D. Fernando Cuadri.

Acaba de publicar la prensa taurina que D. Fernando Cuadri tras 46 años dirigiendo la vacada, cede a sus hijos el testigo. Una ganadería cuyos toros pastan en las fincas Comeuñas y Cabecilla Pelá, situadas en la localidad de Trigueros (Huelva).

No sé si será una de las mejores ganaderías que pueblan el campo bravo, pero de lo que sí estoy seguro que es un hierro diferente, con gran personalidad y don Fernando es un hombre que siempre ha tenido una idea muy clara de lo que es la crianza del toro de lidia. Vivimos en una época en la que el toro bravo aunque no es un animal doméstico, está muy manoseado por el hombre. Con ello me refiero a las cantidad de controles que exigen las autoridades al ganado bravo. Esto significa que los ganaderos tienen que hacer revisiones periódicas a todas sus cabezas de ganado haciéndolas pasar por los corrales para las revisiones sanitarias. El toro de lidia es un animal muy susceptible a los cambios y todo ese manejo constante de saneamientos, curas, los correderos, incluso de alimentación etc lo puede acusar en su comportamiento, no sólo en la dehesa sino también cuando sale al ruedo. Pues bien, D. Fernando no corre los toros, no enfunda e incluso cuando tiene que vacunar o hacer algún tipo de revisión lo hace subido a las encinas para molestar lo menos posible a su ganado. Muchos ganaderos suelen usar tractores o todoterrenos a la hora de revisar y hacer diferentes labores en los cerrados. En Comeuñas sólo se usan caballos. De ahí la admiración a un ganadero que ve en el toro un animal al que respetar por encima de todo.

"En 46 años no me he enterado de lo que es el toro".
"El toro el tiempo que esté en la finca tiene que estar como vino al mundo y estar en absoluta libertad".
"El que sea ganadero lo primero que hay que tener al animal es respeto. Respeto en alimentación, sanidad, cuidados... y en libertad".
"Las figuras del toreo tienen un don especial para ver que ganadería va en decadencia, esas que están entre el toro noblón y el mansote, y no quieren un toro como el nuestro, gracias a Dios. Si algún día como gesto quisieran matar lo nuestro, nosotros encantados, pero no nos haría gracia como norma habitual, mal asunto. Ellos están bien donde están y nosotros mejor aún".
"Un animal bravo simplemente noble, es simplemente tonto. No es que la nobleza no tenga importancia, porque en esta casa siempre se la hemos dado, pero la nobleza siempre en base a la casta".
"De lo noble a lo manso hay un pasito, y ese pasito lo da el toro por ley natural. Miras las ganaderías de hace 30 años de las que querían las figuras, y a ver dónde están ahora. En el toreo no nos podemos olvidar de la casta. La casta como afán de lucha, acometiendo, embistiendo y es ahí cuando aparece la bravura y después aparece la nobleza en recompensa".
"Creo que estamos haciendo un toro tan acomodado a los toreros, que llega un momento que ya no le sirve ni a ellos".

“Un ganadero debe tener los animales que le quepan en la cabeza, no en la finca”.

Trastero, Clavellino, Poleo, Frijonero, Aragonés, Ribete, Podador... Son algunos toros de los que me acuerdo aunque hay muchos más. También es obligado recordar la gran tarde en la Isidrada de 2013 en la que la cuadrilla de Javier Castaño realizó una lidia memorable y dio la vuelta al ruedo al concluir el tercio de banderillas en el quinto de la tarde. En la plaza de Las Ventas se espera con ilusión a estos toros onubenses. Este es el gran legado que nos deja D. Fernando.

Gracias ganadero.

¡Viva Cuadri!

Ficha de la ganadería.

Divisa: morada, amarilla y blanca.

Señal en oreja: rabisaco en derecha y despuntada en izquierda.

Antigüedad: 8 de abril de 1956.

Historia: La fundó don José María Lancha hacia 1928 con vacas y sementales de don Juan Belmonte procedentes de Gamero Cívico. Posteriormente agregó un lote de don Esteban González Camino, que a su vez tenía sangre de Pérez de la Concha, Félix Suárez, Villamarta y Francisco Molina. En 1954 la vendió a don Celestino Cuadri Vides, que varió el hierro y divisa. Se sacrificaron las hembras procedentes del último cruce, conservando las procedentes de Santa Coloma y en 1973 la cedió a sus hijos.