martes, 18 de junio de 2019

Berrendo en patxaran, la demencial Beneficencia y la gloria de Paco Ureña.

Parece que fue ayer cuando le montamos la mundial a De Villa Parro por regalar al señor Miguel Ángel Perera su sexta puerta grande y de eso fue hace un mes. Olvidada estaba hasta que la recordé en este resumen. Estas líneas las escribí el pasado jueves 13.
El lunes 10 torearon un encierro de El Ventorrillo los matadores Eugenio de Mora  (azul pavo y oro), Sebastián Ritter (azul y oro) y Francisco José Espada (blanco y plata). Entre el calor y lo tranquilos que estábamos en la grada, empecé la tertulia con mis amigos y cuando me quise dar cuenta eran las nueve de la tarde y acababan de arrastrar al quinto. Tenía un compromiso familiar y me fui. Me contaron que ese último toro lo mató Eugenio porque Ritter cayó herido y acabó en la enfermería. Lo toreó muy bien y lo crujió de una gran estocada. Con ésta, ya son dieciséis las que ha cortado el veterano toledano en la plaza de Madrid. Y deseo pronta recuperación al joven colombiano. 

                        

                        

Llegó el día grande, no por nada en especial, sino porque organizamos merendola. Tradición que mantenemos hace alguna que otra feria y menos algún caso puntual, no suele fallar nadie. Y como sabemos que era un día tranquilo en la que nuestra grada no se iba a llenar, sumando el interés que tenía el cartel de ese martes días 11, pues decidimos hacerla ese día. Os puedo comentar que merendamos palmeras de Viena Capellanes, otro llevó mantecados de su pueblo entre otros dulces y de salado siempre hay picos con chorizo, lomo y queso. Servidor aportó unas aceitunas aliñadas que no llegué ni a probar. Me las birlaron y cuando me quise dar cuenta, estaba la caja vacía. Si embutidos por aquí, si pastelitos por allá, el festejo se me pasó volando. Os voy a dar envidia ya que la guinda de la merienda lo puso el gran Joseba, que se abonó este año gracias a un miembro del grupo y como buen navarro nos convidó a un patxarán casero que fabrica su familia. Delicioso. 
Y ya hablando del festejo... Pues creo que recordar que se lidió un toro de bandera que pertenecía a la ganadería de Valdellán. Y me lo perdí. Le tocó en suerte a Cristian Escribano (turquesa y oro) en tercer lugar y en una opinión general de todos con los que hablé al acabar el festejo, no estuvo el toricantano a la altura de tan brava res. Fortísima ovación al animal en el arrastre con petición de vuelta al ruedo en algunos tendidos. Posiblemente uno de los toros de la feria. De nombre Carasucia y 590 kg.
Vi muy firme a Fernando Robleño (grana y azabache) que con los aceros estuvo muy bien y de Iván Vicente (grana y oro) tengo que decir que le vi desubicado y sin ideas. 


                            

                            

Tras la tranquila y agradable tarde que disfrutamos el martes 11, volvimos a nuestra plaza al día siguiente para presenciar la Extraordinaria Corrida de Beneficencia. Yo no sé que tiene que de extraordinaria, pues toda la vida solía estar compuesta por los tres toreros más destacados del mes y este año, el "Monsieur Pgodugtog" imitando otras ferias nos metió un caballo. Rejoneó Diego Ventura.
También hay que decir que los toreros suelen donar sus honorarios y desde Morante en 2007, nadie ha vuelto a jugarse la vida desinteresadamente por alguna causa en tal festejo. Muy preocupante idea la de hacer corridas mixtas. ¿Por qué? Yo pienso que es una manera de hacer algo que atraiga e intentar meter gente pero sin sentido ni justificación. Tras Sevilla y Madrid, se verán muchas a lo largo de esta temporada. Que en una corrida de tal importancia nos cuelen caballitos es lamentable. Otra golfada de los empresarios. No puede ser que en Madrid y en la nombrada corrida más importante se organice tal cartel. Si lo hiciesen otro día y con otro cartel de menos relumbrón... podría pasar. Así que decidí entrar en el segundo toro para ver a "El Juli".
Y la otra cuestión es el público de rejones respecto al de a pie, (radicalmente opuestos) que si los juntamos en un día de no hay billetes con las figuras toreando, pues el resultado es bomba de relojería. En otras plazas lo desconozco, pero en Madrid se ha puesto de moda en los toros gritar ¡Viva España! y si acuden Don Felipe VI o Don Juan Carlos, pues gritar ¡Viva el Rey!; y qué casualidad pero los días de toreros modestos o novilladas de verano y otoño, nunca hay problemas. Es llegar las figuras y sus seguidores abarrotan la plaza intentando disputarse el premio al tío más coñazo. Y está reñido, los jurados lo tendrán difícil al final de la feria. Todos buscan su momento de gloria berreando por la Patria. Puedes dar la lata toda la tarde gritando loas a España pero si protestas porque el torero lo está haciendo mal o está fuera de sitio, se encaran contigo los tres tendidos de sol gritándote que respetes porque al tío que se está jugando la vida. Luego se irán a Pamplona por San Fermín a comer lentejas, a tirarse vino y a bailar La chica ye yé durante la corrida, pero ahí no pasa nada. Es su fiesta y hay que respetarlo. ¡Con dos narices! Lo de ayer fue demencial, en mi opinión no hay sentimiento patriótico, sino un deseo de ser el más becerro y el más voceras. Por otra parte, tras una época en la que te llaman facha por llevar cualquier cosa que tenga la bandera de España, el toreo se ha convertido en ese reducto en el que se puede exclamar con libertad los viva a España. Y llegó el momento en que una señora gritó ¡Viva la República! y se formó la marimonera. Urdiales delante del animal y el monarca desde el palco. A saber que pensarían. Todo el mundo dice que los toros no son política, pero luego se chilla algo que no gusta y los cabestros del sol montan la bulla. Se cuenta que en la tauromaquia es de los pocos lugares que quedan en los que se puede opinar con libertad, pero claro, siempre que chilles algo que agrade, porque de lo contrario, caerán palos.
Inaguantable tarde en la que El Juli (grana y oro) se puso con el jabonero de Cuvillo que le tocó en suerte, animal suave y flojo al que Julián midió mucho sacando de un pozo donde no había nada. Diego Urdiales (sangre de toro y azabache) dejó muletazos de buen toreo. En el tercero ligó varias tandas a un toro con con genio templando y mandando en la embestida del animal. Ventura cortó un trofeo.

                        

                       


                         

(Fotos: Las Ventas y Casa Real). 


El jueves 13 lidió su última corrida como ganadero en Madrid Fernando Cuadri, cuyos toros anuncia con el nombre de Celestino Cuadri. En torno a 17.000 personas asistieron según la empresa. La corrida fue masacrada en el caballo y poco juego dieron en los dos restantes tercios. Vacía de casta y raza, sosos y parados, no pudieron ofrecer a su propietario un final mejor. De imponente presentación el sexto.
De la terna me quedo con Domingo López Chaves (salmón y oro).  Mostró una buena imagen en el quinto. Un toro que tuvo algo de gas pero el salmantino lo vio tarde. Al final aprovechó las embestidas que el toro le propinó por el pitón izquierdo. Rafaelillo (grana y oro) y Octavio Chacón (caña y oro) pasaron de puntillas por Madrid. Chacón estuvo desdibujado y no se le vio con la ambición de tardes anteriores.
Recibió Jesús Talaván una ovación tras un gran par de banderillas. Así opinaba el ganadero tras finalizar el festejo.








(Fotos: Las Ventas y Alvarado)

El viernes 14 terminó San Isidro. Aunque aún quedan la Cultura y la Prensa, éstas estaban programadas fuera de abono. Petardo de Fuente Ymbro que es la ganadería que más ha venido desde marzo. Y posiblemente vuelva en Otoño. Un descanso a los toros de Gallardo es algo que no vendría mal.
Uno de los días más insulsos de la feria. Quitando a Morenito de Aranda (botella y oro) que algo pudo hacer, Pepe Moral (turquesa y oro) tuvo otra tarde para olvidar y José Garrido (grana y oro) que se lució en unas vistosas chicuelinas, estuvo a punto de ver como el sexto le iba al corral. Otro torero que ha pasado en silencio por Madrid a pesar de tener varias oportunidades.
16,000 espectadores.

                        

                       


Aburrida y pesada se me ha hecho esta última semana. Mis amigos son testigos de ello. Estos siete días sobraban en el programa. Aún quedaban dos jornadas de expectación en los que se agotó el papel.
El sábado 15, Corrida de la Cultura, nuevo término inventado por Simón Casas,  torearon junto a Roca Rey (negro y oro) el francés Sebastián Castella (negro y oro) y el murciano Paco Ureña (salmón y oro). Victoriano del Río trajo desde Guadalix de la Sierra una corrida mal presentada y de flojo comportamiento. Francés y peruano pasaron de puntillas. Uno sin suerte en su lote y el segundo sin la ambición ni ganas de tardes anteriores. Pobre paso por Madrid de Sebastián.
El gran triunfador fue Paco Ureña. Tocó pelo y salió a hombros. Dos faenas intensas con los toros más potables del encierro permitieron al lorquino saborear la gloria por primera vez en su carrera de cruzar en volandas ese arco mudéjar. Paco estuvo sensacional.  En su primer toro recibió un golpe que le dejó melladas varias costillas y tras matar se marchó a ponerse en manos del equipo médico. Tras barruntarse una posible fractura salió a enfrentarse al último.
 Lo bordó con el capote toda la tarde: se picó con Andrés en un tercio de quites muy emotivo y con la muleta inició magistralmente la faena al sexto cuajando al toro por ambos pitones. Las tandas al natural fueron templadas, muy puras y llevando al toro hasta detrás de la cadera. Tras una gran estocada, el toro tardó en caer. La emoción de la faena hizo que el público le pidiese las dos orejas.

                           
                     

                           

                            

(Fotos: Víctor Luengo, Las Ventas y Valdivielso)

El domingo 16 se celebró la Corrida de la Asociación de la Prensa. Cerramos feria con un cartel que iba ganando expectación a medida que pasaban las semanas. Las ganas de ver a Pablo Aguado (sangre de toro y oro) hicieron que muchos acudieran a la plaza para presenciar este festejo dominical. López Simón (marino y oro) y "El Fandi" (obispo y oro) cerraban el cartel. Tras un paso muy interesante por Sevilla, los toros andaluces de Santi Domecq pusieron el broche ganadero a este San Isidro 2019. Destacó sobre todo el sexto, de nombre Zahareño.
Insulso y sin contenido fue el trasteo de Alberto y en cuanto al granadino, bulló a la plaza con sus acostumbrados pares de banderillas. Hay que mencionar que David es un torero que con la capa anda muy bien y el domingo lo demostró en Madrid.
Pablo Aguado recibió una grave cornada en su primero y ahí acabó su ilusionante paso por Las Ventas. Dejó muletazos muy reposados meciendo la embestida del Domecq.
Entre los de plata debo destacar el gran puyazo de Manuel Jesús Bernal al ya mencionado Zahareño.








Este es el veredicto del jurado tras fallar los premios:
Triunfador de la Feria: Paco Ureña.
Mejor faena: Antonio Ferrera, al 1º de Zalduendo.
Mejor novillero: Fernando Plaza.
Mejor rejoneador: Hermoso de Mendoza.
Torero revelación: David de Miranda.
Mejor estocada: Román.
Mejor picador: Juan Francisco Peña.
Mejor brega: Iván García.
Mejor banderillero: Fernando Sánchez.
Mejor toro: "Despreciado" de Juan Pedro Domecq.
Mejor ganadería: Adolfo Martín.
Pues aquí acaba esta larguísima feria. En Madrid sigue habiendo toros y os lo contaré, los próximos carteles ya están cerrados. Se acabaron los borrachos y los agotadores ¡Viva España! Los dos últimos domingos de junio a las siete de la tarde están acartelados los siguientes matadores:
Día 23. Toros de Dolores Aguirre para Alberto Lamelas, Cristian Escribano y Gómez del Pilar.
Día 30. Toros de Partido de Resina para Marc Serrano, Sánchez Vara y la confirmación de Miguel de Pablo.

Esperando que os haya gustado y que hayáis disfrutado de estas líneas, mando un saludo a mi lectores.







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