Calientes aún de sol los alamares,
vencedor en la táurica pelea,
el gran suspiro de la tarde orea
en sus sienes los negros aladares.
Hispana estampa, en versos populares,
donde el vulgo se mira y se recrea.
Un día tal vez protagonista sea
de trágicos poemas y cantares.
Si hoy lo acaricia, lo ahogará mañana,
acaso el mar que lo arrebata… ¡pero
de claro instante triunfador rotundo!
Revestido de luz, de oro y de grana,
como se ve no más, sale un torero,
desde los hombros de la plebe, al mundo.
Manuel Machado.
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