domingo, 29 de mayo de 2022

San Isidro (parte III): Álvaro Alarcón, Ángel Téllez, un puñado de bichejos indecentes y una tarde vergonzosa.

El lunes 23 se lidiaron novillos de Fuente Ymbro para Manuel Diosleguarde (obispo y oro), Jorge Martínez (azul marino y oro) y Álvaro Alarcón (blanco y plata). Sin duda la mejor corrida de lo que llevamos de feria: embistieron todos. Así que los que descartaron este festejo del abono, se han perdido una tarde para el recuerdo. El sexto fue premiado con la vuelta al ruedo. Tarde ventosa que complicó mucho la lidia a estos tres muchachos. Aún así, la tarde fue más que interesante. Los chicos no se dejaron nada en el tintero y lo dieron todo. Hubo volteretas y hubo orejas. Como en las novilladas de antaño. Abrió cartel un torero cuyo pueblo natal lleva en su nombre artístico. Manuel es de Salamanca y abandera ese toreo clásico que tienen los matadores de la Vieja Castilla. Este salmantino mostró que está más que preparado para tomar al alternativa. Toreó con mucha clase a su primero. Mató bien y cortó una oreja un tanto justita. En el cuarto se aceleró y quiso abrir la puerta grande antes de tiempo. Ya lo decía Juncal: "las prisas, pa´ los delicuentes y los malos toreros". En vez de plantear una faena con cabeza, quiso ir rápido. Evidentemente se equivocó. Y viendo el nivel mediocre de Madrid, de no ser por la espada, posiblemente hubiese habido petición... y seguramente una puerta grande. Jorge Martínez mostró un valor seco pero estuvo toda la faena a merced del segundo novillo. Hay que torear y mostrar actitud pero él atropelló la razón. El buen quinto arrolló al murciano. Tiene este chico buen concepto pero hay que pulir fallos y corregir muchos defectos. Entre el viento que soplaba y que dejaba mucho hueco en la muleta, el novillo se le coló y le propinó un porrazo escalofriante. A pesar de todo, pegó derechazos muy rotundos y algún natural que hicieron sonar olés roncos en los tendidos. La estocada con la que cerró el trasteo fue muy buena pero incomprensiblemente el presidente no atendió la petición y no dio el trofeo. Con la de orejas simplonas que hemos visto estas dos semanas, cuando de verdad alguien la merece, no se concede. De traca. Cerró cartel un muchacho que estuvo sensacional. Mostró un gran concepto del toreo y unas maneras muy personales. A pesar de las carencias de todo novato, entendió perfectamente a su novillo y cortó una oreja. Los muletazos que pegó al sexto novillo fueron más que macizos. Madrid rugió. El toro fue excelente y Alarcón lo toreó a placer. Mató muy y cortó dos orejas. La segunda fue un poco excesiva. Así que con tres orejas salió a hombros un novillero en San Isidro, cosa que no ocurría desde que Pepe Moral lo lograse en 2007. Y otro dato curioso para los amantes de las estadísticas: de cuatro puertas grandes que ha habido desde que empezase la temporada, tres han sido conseguidas por toreros forjados en escuelas de Castilla-La Mancha. Felicidades a Ricardo Gallardo por la gran tarde que nos ha dado. 

El martes 24 se lidió un encierro de Valdefresno. Grandes y serios pero vacíos de todo. Un año más esta ganadería charra pegó otro petardo gordo en Madrid. En una tarde muy ventosa actuaron Daniel Luque (carmín y oro), José Garrido (salvia y oro) y Juanito (malva y oro). Daniel Luque estuve muy firme en el quinto. En un palmo de terreno construyó una faena a base de oficio y conocimiento. A pesar de la nula condición del mulo, el sevillano mandó y consiguió robar al Valdefresno varios muletazos de mucho mérito. Garrido, gran capotero, pegó unas chicuelinas llenas de torería. En el quinto pechó con otro mansazo de solemnidad. Cerró la terna Juanito. Desde el gran Víctor Méndez, lleva Portugal muchos años sin dar grandes toreros. Juanito estuvo insulso. Cierto es que su lote no dio posibilidad alguna. Pasó de puntillas por Madrid. 

El miércoles 25 torearon Diego Urdiales (verde y oro), Roca Rey (azul y oro) y Ginés Marín (Rioja y oro). Diez días exactos han pasado desde que Ginés recibiera una fuerte cornada en esta misma plaza. Pero el jerezano quiso volver y dar la cara ante la afición venteña. Los toros eran de Fuente Ymbro... Después del éxito cuarenta y ocho horas antes... Petardo gordo. Mansos, flojos, alguno debió ser de vuelto... Tarde ya olvidada. Hizo mucho viento. El que no triunfa en Madrid, es porque no quiere. Basta con irse a los bajos del 3 y del 4 y ponerse a hacer un toreo bullanguero que es el que te puede dar orejas: espaldinas, pases de pecho, desplantes... Roca, inteligentemente, se fue a esa parte del ruedo y toreó al mansurrón quinto. Otro habría tomado las de Villadiego, pero el peruano mostró actitud de figura del toreo. Ni un pero se le puede achacar a RR en lo que a ganas se refiere. Un toro sin entrega alguna, acabó en la misma puerta de toriles y Andrés, aprovechando el viaje de sus flojas embestidas, hizo un toreo de fuegos artificiales. Y claro, los tendidos, emocionados, coreaban olés al unísono. De no ser por la espada, habría cortado la oreja o dos, viendo el nivel de Madrid. Diego pegó un sainete, sobre todo en el cuarto, un toro con alguna posibilidad pero no lo quiso ver. Ginés, con la herida aún cicatrizando hizo un esfuerzo enorme. Su primer toro fue inválido y en el que cerró la tarde mostró ganas y corazón. Le queda una última tarde: el miércoles 1 con Morante de la Puebla y un sustituto de Emilio de Justo.

Lo mejor de la tarde fueron los pares de banderillas de Javier Ambel.

El jueves 26 se lidió un encierro de Juan Pedro Domecq (JP). Después de dos días infumables, las apuestas ni cotizaban: nadie daba ni una peseta porque esta ganadería echase un toro medianamente decente. Torearon Morante de la Puebla (obispo y azabache), Juan Ortega (verde y plata) y Pablo Aguado (sangre de toro y oro). La corrida de la vergüenza: ¿A qué se debe que los toreros elijan esta ganadería una vez, y otra, y otra sabiendo que está en un momento infame ya que de los seis festejos que ha lidiado este año, es decir, que de 24 reses no ha embestido ninguna? ¿Por qué los aficionados vamos a ver semejante esperpento si sabemos de sobra que va a salir mal?¿Por qué Florito va a Lo Álvaro a buscar toros cuando sabe de sobra que hay muchas ganaderías que seguramente tendrán mejor ganado que JP? ¿Por qué el público pitó al final del festejo a los toreros (a Morante sobre todo, por ejemplo) cuando la bronca monumental tenía que haber sido para el ganadero (que se fue de rositas) por la infame moruchada que ha traído a Madrid y que tenía que haberse oído hasta en La Giralda?¿Cómo puede ser posible que los sinvergüenzas de Canal Plus digan que Madrid venía predispuesta a reventar la corrida y que si las cosas han salido mal es casi culpa de la afición venteña?¿Cómo es posible que después del sainete que ha pegado Juan Pedro aún tenga los bemoles de decir que ha habido cosas que le han gustado de alguno de los toros lidiados? ¿Por qué los veterinarios y el equipo presidencial no rechazaron esta basura después de todos los toros examinados para poder traer algo más decente a la feria más importante que existe?¿Quiénes son los culpables? ¿La empresa por comprar semejante porquería? ¿El equipo gubernativo por aprobarla? ¿Los toreros por pedirla o la afición por gastarse los cuartos en semejante esperpento y volver a llenar una plaza las veces que sea necesaria para ver esta cantidad de toruchos cuasi mortuorios?

El viernes 27 se lidió el segundo encierro de la ganadería de Victoriano del Río: flojos y descastados. Llevamos cuatro días pésimos en lo que ha ganado se refiere. Diego Urdiales (verde y azabache), Alejandro Talavante (marfil y oro) y Ángel Téllez (blanco y plata) que sustituía a Emilio de Justo. Durante estos días se comentó hasta la saciedad quien debía ser el sustituto del extremeño. ¿Téllez por los mejores naturales de lo que llevábamos de feria?¿Tomás Rufo por abrir la puerta grande?¿El Juli para redondear un cartel de lujo? A final la empresa llamó a Ángel así que el madrileño cumplió su segundo paseíllo en San Isidro. Torear, eso hizo Téllez, y de verdad. Con apenas una decena (o menos) de festejos toreados desde su alternativa en abril de 2019 en Guadalajara, estuvo inmenso. Sus mejores pasajes con el capote fueron unas gaoneras en el segundo toro. No se movió un ápice. Las gaoneras es una suerte de mucha dificultad, aun así, le salió bordado y pasándose el animal a milímetros de la taleguilla. Cuando se torea con esa verdad y con ese empaque, Madrid se entrega. El lote que le tocó fue el más potable del encierro que mandó Victoriano desde Guadalix. Se puso en el sitio, sin reservas, donde queman los pies, y donde uno se pasa al toro cerca de verdad. Ángel se puso de frente para citar y embarcando al animal con los vuelos, llevaba al toro en la panza de la muleta. Los muletazos fueron macizos. Madrid rugió. Unos derechazos estupendos, los naturales de ensueño, los torerísimos remates ya fueran los trincherazos o el pase de la firma, unos pases de pecho de pitón a rabo, el cierre por doblones y....las malas estocadas. No terminó de redondear esos dos faenones con unos espadazos acordes a la obra realizada, pero con la de faenas presenciadas desde el 8 de mayo, sin duda la de más valor, más completa, más rotunda, ha sido ésta. Salió a hombros tras cortar una oreja en cada toro. Da un golpe en la mesa, se postula como revelación de San Isidro y un torero al que hay que poner a funcionar desde ya. Sobre Diego y Tala... no hay nada que comentar. 

Cerramos esta semana el sábado 28 con "La corrida de la Juventud": Toros de Luis Algarra para Román, Gonzalo Caballero y David de Miranda (Corinto y oro, gris perla y oro y azul y oro respectivamente). La Beneficencia de 2019, la encerrona de Ureña el sábado pasado... llevamos un puñado de tardes asquerosas, pero lo de hoy ha sido repugnante. La primera "Corrida de la Juventud" acabó en un encontronazo hooligan. La plaza de Madrid ha pasado de ser la Monumental Pachá, a Las Ventas Metropolitano. Gonzalo Caballero fue culpable de convertir la plaza de Las Ventas en un estadio de fútbol. Espectáculo indigno que se vivió en los tendidos después de morir el cuarto toro, y además, con Román camino de la enfermería por una cornada en el gemelo derecho. Salió el madrileño a parar a su primer toro y recibió una voltereta  pero siguió toreando mellado en facultades. Pasó a la enfermería y volvió en el quinto. Simplón y ante un lote que apenas dio opciones, Gonzalo no pudo hacer más. Después de este esperpento dantesco, Gonzalo sale muy tocado de San Isidro. 

Volvían a Madrid, Román tras su espeluznante percance en 2019 con el toro de Ibán y David de Miranda tras su puerta grande esa misma feria. Román pechó con un gran toro que salió en primer lugar y estuvo por debajo. Un toro para cortar dos orejas y al final Román acabó cortando una oreja muy barata. Su segundo fue un toro bronco y con el que había que estar muy firme. Si hubiese peleado un poco más, podría haber abierto la puerta grande. Se pidió la oreja, pero ante la lógica y escasa petición, el presidente hizo caso omiso. David de Miranda quiso pero no pudo. Tuvo un lote insulso. El onubense busca torear con naturalidad y verticalidad. Sin toros para ello, pasó de puntillas por Madrid. 


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