: viendo los precedentes me espero cualquier cosa. Sería lo justo, ya que no quieres rivalizar con tus compañeros da el do de pecho y ven tú sola a Madrid como hizo Marco. Sin figuras, sin nadie. Sé tú el centro de atención si es que es eso lo que pretendes. Tú pones los conocimientos y nosotros la sentencia. Seré directo; te repito lo que le dije a Marco: no olvides que vengas con quien vengas, no habrá piedad. La exigencia será máxima. Si vienes con trato de figura, recibirás trato de figura. Confío en que lo sepas y seas consciente de ello.



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sábado, 30 de agosto de 2025

Yiyo en el recuerdo.

Cuarenta años han pasado. Una tarde de agosto, en la sierra de Madrid, el pitón de un toro de Marcos Núñez atravesaba y partía en dos el corazón de José Cubero Sánchez. En Colmenar Viejo se anunciaron el 30 de agosto de aquel 1985 toros de la citada ganadería para Curro Romero, Antonio Chenel "Antoñete" y José Luis Palomar, pero hete aquí que Curro se cayó del cartel horas antes tras presentar parte médico y la empresa, deprisa y corriendo, tuvo que buscar un sustituto. La solución fue un joven torero que apenas llevaba cuatro años de alternativa pero que cada tarde iba dejando huella por el clasicismo de su tauromaquia.

José Cubero Sánchez nació en Burdeos, tierra de vino y no de toros. Francés de nacimiento porque sus padres emigraron más allá de los Pirineos y nuestro protagonista vino al mundo el 16 de abril de 1964. Pero pronto volvieron a Madrid, pues José, junto a sus tres hermanos pasaron su niñez en la capital de España. En el humilde barrio de Canillejas, al final de la calle Alcalá se instaló el matrimonio Cubero Sánchez. 


Momentos previos al paseíllo en la plaza de Madrid.

A José le picó el gusanillo de los toros, y gracias a la creación de la Escuela Nacional de Tauromaquia en 1976 en la Casa de Campo de Madrid, pudo matricularse como alumno. De hecho, él es de los primeros alumnos que empezaron a formarse en dicha escuela. (Y no solo él, pues sus hermanos Miguel y Juan también se hicieron toreros y hasta que se retiraron gozaron los dos de éxitos como subalternos acompañando a las máximas figuras de los 90 y 2000). Allí demostró que tenía condición y cuajo de torero. Despuntó rápidamente mostrando una superioridad notable respecto a otros alumnos. Sus primeros festejos fueron a orillas del Mediterráneo. Su primer paseíllo fue en Tabernes del Galldigna y un empresario, viendo el éxito conseguido, le firmó cinco contratos seguidos en Gandía. Cuentan que volvió a Canillejas con un coche lleno de flores y 50.000 pesetas de aquel entonces en la cartera. Muy capaz, tenía mucho gusto al mover las telas y personalidad en sus formas. Su oficio ante los becerros en el campo le permitió ganarse la oportunidad de torear y curtirse por los pueblos. Entre aquella primera hornada de alumnos matriculados, además de José, otros dos jovenzuelos supieron aguantar el ritmo de José: Julián Maestro y Lucio Sandín (Antes que ellos, Juan Carlos Herranz, Fernando Galindo y Fernando Lechuga fueron la primera promoción que de verdad empezó a representar al centro en los primeros certámenes de novilleros en los que la escuela participaba). Por ello Enrique Martín Arranz, Manuel Martínez Molinero, José de la Cal y demás profesores de la escuela idearon un proyecto que a la postre fue un éxito rotundo: consolidar esta nueva terna de alumnos y que fuera la mejor representación de este centro de formación taurina tras la generación de Herranz, Galindo y Lechuga. José, Julián y Lucio cumplieron con creces y dieron varias vueltas a España toreando en todos lados. Consolidado el cartel, Antonio Domínguez Olano, ajeno a la escuela, bautizó a este trío "Los príncipes del toreo". Un sello que dio publicidad y, que sumado al gran hacer de los tres chicos, puso a la escuela en el escaparate nacional como referente de la formación taurina y que poco a poco hizo que en otras ciudades, a rebufo de Madrid, surgieran más escuelas de tauromaquia. El experimento funcionó.

Tras una exitosa etapa de aprendizaje junto a sus dos amigos, José concluyó su rodaje en las novilladas sin caballos. "Los príncipes del toreo" llegó a su fin. Debutó con picadores en San Sebastián de los Reyes en marzo de 1980 para dar un año después el salto al escalafón definitivo. Como novillero, su mayor triunfo fue ganar en Arnedo el prestigioso certamen "Zapato de Oro". Se doctoró en Burgos junto a dos grandiosos toreros como lo fueron Ángel Teruel y José María Manzanares. Los toros pertenecían a una ganadería de postín: Joaquín Buendía. El 30 de junio de 1981 al tomar la alternativa José tuvo que dejar el amparo de la escuela y Tomás Redondo se ocupó de prometedora carrera. "Yiyo" que no "El Yiyo" como muchas veces se lee, tuvo una fulgurante carrera. Entre 1981 y 1985 triunfó allá donde fue y compartió cartel con los maestros de aquella época. El 22 de mayo del 83, y por la vía de la sustitución porque inicialmente no estaba contratado en mayo, entró en San Isidro en lugar de Roberto Domínguez. Salió Lanzaquema y le cortó una oreja de ley, pero pudieron ser dos. Fue el primer golpe en la mesa que dio José en Madrid. El cenit de su carrera aconteció días después, el 1 de junio "Yiyo" descerrajó la puerta grande de Las Ventas. Cortó una oreja a cada uno de sus toros y cruzó a hombros el umbral mudéjar que da a la calle Alcalá. Tras ese gran triunfo, Manolo Chopera, posiblemente el mejor empresario que ha visto la plaza de Madrid, premió a José con otra sustitución, esta vez la que dejó "Espartaco". Así que José volvió a Madrid y lo hizo acompañando a Ángel Teruel y "Armillita". Así toreó a Cigarrón, el primero de su lote, de Moreno de la Cova. Por aquel entonces el servicio militar era obligatorio así que José cumplió con el Ejército. Compaginó la instrucción militar y su carrera. Con estas palabras tan solemnes aquella tarde brindó a don Juan Carlos. Unos días después, exactamente el 9, hizo el paseíllo en este mismo ruedo, en la Corrida de Beneficencia junto al alicantino Luis Francisco Esplá. En corrales esperaban cinco toros de Dairo Chica y uno de Antonio Ordóñez. Ese día solo cortó una oreja, pero aún así fue llevado a hombros una vez más por la puerta grande junto al alicantino, que cruzaba ese umbral por por segunda vez. El teléfono echaba humo. Lo había logrado. Aún así quedaba refrendar el buen paso por San Isidro el resto del año, pero mantuvo el nivel. Un rosario de triunfos tarde tras tarde consolidaba a José en la cima del toreo.



Una única oreja cortó aquel día. Y aún así, fue llevado por la puerta principal.

El año siguiente consolidó con creces su cartel. En Madrid toreó un total de cuatro tardes. Su estelar San Isidro 1983 tuvo premio. Manolo Chopera le dio cuatro tardes. No cortó orejas, de todas formas certificó el nivel y la expectación creadas. Pero entre tanta alegría de los repetidos triunfos a medida que avanzaba el verano, llegó la tragedia: "Yiyo" estaba anunciado en Pozoblanco el 26 de septiembre de 1984. Francisco Rivera "Paquirri" y "El Soro" completaban el cartel. Avispado, de Sayalero y Bandrés hirió de mucha gravedad a Paquirri, figura del toreo y un personaje muy querido por la sociedad de la España de aquella época. A José le tocó acabar con Avispado. Volviendo a Madrid en su coche, José se enteró por la radio que Francisco había fallecido. Lloró amargamente por la muerte de su compañero. España se vistió de luto. Tras acabar la temporada en España, cruzó el océano y allí cumplió diversos contratos en Colombia y Ecuador durante el descanso invernal a este lado del Atlántico.


Su último vestido. Colección del Museo Taurino de Madrid. 

En el inicio de la temporada 1985, siguió afianzando todo lo logrado el año anterior. Y en Madrid deslumbró una tarde más cortando una oreja a Niñito, un toro de la ganadería de Aldeanueva, concretamente el 29 de mayo. José demostraba tarde a tarde que había torero para rato. Que tenía condiciones para ser alguien importante. El verano es la época fuerte, cuando más se torea. Cumplió contratos por toda la Piel de Toro hasta llegar al 30 de agosto en Colmenar Viejo. Curro Romero se cayó del cartel y no sabían cómo cubrir la baja de tan excelso matador. Apostaron por José y él estaba feliz. De lo difícil que fue contactar con urgencia con "Yiyo", llegaron a reclamar la ayuda de la Guardia Civil para llegar a él lo antes posible. José aceptó la oferta. Un triunfo fuerte a las puertas de Madrid podía afianzar más su caché respecto a las empresas en ese fin de temporada y lo más importante, de cara a 1986. Se vistió en un hotel de Miraflores de la Sierra y de marino y oro llegó a La Corredera. "Hoy voy a torear de verdad", dicen que eso avisó a su cuadrilla antes de empezar. Y así fue, porque aficionados y críticos cuentan que José toreó de manera excelsa a Burlero. Hasta llegar a la suerte suprema. Quedaba rubricar la faena, pero tras la estocada, en uno de los envites del momento, Burlero dando un certerísimo derrote alcanzó a José en el pecho. Tras unos breves pasos, José cayó desplomado. Aún tuvo un último aliento para exhalar a su banderillero de confianza: "Pali, este toro me ha matado". Y su mirada se apagó. Lo llevaron a la enfermería pero nada pudieron hacer. Con un precioso burdeos y azabache, el vestido que tantas tardes lució, fue amortajado. Aquella noche en la calle Canal del Bósforo 30, el domicilio se convirtió en una capilla ardiente donde acudieron compañeros de la escuela, familiares, profesionales del toro, periodistas y un sin fin de gente para alentar a una familia rota por el dolor. José fue un príncipe que no reinó. Tenía 21 años y toda la vida por delante. Lucio y Julián no tuvieron suerte. El primero sufrió varias cornadas de diferente gravedad: la que más ocurrió en Sevilla en la que perdió un ojo y, posteriormente un accidente de tráfico obligó definitivamente al gran Lucio a dejar de torear. Por su parte, Julián no alcanzó las cotas que logró en aquellos gloriosos años como "príncipe del toreo". Aún así disfrutó de una larga y fructífera trayectoria que duró cuarenta y cinco años. Se hizo banderillero y se retiró en septiembre de 2018. En 2002, se doctoró como matador pero volvió a las filas de plata poco después.


La torería de un ayudado por bajo.
Madrid 29.V.1985

José, por edad, estaba llamado a ser el principal rival de un jovencísimo sevillano de perpetua sonrisa: "Espartaco". Con un futuro que pintaba negro, este joven andaluz toreó sin expectativas en Sevilla en abril del 1985 y cuajó al toro Facultades. Triunfó tan rotundamente aquel día que se encumbró en la cima del toreo de la que no bajó en toda su carrera. Pero Burlero impidió que José y Juan Antonio rivalizaran en los ruedos. Madrid perdió a un torero que estaba llamado a hacer cosas grandes. Su carisma y personalidad marcó a los que con él compartieron su vida. Era bromista, divertido y le encantaba asustar a los alumnos más pequeños las tardes de entrenamiento. Ponía motes a todos sus compañeros. Su simpatía y alegría dejaron huella durante las clases en la Casa de Campo. Fue un superdotado: tenía facilidad para aprender y ver con rapidez las posibles dificultades que mostraban los animales para solventarlas con agilidad... La afición paseó al día siguiente el féretro de "Yiyo" en la póstuma vuelta al ruedo en la plaza de Madrid. En esa plaza en la que bordó el toreo con el bravo Lanzaquema de Antonio Ordóñez que fue el que le puso a funcionar y con el mencionado Niñito, de Aldeanueva al que cortó su última oreja en esta arena unos meses antes. Ni siquiera doce meses habían pasado de la muerte de Paquirri y el toreo volvía a sufrir una tragedia. Su juventud y la dureza de las imágenes, impactaron en la sociedad. Aún lloraba España la reciente la muerte de Francisco y otro torero volvía a caer en la arena. Uno fue un torero consagrado e ídolo de mucha gente. El otro fue un joven en el que estaban depositadas muchas esperanzas. José fue el primer gran torero que dio la Escuela Nacional de Tauromaquia. Cuentan que tras la tragedia, la institución recibió cientos de solicitudes. Los adolescentes madrileños querían seguir sus pasos. Por el ardor de su muerte, quisieron emularle. El precio es caro pero la gloria, infinita. Daba igual, merecía la pena intentarlo. 
Así lo recuerda el lema de este centro: 


"Llegar a ser figura en el toreo es un milagro. Pero al que llega, podrá un toro quitarle la vida; la gloria, jamás."






                                                          Feria de Colmenar Viejo 1985.


José cayó a los pies de la sierra de Guadarrama. Y así opinaba en una entrevista sobre la muerte: “Me preguntáis en qué momento medito sobre la muerte. La muerte la llevamos en la cara todos los toreros. Algunos la expresan de una forma determinada y yo la expreso con la sinceridad. "Me preguntas en qué momento pienso en ella: cuando apago la lamparilla de la mesita de noche; cuando me quedo solo. Pienso que un cuerno me va a arrancar el corazón, pero siempre respondo a la pesadilla con el ¿qué más da? Mejor morir de una cornada que en la M-30”. Manifestaba estas palabras ya que así perdió a un amigo cercano. 
La escuela taurina de la capital llevó el nombre del gran Marcial Lalanda (1903-1990) hasta hace escasos años y tras ser solicitado con ahínco por diferentes sectores, se cambió y desde entonces pasó a ser denominada Escuela de Tauromaquia José Cubero "Yiyo". No solo en la escuela taurina se homenajea a este gran torero. En la explanada de las plazas de toros de Madrid y de Colmenar Viejo, en el cementerio de la Almudena y en su barrio de Canillejas se alzan estatuas recordándole. 

Un rápido resumen de su carrera desde aquel debut en san Sebastián de los Reyes:
Toreó en España 62 novilladas con caballos y 177 corridas de toros. La plaza que más veces pisó fue Madrid. En Las Ventas actuó cinco veces como novillero y dieciséis como matador de toros. 
Allende los Pirineos, fue Dax la que más veces le vio torear. Fueron siete veces. En total en Francia actuó en treinta corridas de toros y doce novilladas picadas. 
Al otro lado del océano también pudieron disfrutar con la tauromaquia de José. Manizales fue la ciudad donde más toreó. En total, cumplió 29 paseíllos en las plazas americanas. 
Y respecto a los compañeros, con quién más toreó fue con Tomás Campuzano, fueron 35 veces. Después con Dámaso González y Emilio Muñoz, que fueron 28 con cada uno.




A pies juntos y de frente. Llevando al toro hasta detrás de la cadera. 
Formidable natural en Almería.



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miércoles, 13 de agosto de 2025

El toro de lidia.

Queda dicho, y visto, que el argot taurino es enormemente amplio y variado. Hoy explicaré las diferentes denominaciones que recibe el toro de lidia respecto a su capa, su encornadura, hechura y su edad. Éstas variarán dependiendo de cada uno de los encastes que conforman la cabaña brava. 

En primer lugar hay que explicar el trapío. ¿Qué es el trapío? La Real Academia de la Lengua explica el trapío como la buena planta y gallardía del toro de lidia. De una manera rápida y sencilla se puede aclarar que el trapío es la estampa visual a primera vista de un animal bravo. Lo más importante es que sus hechuras sean armónicas y acordes al encaste al que pertenece dicho animal. También es fundamental recordar que trapío y peso no están enfrentados. No importa si un toro pesa 450 ó 580 kilos. Si un toro es armónico en su conjunto, será un toro con trapío. 

Empezaremos describiendo las diferentes tonalidades de su capa. Se pueden distinguir tres variedades: pelos simples, mixtos y compuestos. La capa es como se denomina al color de un animal de lidia.

Simples: pelo sin mezclas ni manchas de otro color.
Mixtos: pelos de diferentes colores que se mezclan y difuminan entre ellos.
Compuestos: pelos de diferentes colores perfectamente diferenciados y que no se mezclan entre ellos.

Hay diez capas principales: berrendas, blancas, cárdenas, castañas, coloradas, negras, pajizas, salineras, sardas y tostadas.

Simples.

Albahío: blanco amarillento. Similar al de la paja. Un color poco habitual en el ganado bravo.
Avinagrado: colorado oscuro con tonos violáceos. Parecido al vinagre.
Cárdeno: mezcla de pelos blancos y negros dando lugar al gris. Dependiendo de qué color sea mayoritario, será cárdeno oscuro o claro. Este pelo es predominante en los encastes Albaserrada y Santa Coloma.
Castaño: marrón. Mezcla de rojos y negros. 
Colorado: castaño rojizo. 
Ensabanado: blanco. 
Jaro o melocotón: colorado brillante y claro, recuerda al naranja de la piel de los melocotones.
Jabonero, café con leche claro: más usado el primer término. Color blanquecino que recuerda a las pastillas de jabón. Un color predominante del encaste Veragua. También es posible verlo en ganaderías del encaste Domecq.
Jabonero sucio: con tonalidades o reflejos negros, dando aspecto de manchado.
Jijón: referido a los toros colorados, pero un rojo brillante. Un rojo encendido que recuerda al pimentón. Viene de los toros de la casta Jijona, creada por José Jijón a principios del XVI, que por su popularidad, el nombre de la familia acabó dando nombre al color del pelo.
Negro azabache: negro brillante. Suaves reflejos azulados. 
Negro mulato: mate. Apagado y sin brillo. Pueden darse reflejos rojizos o parduzcos. 
Negro zaino: negro puro. Sin manchas o mezcla con otro color. Mate sin reflejos. No debe presentar pelos blancos ya que zaino indica ausencia.
Perlino: toro ensabanado con reflejos grises. Blanco grisáceo que recuerda a las perlas.
Retinto: como el pelaje de la raza vacuna retinta. Suele ser desigual, como si se hubiera teñido de rojo más de una vez.
Tostado: marrón mate, sin brillo. Intermedian colorado, castaño y mulato. 

Mixtos.

Flor de gamón: es el salpicado fino sobre un pelo, que suele ser o colorado o cárdeno. Un término que tiene más uso en Andalucía, y más concretamente, cuando se trata de pelo cárdeno. Recuerda a la flor de mismo nombre. Un pelaje extremadamente raro. 
Salinero: mezcla de pelos rojos y blancos. 
Sardo: mezcla de pelos negros, rojos y blancos. Si predominan los pelos blancos será sardo claro y si predominan los negros será oscuro.

Compuestos.

Berrendo: consiste en una mezcla de blanco (color base) con otras tonalidades. El color de esa tonalidad será la que de nombre a la capa del toro en cuestión. Por lo tanto podremos ver toros berrendo en negro, berrendo en castaño, en colorado, en cárdeno, en jabonero etc. El pelo berrendo es muy frecuente en el encaste Vega Villar. Lo veremos en ganaderías como Urcola, Sánchez Cobaleda o Monteviejo por ejemplo.


No solo eso, pues además de la capa, pueden surgir una cantidad enorme de accidentes de color de cualquier forma o tamaño en cualquier parte de su anatomía.

Cabeza.

Bociblanco: toro con pelos blancos alrededor del hocico.
Bocidorado: si dichos pelos son rubios o dorados.
Bocinero o bocinegro: pelos negros alrededor del hocico.
Capirote: toro con la cabeza más oscura que el resto del cuerpo.
Capuchino: toro capirote cuyo color oscuro se extiende a lo largo del cuello.
Careto: toro con la cara clara siendo predominante otro color más oscuro en el resto del cuerpo.
Estrellado: toro con una mancha blanca en el testuz, de pequeño tamaño y forma irregular.
Facado: toro con una mancha alargada en el testuz. Como si fuera un corte con una faca (cuchillo en portugués).
Gargantillo: mancha circular alrededor del cuello, simulando un collar.
Llorón o zarco: toro con pequeñas manchas bajo los ojos dando aspecto de lágrimas. 
Lucero: toro cuya mancha en el testuz es redondeada. Similar a un lunar. Un poco más grande que el estrellado.
Meleno: pelos encima de la cabeza que dan aspecto de flequillo. 
Ojalado: toro con la zona de los ojos de un cerco de diferente color al del resto de la cara. Suele ser de forma irregular y de tamaño más grande que el ojinegro y el ojo de perdiz.
Ojinegro: si circundando los ojos tiene unas finas manchas de color oscuro.
Ojo de perdiz: si la mancha que circunda el ojo es de color claro. Suele darse en toros castaños o colorados. 

Cuerpo.

Albardado: mancha clara sobre un color más oscuro que cae desde la columna vertebral hacia abajo, como si fuera una albarda. 
Aldiblanco: animal con la mitad inferior del cuerpo de un color claro, normalmente blanco. Desde el vientre hacia abajo.
Aldinegro: animal de pelo castaño que tiene negra la parte inferior del cuerpo y sus extremidades. Ambos términos son muy frecuentes en la zona de Salamanca.
Alunarado: se da en berrendos. Manchas grandes oscuras y circulares. 
Anteado: manchas más oscuras y brillantes que recuerdan al ante, de forma redondeada en el tronco de un animal respecto al color del resto del cuerpo. Predominantemente en toros colorados. 
Aparejado: manchas grandes oscuras a lo largo del cuerpo desde la cabeza hasta el rabo en los costados. Siendo de diferente color y sin mezclarse con el color claro del vientre y de la zona de la columna vertebral.  
Avinagrado: animal de capa colorada que adquiere una tonalidad oscura y violácea.
Axiblanco: manchas claras en las axilas.
Barroso: capa con tonalidades amarillentas sucias, con matices cenizos, terrosos y oscuros, que se asemeja a la coloración marrón negruzca del barro fresco.
Bragado: toro cuya mancha en el bálano se extiende por el vientre.
Burraco: toro de capa prominentemente oscura con manchas blancas blancas irregulares y diseminadas. Este nombre proviene por deformación del lenguaje en el campo andaluz de urraco.
Carbonero: blanco sucio.
Chorreado: toro en cuyo lomo caen unos chorreones de color diferentes al resto del cuerpo. Si los chorreones son oscuros sobre un color más claro, se dirá chorreado en verdugo, y si son claros sobre fondo oscuro, chorreado en morcillo.
Cinchado: animal que tiene una franja ancha de distinto color que circunda su tronco a modo de cincha.
Estornino: capas negras con pocas manchas blancas. Es una capa muy poco frecuente. 
Girón: toro de capa oscura, cuya mancha alrededor del ijar es de color claro y de tamaño grande. 
Lavado o desteñido: decoloración en grupa y extremidades. 
Listón: línea de color más claro que el resto del cuerpo a lo largo de la columna vertebral. 
Meano: toro con el bálano blanco.
Mosqueado: motas de diferente color al resto diseminadas, como si fueran eso, moscas. 
Nevado: manchas blancas en el lomo. Habitual en capas cárdenas. 
Remendado: sobre fondo blanco, manchas irregulares. 
Salpicado: Con manchas blancas irregulares, grandes y pequeñas diseminadas. En capas negras es el más común pudiendo también darse ocasionalmente en castaño, jabonero, cárdeno...

Extremidades y rabo.

Botinero: toro cuyas extremidades son oscuras siendo principalmente claro el color del resto del cuerpo.
Calcetero: extremidades claras con un predominante color oscuro en el resto del cuerpo. Muy habitual en el encaste Vega Villar, de ahí que popularmente se les llame "patasblancas".
Calzón: supera el corvejón y llega a la nalga.
Coletero: pelos blancos en el borlón (parte final del rabo).
Rabicano: pelos blancos diseminados como canas. 
Rebarbo: toro con la mitad del rabo oscura siendo clara la mitad inferior del mismo.


En cuanto a los pitones, donde reside el misterio y belleza de este animal, habrá que explicar el grosor, color y desarrollo o colocación de los mismos. Primero hay que explicar que el cuerno consta de tres partes: la primera es el nacimiento que une cuerno y cráneo y se conoce como cepa o mazorca, la parte intermedia es la pala y la punta se llama pitónCuna es el espacio entre ambos pitones.

Por su grosor podrán ser denominados astifinos (finos en todo el trayecto) o astigordos (pitón de mazorca gruesa). En lo referente a sus colores, los pitones podrán ser:
Acaramelados (se da con más frecuencia en jaboneros y colorados. Color rojizo o caramelo).
Astiblancos (cuerno blanco y el pitón negro).
Astinegros (coloración negruzca).
Astisucio (indefinido y oscuro).
Astiverde (mazorca y pala blancuzco-verdosa. Es un color muy inusual). 

Y respecto a la dirección, se abre un abanico inmenso de denominaciones:
Bien armado: pitones armónicos, parejos y, generalmente, de tamaño medio. 
Bizco: si un pitón es más bajo que el otro.
Brocho: a medida que se desarrollan los pitones crecen hacia dentro como si, de seguir haciéndolo, fueran a unirse dificultando la posibilidad de herir.
Capacho: cuernos que se desarrollan ligeramente hacia abajo para luego crecer hacia arriba.
Cornalón: toro con los pitones muy desarrollados, por ejemplo es frecuente en la ganadería de Samuel Flores.
Cornialto: animal cuyos se insertan en una posición alta de la cabeza, por encima de la línea media del testuz.
Corniapretado: animal cuyos pitones están muy juntos o recogidos. Esto hace que la cuna sea pequeña.
Cornibajo: cuernos insertados en una posición baja en la cabeza. 
Cornidelantero: los pitones, a medida que van creciendo, se desarrollan hacia delante. 
Cornillano: el  pitón está a la misma altura que la mazorca.
Cornipaso: los pitones crecen hacia atrás y además ligeramente hacia los lados. 
Cornitrasero: posición trasera, detrás de la nuca ( se da en la ganadería de Miura, por ejemplo). 
Cornivuelto: los pitones, a medida que crecen se desarrollan ligeramente hacia atrás.
Cubeto: los pitones se desarrollan hacia abajo.
Hormigón: animal cuyos pitones están desgastados y comidos por el hormiguillo, enfermedad que afecta a los animales, en cuernos o pezuñas. El pitón tiene un aspecto romo y redondeado.
Mocho: animal al que le faltan uno o ambos cuernos.
Playero: los pitones tienden a desarrollarse hacia afuera, alejándose de la cabeza.
Tuerto o zurdo: animal cuyos pitones son de distinta longitud uno del otro pero manteniendo forma y dirección.
Veleto: toro cuyos pitones crecen hacia arriba.


Respecto a sus hechuras, es decir, por su conjunto, veremos los siguientes términos:
Acochinado: de mucha carne, gordo, con aspecto similar a un cochino. 
Agalgado o galgueño: largo de extremidades y vientre recogido.
Alto de agujas o de cruz: la cruz está comprendida entre cuello y dorso. Lo alto del morrillo. Si la distancia entre ésta y las pezuñas es grande.
Badanudo: dícese del animal bovino con la papada amplia y desarrollada. Por ejemplo es habitual en la ganadería de Cuadri o El Puerto de San Lorenzo.
Bajo de agujas o de cruz: poca distancia entre cruz y pezuñas delanteras.
Cariavacado: animal estrecho de sien y hocico alargado.
Carifosco: abundante pelo rizado en la cabeza dando aspecto de desgreñado.
Chato: toro con el hocico corto. Por ejemplo, es frecuente en la ganadería de Partido de Resina.
Corto de manos: si tiene cortas las patas delanteras.
Degollado: lo contrario a badanudo, toro sin papada. Este accidente es habitual en ganaderías del encaste Albaserrada o Saltillo por por ejemplo.
De mucha romana: grande, con mucha caja. 
Engatillado: animal que tiene el pescuezo grueso y levantado por la parte superior.
Flaco o escurrido: animal de pocas carnes.
Hondo: animal cuyo espacio entre el espinazo y la barriga es grande.
Largo de manos: si tiene largas las patas delanteras.
Rabicorto: animal con el rabo corto.
Rabilargo: lo contrario a rabicorto.
Rabón o colín: toro sin rabo.
Terciado: toro de medianas dimensiones.  
Zancudo: si tiene las extremidades grandes.


Cronológicamente hablando de su comportamiento en la plaza desde que sale el toro al ruedo hasta que es arrastrado, veremos estas situaciones a lo largo de la lidia.

Salida.
Abanto: toro que según sale del toril se muestra medroso y huidizo.
Huido: toro que según sale del toril rehuye la pelea de los capotes buscando la salida. 
Levantado: toro que según sale del toril corretea con la cabeza alta ignorando los capotes que se le presentan. 
Parado: se fija en los objetos a los que va a acometer. 
Revoltoso: se vuelve rápido tras cada pase. Busca al torero.

En el caballo.
Codicioso: empuja y recarga en varas.
Crecido: va más codicioso a cada encuentro.
De recargue: al sentir el puyazo se encela en el peto.

En la muleta.
Aplomado: cansado, se para en el último tercio de la lidia. Le cuesta embestir. Gana en sentido lo perdido en facultades. 
Aquerenciado: muestra marcada predisposición por alguna zona del ruedo en particular.
Boyante: animal de noble y clara embestida.
Bronco: embestida descompuesta.
Consentido: aprende rápido y distingue al torero del engaño.
Marrajo: solo embiste cuando está seguro de propinar una cornada.
Pastueño: embestida muy suave.
Pegajoso: liga las embestidas sin reposo para el torero.
Probón: mueve la cabeza, tardea y se detiene en el pase.


Por último, según la edad que tengo un bovino recibirá estos nombres:
Añojo/a: si tiene un año.
Eral/a: si tiene dos años.
Utrero/a o novillo: si tiene tres años.
Toro: a partir de los cuatro años. Una vez que el toro cumple esa edad, se suelen usar los siguientes términos: cuatreño si tiene cuatro años y cinqueño si tiene cinco. Añadir que cinco años es el tope de edad que el reglamento permite que se pueda lidiar un toro.




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miércoles, 16 de julio de 2025

Salida a hombros



Calientes aún de sol los alamares,
vencedor en la táurica pelea,
el gran suspiro de la tarde orea
en sus sienes los negros aladares.
Hispana estampa, en versos populares,
donde el vulgo se mira y se recrea.
Un día tal vez protagonista sea
de trágicos poemas y cantares.
Si hoy lo acaricia, lo ahogará mañana,
acaso el mar que lo arrebata… ¡pero
de claro instante triunfador rotundo!
Revestido de luz, de oro y de grana,
como se ve no más, sale un torero,
desde los hombros de la plebe, al mundo.


Manuel Machado









jueves, 10 de julio de 2025

Correderos urbanos.

Hay que tener mucho valor para levantarse a las 7:15 h sobre todo si uno está de vacaciones entre el 8 y 14 de julio y ver la previa de cada uno de los encierros diarios durante San Fermín. Yo ya lo dejé. Y hace bastante tiempo. En verano escuchar la alarma y encender la tele para seguir el encierro y ver qué deparará el traslado de los toros hasta los corrales de la plaza pamplonica es algo que apetecía. Aunque hubiera sueño y cansancio. Con el cuerpo todavía en estado de letargo, se pone TVE y se espera hasta que suena el cohete. Pero con ese sueño, el valor que hay que tener es para escuchar la abominable tortura con la que nos aburren los contertulios. Durante tres cuatros de hora, y más con con ese sueño, es soporífero escuchar la retahíla de tonterías que cuentan hasta que a las 8 en punto empieza el encierro.

En dicha previa informan del encierro del día anterior con todo lujo de detalles para seguir entrevistando mientras tanto por la calle a todo el que se cruza con el reportero de TVE. Y si da tiempo, cosa que no veo que ocurre, porque da la impresión que en cuarenta y cinco minutos no hay el más mínimo hueco, si acaso ponen algún fragmento del festejo del día anterior. Recuerdo que cuando veía el programa entero apenas daban unas mínimas pinceladas testimoniales y a seguir diciendo tonterías de diferente magnitud. ¡Ah! y hablar del tiempo. Es una obsesión, da igual el canal, da igual el medio. Parece que desde que empieza el primer encierro hasta el último, lo único importante es el tiempo que tardan los toros en correr por las calles de la capital navarra. No sé si una obsesión o una obligación, pero ya no sé si estoy viendo Fórmula 1, el Tour o los Cien metros lisos. Da igual. A los periodistas les encanta. Estoy plenamente convencido que a muchos periodistas les gusta ver como el cronómetro va bajando. Solo les importa eso. Las estadísticas. Qué si tal ganadería fue una décima más rápida que su carrera la feria pasada o tres décimas más lenta en la anterior. Habéis convertido un encierro en una carrera de velocidad. La turra que dais los periodistas con el cronómetro y los tauródromos en las ganaderías han convertido algo tan espectacular en el pelotón del Tour de Francia. Es harto aburrido. Ves una marabunta pasar a toda pastilla y si pestañeas te lo pierdes. Los correderos en las ganaderías, además de ejercitar al toro, han hecho que estén juntos, que aprendan a correr hermanados. Por eso hace tiempo que en Pamplona deberían de dejar de llamar encierro a semejante carrera de velocidad. Tendrían que llamarse correderos urbanos. Busque vídeos de los salvajes encierros de los 80 y 90 verán la diferencia. El antideslizante, que sus ventajas supongo que tendrá, imagino que sobre todo los días de lluvia, también ha hecho estragos. Y los bueyes lo mismo. Son fundamentales en el manejo del ganado bravo, pero estoy seguro que algo se podrá hacer. Los bueyes rodean a los toros y salvo una fractura en la manada, los bueyes abren paso y ganan protagonismo. Y no lo digo, lo dicen muchos experimentados corredores que viajan por España para participar en diferentes fiestas patronales.

Digo que lo dejé porque la gota que colmó el vaso fue hace tiempo; una madrugada en la que el periodista de turno preguntaba a la gente cómo había que atarse los cordones para el encierro. A las siete de la mañana entiendo que es fundamental explicar a un somnoliento espectador los nudos con los que los corredores se atan las zapatillas. Hablar de la historia de la ganadería que corra esa mañana, de las trayectorias de los tres toreros que se enfrenten a esos seis toros por la tarde, de momentos inolvidables que ocurrieron en efemérides años anteriores... para qué. En manos de un gobierno antitaurino qué se puede esperar. Después de un deleznable comentario en un informativo de una televisión local vasca, el ganadero Álvaro Núñez en la tertulia de este miércoles 9 de julio al acabar el "corredero urbano" ha puesto el grito en el cielo y en plena tertulia ha reclamado dar un total protagonismo a la corrida vespertina. Un encierro tiene su sentido y objetivo. Si en el fútbol los medios se dedicaran a informar de los entrenamientos y obviaran el partido la afición protestaría. Y con razón. Esto es exactamente igual. Sin corrida no hay encierro. El encierro es la antesala de una lucha ancestral entre hombre y bestia. El bulllicio de la plaza de Pamplona da luz y alegría a una fiesta que tiene al toro de lidia como referente. ¿No lo llaman la fiesta de los toros? Pues eso hacen las peñas durante las dos horas de festejo: cantar, reír y beber. Lo que es una fiesta, vamos.

Una fiesta que gira en torno a la figura totémica del toro, pero que lo ignoran. Ya no es un animal legendario. Ahora es un atleta que debe batir tiempos cada feria. Muchos aficionados abogan por quitar la polémica tablilla en las plazas. Yo quitaría el cronómetro en San Fermín. Si la tablilla del peso ha hecho estragos y muchas ganaderías han tenido infinitos problemas para lidiar principalmente en plazas importantes, el cronómetro está destrozando los encierros pamplonicas. Lo pienso desde hace tiempo. 
Dejad que los animales seas eso, animales y no atletas. Hay gente que paga por alquilar un balcón en cualquier de los edificios del recorrido. En la primera búsqueda de Google ofrecen balcón por 170 euros. Antes veían salvajismo, la manada fracturada y los toros derrotando a todo lo que sea cruzaba en su camino. Ahora ven seis manchas negras cruzar Estafeta a 40 km/h. Les compadezco.

Gracias a un tal Ernest Hemingway, San Fermín llegó a los cuatro puntos cardinales. Una fiesta conocida en todo el orbe. Ernest se enamoró de Pamplona y de la Fiesta de los toros. Y así lo demostró. Gracias a él, la tauromaquia llegó primero a la sociedad americana y luego a todo aquel que seguía sus obras. Pamplona es única. El toro es rey. Debe ser protagonista indiscutible, no solo de 8:00 a 8:04 en TVE. Los aficionados también tenemos derecho a saber qué ha pasado sin necesidad de estar buscando en internet. Que los informativos hablen de cada festejo, que cuenten qué pasó. Y que Televisión Española retransmita festejos. Que los toreros y ganaderos luchen por ello. Y sobre todo la Casa de Misericordia. Pamplona es muchísimo más que una veloz carrera. El planeta de los toros es inmenso, lleno de historias, recuerdos y momentos. Que la tauromaquia en Pamplona no se quede solo en un corredero urbano. No es de justicia. 





jueves, 19 de junio de 2025

¿Lo sabes?

1. El Niño de la Palma. Así se apodó...
A. Cayetano Ordóñez.
B. Nicanor Villalta.
C. Gregorio Sánchez.

2. Según el reglamento, ¿qué madera se debe usar para fabricar las varas de picar?
A. Castaño o nogal.
B. Encina o alcornoque.
C. Haya o fresno.

3. "Hace falta Valor" fue un exitoso concurso en el que se invitaban a famosos a torear a lo largo de varias emisiones en distintas ganaderías de lidia. ¿Qué comunidad lo televisó en su canal autonómico?
A. Andalucía.
B. Castilla-La Mancha.
C. Región de Murcia.

4. Antes de establecerse en Extremadura, ¿en qué localidad madrileña comenzó Victorino Martín su andadura como ganadero?
A. Galapagar.
B. Cercedilla.
C. Cerceda.

5. Tras varias idas y venidas... ¿En qué año dejó Antonio Ordóñez definitivamente los ruedos?
A. 1979.
B. 1980.
C. 1981.

6. ¿A qué encaste pertenece la ganadería Los Maños?
A. Contreras.
B. Santa Coloma.
C. Murube.

7. La suerte de la mondeñina se realiza con...
A. Capote.
B. Muleta.

8. Datos correctos de la alternativa de Fernando Cepeda.
A. Córdoba, 20 de mayo de 1986.
B. Madrid, 25 de mayo de 1987.
C. Sevilla, 3 de abril de 1988.



9. ¿A qué ganadería pertenece este hierro y divisa?
A. Toros de Orive.
B. La Reina.
C. El Cortijillo.


10. ¿En qué localidad manchega encontramos esta plaza de toros?
A. Hita.
B. Uclés.
C. Belmonte.




1a, 2c, 3a, 4a, 5c, 6b, 7b, 8b, 9c, 10a




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