Vuelve el Batán.

Madrid tiene infinidad de rincones en los que late el toreo. Empezando por la Monumental de Las Ventas y la plaza de Carabanchel podemos encontrar calles, tabernas, tiendas y parques donde se palpa la Fiesta. Pues uno de esos lugares es la popular Venta de El Batán situada en la Casa de Campo. Una vez pasado el Parque de atracciones y en el desvío que lleva al Zoológico, se vislumbra una tapia blanca presidida por una imagen de San Isidro labrador y unos corrales donde hasta hace unos años se guardaban los toros antes de ser llevados a la plaza de la calle de Alcalá. Si por el contrario salimos de la estación de metro Batán, veremos la nave y la placita (desde 2013, se denomina José Cubero "Yiyo" en honor al primer matador que dio la escuela de la capital), que fueron a partir de 1982 la sede de la Escuela de Tauromaquia de Madrid "Marcial Lalanda". En la extinta Feria del Campo, se encontraba la Placita de El Lago, que fue sede de la anterior institución de enseñanza taurina, llamada Escuela Nacional de Tauromaquia, fundada por Enrique Martín Arranz junto a varios otros.

Las cacicadas políticas hicieron que este lugar fuese perseguido, atacado y finalmente, cerrado. Tras esos años de silencio, la asociación cultural Tauromaquias Integradas con José Miguel Arroyo "Joselito", José Luis Bote y el ya mencionado Enrique Martín Arranz como cabezas visibles, lucharon para que este lugar volviese al esplendor de antaño. Poco a poco y trabajando en la sombra, consiguieron reabrir dichas instalaciones. El segundo fin de semana de diciembre organizaron dos tientas matinales con muchachos de toda España: Valladolid, Guadalajara, Córdoba, Málaga... y bajo la dirección de lidia del matador sevillano Juan Ortega y los consejos de los tres responsables se enfrentaron a las vacas de la ganadería de El Tajo y La Reina, propiedad de Joselito. El maestro dictó lección y pudimos disfrutar de los noveles. Sin duda, el que más me gustó fue un chavalín llamado Emilio García Torre. Con valor y un enorme desparpajo sacó varios olés del público gracias a unos cadenciosos muletazos. Como el nombre indica, se hacen llamar Integradas intentado aglutinar los diferentes espectáculos taurinos, así que también dieron la oportunidad de lucirse a varios recortadores.

En la primera jornada gracias al sol y al buen tiempo, muchísimas caras habituales de Las Ventas se cruzaron por la placita portátil. El domingo, día de niebla y frío que hizo mella en la asistencia, pero aún así pude ver a gente que no veía desde que el doce de octubre que acabó la temporada en Madrid.
Fue un inmensa alegría volver a pisar la Escuela y ojalá vuelva a reinar la normalidad en ese rincón con tanta solera de nuestra ciudad: La Venta de El Batán.

Juan Ortega.

Emilio García Torre.